Desde Cubierta

Una universidad flotante en A Coruña

El puerto de A Coruña recibió este miércoles la escala inaugural del buque World Odyssey en sus aguas.

Procedente de Tánger, el pequeño buque de bandera bahameña hizo su entrada en las instalaciones del recinto portuario coruñés sobre las siete de la mañana. A bordo viajan unos 600 cruceristas, si bien en este caso el término «crucerista» habría que cogerlo con pinzas como explicaré más adelante. Para sorpresa de muchos el navío atracó en el muelle de Calvo Sotelo Sur cuando el muelle de trasatlánticos estaba libre y la programación no anunciaba ninguna recalada más durante la jornada. El motivo de su peculiar atraque se debe a que el World Odyssey permanecerá en la ciudad hasta este domingo y el viernes se espera la visita del megacrucero Celebrity Apex.

El World Odyssey es un buque de pequeño tamaño construido en Alemania en el año 1998 bajo el nombre de Deutschland. Con esa denominación el barco ha visitado A Coruña en multitud de ocasiones. Con un registro bruto de 22.496 toneladas de registro bruto el World Odyssey tiene unas medidas de 175 metros de eslora, 23 metros de manga y 5´8 metros de calado. En su interior puede alojar a un total de 650 pasajeros en capacidad máxima y cuenta con una tripulación formada por 270 personas.

Ceremonia de metopas a bordo

Pese a que como mencioné el buque ya ha visitado la ciudad en múltiples ocasiones, se trata de la primera vez que lo hace bajo la denominación de World Odyssey. Por este motivo a las 10 de la mañana se celebró a bordo de la nave la tradicional ceremonia de intercambio de metopas entre miembros de la tripulación del buque, con el capitán Christiansen a la cabeza, y una representación de varias organizaciones locales, Autoridad Portuaria, consignataria y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

El Capitán Christiansen y varios representantes de Semester at Sea posan junto a Ramón Castro, jefe de comunicaciones de la Autoridad Portuaria, durante la ceremonia de intercambio de metopas a bordo del World Odyssey. (Foto: Diego Veiga)

Una universidad flotante

El World Odyssey no es un barco de cruceros al uso. El buque está explotado por el Institute for Shipboard Education / Semester at Sea, una ONG ubicada en Fort Collins (Colorado) que realiza programas educacionales a bordo de un barco. Fundada en 1963, esta innovadora organización ofrece a estudiantes universitarios la oportunidad de embarcarse en un viaje educativo único, combinando la experiencia de aprendizaje en el aula con la exploración de diversas culturas y países.

La ruta que realiza actualmente el World Odyssey se inició a principios de año en Bangkok (Thailandia) y ha ido realizando escalas por varios puertos asiáticos y africanos como Ho Chi Minh (Vietnam), Kochi (India), Mombassa (Kenia), o Ciudad del Cabo (Sudáfrica) por citar algunos. A diferencia de los cruceros convencionales este navío permanece en puerto durante varias jornadas para que los estudiantes puedan tener una experiencia más inmersiva en cada país que visitan.

Itinerario que realiza el World Odyssey desde principios de año y que finalizará a finales de mes en el puerto de Bremerhaven. (Fuente: Semester at Sea)

Cada singladura dura unos 4 meses. Semester at Sea realiza dos travesías al año, entre los meses de septiembre y abril. A finales del presente mes, una vez desembarcados los estudiantes, el World Odyssey cesará su cometido como universidad flotante y regresará a sus orígenes…

Un barco, dos nombres

…Y es que el World Odyssey no es un barco de cruceros cualquiera.

Una de las mayores peculiaridades de nuestro protagonista de hoy es que dependiendo de la época del año luce diferentes nombres en sus amuras, algo realmente insólito en el mundo marítimo. De hecho en A Coruña lo hemos podido ver luciendo sus dos identidades durante el último año.

Como mencioné antes, entre los meses de septiembre y abril, el buque opera para la organización Semester at Sea, mientras que de abril a septiembre el barco trabaja en régimen de chárter para el touroperador alemán Phoenix Reisen. Para este rol el buque se rebautiza como Deutschland operando en el mercado germano.

