Este sábado nos visitó el buque Saga Sapphire.
Procedente de la colonia británica de Gibraltar el buque de la naviera Saga Cruises llegó a la ciudad pocos antes de las ocho de la mañana para quedar atracado minutos más tarde en el habitual muelle de trasatlánticos. A bordo del que es el buque insignia de la compañía británica llegaron en esta ocasión a la ciudad unos 600 cruceristas, británicos en su totalidad, que aprovecharon la mañana para bajar a tierra con el objetivo de conocer un poco mejor la ciudad o bien para tomar los autobuses que los llevarían a visitar los alrededores. Se trata de la tercera escala que el Saga Sapphire realiza en A Coruña el presente año.
Construído en los ya desaparecidos astilleros Bremer Vulkan de la ciudad alemana de Bremen y puesto en servicio en el año 1981 con el nombre de Europa para la naviera Hapag-Lloyd, el actual Saga Sapphire fue en el momento de su botadura uno de los navíos más grandes de su clase con sus 37.301 toneladas de registro bruto y unas dimensiones generales de 199.6 metros de eslora, 28.5 metros de manga y un calado de 8.3 metros. En sus 10 cubiertas de pasaje el Sapphire puede albergar a un total de 706 pasajeros en acomodación normal en alguno de sus 374 camarotes de los que tan sólo 19 (el 5 % del total) disponen de terraza privada. Aquí el buque denota su edad. Con una tripulación formada por 415 personas el Saga Sapphire navega bajo pabellón maltés y su indicativo de llamada es 9HOF8 (Novenine-Hotel-Oscar-Foxtrot-Oktoeight).
Tras una estancia de diez horas, a las séis menos cuarto de la tarde el Saga Sapphire dio por concluída su escala en aguas herculinas y se hizo de nuevo a la mar poniendo proa hacia su siguiente destino, Southampton, punto y final de su actual ruta. Tras la de ayer al Saga Sapphire aún le queda una cuarta y última comparecencia en la ría coruñesa antes de finalizar el año; será el próximo 19 de diciembre y será muy especial ya que compartirá atraque con su compañero de naviera, el Saga Pearl II, hecho inédito hasta la fecha en los muelles herculinos.
Agradecimientos a mi amigo J. Daniel Díaz, autor de gran parte de las estupendas fotos que ilustran el post de hoy.