Este viernes ha tenido lugar el estreno del buque Norwegian Breakaway en aguas del puerto de A Coruña.
Procedente de Bilbao, el megacrucero de bandera bahameña llegó a la rada herculina poco antes de las 8:00 horas con más de 4.000 personas a bordo entre pasaje y tripulación. El buque realiza estos días una singladura de dos semanas de duración iniciada en Southampton el pasado día 14 y que le llevará hasta Barcelona tras tocar varios puertos franceses y de la Península Ibérica. Se trata de un crucero de reposicionamiento en el que Norwegian Breakaway se traslada hacia su base de operaciones para los próximos meses, en los que realizará cruceros por el Mediterráneo con salidas desde la ciudad condal.
Un nuevo gigante en el corazón de la ciudad
Construido en los astilleros Meyer Werft ubicados en la ciudad germana de Papenburg, el Norwegian Breakaway debutó en abril de 2013. Se trata de un buque de 145.655 Toneladas de Registro Bruto y 11.000 Toneladas de Peso Muerto cuyas dimensiones principales alcanzan los 325,64 metros de eslora, 39,71 metros de manga y un calado de 8,6 metros. La altura hasta el tope de la chimenea alcanza los 61 metros.
En sus 18 cubiertas el Norwegian Breakaway puede albergar a 3.963 pasajeros en régimen de doble ocupación a los que hay que sumar su tripulación compuesta por 1.657 personas.
A nivel mecánico el Norwegian Breakaway incorpora la habitual propulsión diesel eléctrica compuesta por 4 motores diesel MAN capaces de producir 62.400 KW. De la propulsión se encargan 2 azipods de la firma sueco-suiza ABB que producen conjuntamente 35 MW. Completan el equipo propulsor 3 hélices auxiliares Brunvoll de 3 MW cada una para las maniobras.
El Norwegian Breakaway es la primera unidad de la Breakaway Class, una serie de buques de 8 buques operados por las navieras Norwegian Cruise Line (6 de ellos) y Dream Cruises (los 2 restantes). Las 7 unidades presentan sustanciales diferencias respecto al diseño original de nuestro protagonista de hoy, incrementándose su tamaño o modificando los espacios interiores, por lo que se distribuyen en varias subclases según estos cambios. Sólo uno de estos 7 barcos es idéntico al Breakaway: se trata del Norwegian Getaway, botado en 2014 y que visitó A Coruña por primera vez en 2023.
Un barco que no pasa desapercibido
Si de algo puede presumir el Norwegian Breakaway, además de por sus enormes dimensiones, es de no pasar desapercibido allí donde atraca. La naviera NCL fue una de las primeras que se subió al tren de decorar los cascos de sus buques con colores llamativos en lugar de que lucieran una inmaculada y aburrida pátina blanca, negra o azul marina. Y lo que en su día parecía ser una moda pasajera, hoy es norma. Dentro de esos diseños «alegres» que podemos ver en la industria crucerística, los de Norwegian se llevan la palma. En el caso del Norwegian Breakaway la obra pictórica que luce lleva la firma (literalmente se lee su nombre en la proa) del pintor y diseñador Peter Max.
Este afamado artista multidisciplinar germano-estadounidense es una de las figuras más destacadas del arte pop del s.XX y para realizar el trabajo encomendado por la naviera NCL se inspiró en diversos motivos relacionados con la ciudad de Nueva York. La razón no es otra que cuando se botó, el Norwegian Breakaway estableció su puerto base en la Gran Manzana, siendo por aquellas fechas el buque de pasaje más grande en alojarse en el West Side de Manhattan.
La obra de Peter Max ocupa 3.700 metros cuadrados del casco del buque y fue la iniciadora de una tradición en la que cada uno de los buques botados para la naviera Norwegian decoran sus proas con impresionantes obras de arte, lo que les otorgan a cada uno de los navíos un estilo inconfundible además de una personalidad propia.
Rumbo a Vigo
Tras casi 12 horas de escala, a las 18:00 horas el Norwegian Breakaway soltó amarras haciéndose de nuevo a la mar con rumbo al puerto de Vigo. Las visitas de cruceros a la dársena herculina continúan este sábado con la breve recalada del Sky Princess.
(Foto portada: Diego Veiga)