En la primera parte de este pequeño reportaje dedicado al Oasis of the Seas con motivo de su espectacular recalada por primera vez en el puerto de Vigo dejábamos a este megagigante atracado en el muelle de trasatlánticos de la ciudad olívica. A continuación vamos a indagar un poco en sus cifras para tratar de cuantificar el impresionante tamaño de esta bestia de los mares.
Construído por los astilleros STX Europe en Turku (Finlandia) y
botado en diciembre de 2009, este buque nació bajo el nombre genérico de
Proyecto Genesis aunque hoy en día se le conoce como Oasis Class, grupo
que engloba a su posterior gemelo, el Allure of the Seas (2010) y a un
tercer componente que verá la luz en 2016 y que en la actualidad se está
construyendo en Francia, a lo que hay que añadir también la opción de una cuarta unidad. Se estima que el coste total de la
construcción del Oasis of the Seas rondó los 990 millones de euros.
Las
medidas de este leviatán dejan con la boca abierta incluso para los que
estamos acostumbrados a ver buques de cruceros de gran porte: Con un
registro bruto de 225.282 toneladas es un 43% más grande que los barcos que hasta ahora ostentaban el título de mayores de su categoría,
los buques de la clase Freedom como el habitual por nuestra ciudad
Independence of the Seas. Además el Oasis asombra con sus medidas de 361´6 metros de eslora,
47 metros de manga en la línea de flotación que se incrementa hasta los
60´5 metros en su parte más ancha y una altura que desde su línea de
flotación alcanza los 72 metros, altura que puede variar gracias a que
su chimenea es telescópica y puede retraerse varios metros. Este «gadget»
fue incluido exclusivamente para que el Oasis pudiera superar el puente
de Storebaelt, que une Dinamarca con la península escandinava en su camino desde los astilleros donde fue construído hacia el Caribe. La operación se midió tan al milímetro que el Oasis pasó bajo el puente con un margen de apenas 60 cm.
Llegados a este punto es hora de tirar por tierra una de las afirmaciones más enunciadas durante el pasado fin de semana por la gente que acudió en masa a ver a este gigante y por gran parte de la prensa que se hizo eco de la noticia. Pese a verse dicho hasta la saciedad (yo mismo lo he afirmado al principio de esta entrada) el Oasis of the Seas no es el buque de pasaje más grande del mundo; puestos a ser rigurosos y hablando de números hay que serlo, ese honor lo ostenta su gemelo Allure of the Seas
que mide exactamente 5 cm más que el protagonista de la histórica
jornada del pasado sábado en Vigo. Ya se que 5 centímetros es una
diferencia insignificante teniendo en cuenta las dimensiones en las que nos movemos y que posiblemente se deba a cuestiones de diferencia de temperatura de cuando se realizaron las mediciones pero lo cierto es que oficialmente el Oasis fue destronado por su hermano pequeño (en edad) del olimpo de los colosos cuando éste fue botado.
Un mito menos pero no dejemos que unos centímetros nos arruinen la fiesta. El Oasis sigue siendo «lo más» en muchos aspectos; en capacidad de turistas por ejemplo. Nunca antes un buque de pasaje había albergado una cifra tan alta de turistas; a bordo del Oasis of the Seas pueden viajar en máxima ocupación un total de 6.300 pasajeros atendidos por un total de 2.394 tripulantes. En total en el interiorb de este megabarco pueden llegar a viajar 8.700 almas y con esos números uno no puede hacer otra cosa que tragar saliva pensando en lo que podría llegar a ocurrir si la nave tuviera un contratiempo con mala mar y lejos de ayuda externa.
Ya que estamos a vueltas con los números echemos la cuenta: el Oasis of the Seas lleva 18 enormes botes salvavidas con capacidad para 370 personas (354 pasajeros y 16 tripulantes). Una simple operación matemática nos da una capacidad total de 6.660 en estas lanchas, lo que cubre a la totalidad del pasaje pero deja todavía a bordo a casi dos millares de tripulantes. No es que los constructores del barco se hayan equivocado haciendo números ni que el Oasis of the Seas navegue con menos botes salvavidas de los necesarios sino que en caso de necesitarlo la dotación evacuaría la nave utilizando las balsas hinchables que se inflan al contacto con el agua y a las que se accede mediante unas rampas situadas en la cubierta de botes, una operación compleja ya de por sí a la que habría que añadir las dificultades derivadas de la emergencia en cuestión (humo, escora, etc). No trato de poner en tela de juicio la seguridad de este navío puesto que no soy ningún experto en la materia y porque estoy seguro de que a bordo se cumplen los más estrictos protocolos de seguridad como cabría esperar en una compañía del prestigio de Royal Caribbean, sólo trato de hacer una reflexión acerca de la dificultad de evacuar a un volumen tan grande de gente en una situación de peligro.
Llegados a este punto sería hora de hablar de todo lo que el Oasis of the Seas nos ofrece una vez sobrepasada su escala de acceso y es que a la vista de su tamaño es evidente que a bordo de este enorme complejo de ocio flotante las opciones de entretenimiento conforman una lista casi interminable que su simple mención convertiría este pequeño reportaje en un kilométrico relato. Como explicar los secretos que se esconden en el interior de este navío es un tema demasiado sugerente como para dejarlo de lado lo reservaré para la segunda escala que el buque hará el próximo día 18 de nuevo en la ciudad viguesa.
Para la construcción del Oasis of the Seas se emplearon 500.000 piezas de acero para dar lugar a 181 grandes bloques que ensamblados crearon esta enorme y compleja obra de ingeniería naval. Además del acero en sus entrañas lleva 240 kilómetros de tuberías, 5.310 kilómetros de cables eléctricos y se utilizaron 600.000 litros de pintura. Esta enorme ciudad flotante formada por 16 cubiertas de pasaje con 24 ascensores alberga un total de 2.706 camarotes de los cuales
1.956 tienen balcón y 21 piscinas y jacuzzis con un total de 2.300
toneladas de agua en su interior. y puestos a hablar del líquido elemento en el Oasis of the Seas se consumen 2.350 toneladas de agua cada día. Números y más números y todos ellos asombrosos. Difícil encontrar una cifra relacionada con este buque que no nos llame la atención.
De momento lo dejamos aquí. En la tercera parte os contaré como fue la despedida que le tributó la ciudad de Vigo a este gigante de los mares.