Durante los meses de primavera y verano el buque recupera su original nombre de Deutschland y opera para la naviera germana Phoenix Reisen. En la imagen podemos ver al buque durante una escala efectuada en junio del pasado año en A Coruña. (Foto: Diego Veiga)

Deutschland, más que un nombre: un emblema

Pero ¿por qué una naviera rebautiza a un barco durante 6 meses para después devolverle su nombre habitual?. Lo cierto es que no es una práctica habitual, (de hecho desafía al mal fario que supone cambiar de nombre a los barcos), pero es que el nombre de Deutschland es más que eso. Es todo un emblema.

El World Odyssey, con su nombre y librea originales, durante una escala en la ciudad en 2014. (Foto: Diego Veiga)

Deutschland era el nombre original de este buque cuando se botó allá por el año 1998. Fue un encargo de Peter Deilmannn, un antiguo oficial de navegación que allá por el año 1968 se lanzó al negocio de los cruceros y más adelante fundaría su propia compañía: la Peter Deilmann Reederei.

Su buque insignia, el Deutschland se convirtió muy pronto en todo un emblema para los alemanes: No sólo llevaba el nombre del país y había sido construido en su territorio si no que enarbolaba con orgullo la tricolor germana en lugar de alguna otra bandera más «conveniente». Su puerto de registro durante años fue Neustadt in Holstein, una pequeña localidad situada en la bahía de Lübeck, lugar de nacimiento del naviero. Deilmann siempre afirmó que la cuestión del abanderamiento era innegociable, pese a que convertir al Deutschland en el único buque de cruceros en enarbolar bandera alemana le costaba a la compañía muchísimo dinero.

Un barco con historia: La foto del fundador de la naviera, Peter Deilmann, preside un bello rincón del World Odyssey. El buque presume con orgullo de un fascinante legado. (Foto: Diego Veiga)

Inspirado en los grandes «liners» alemanes de comienzos del pasado siglo, el interior del Deutschland destilaba glamour en cada una de sus cubiertas, con un estilo Art Decó muy marcado que lo diferenciaban de cualquier otro buque de cruceros que surcaban las aguas por aquel entonces. Paseando hoy por sus cubiertas aún se puede intuir en algunas de sus estancias algo de ese opulento ambiente, de ese Deutschland primigenio, si bien su uso como aula flotante y la retirada de parte de su mobiliario original han hecho que en gran medida la magia se haya perdido.

Un barco de película… o de serie

Si todo lo dicho no fuese suficiente para elevar al Deutschland, el actual World Odyssey, a la categoría de mito de la industria crucerística, aún queda por mencionar su pasado como estrella de la tele. Y es que el navío fue el plató en el que se rodó durante más de 15 años la serie «Das Traumschiff» («El barco de los sueños»), una suerte de «Loveboat» o «Vacaciones en el Mar» a la alemana y que es uno de los grandes clásicos televisivos del país centroeuropeo, con más de 40 años en antena. Iniciada en 1981 «Das Traumschiff» supera los 100 episodios y ha llegado hasta nuestros días, sustituyendo al Deutschland desde el 2015 por el buque Amadea, otro viejo conocido de los muelles coruñeses.

Vistas de A Coruña desde las cubiertas superiores del World Odyssey. (Foto: Diego Veiga)

El fin de un sueño

La crisis de 2008 golpeó duramente a la pequeña naviera, que por entonces seguía en manos de la familia Deilmann (Peter, el fundador, murió en 2003) y pasó por muchísimas dificultades en los siguientes años, que incluyeron quiebras, reestructuraciones y su paso a manos externas. Finalmente en 2015 el sueño de Deilmann llegó a su fin con la desaparición de la compañía. El buque fue adquirido por un holding estadounidense que es el que se encarga de su flete actualmente.

Pese a ello, en muchos rincones del barco se sigue respirando la esencia original del Deutschland, de lo que un día un apasionado del mar soñó y convirtió en realidad. Su criatura, aunque algo cambiada, sigue navegando por todos los mares del mundo, convertido buena parte del año en una universidad flotante donde se combinan la experiencia académica con la exploración cultural. Seguro que el bueno de Deilmann esboza un gesto de orgullo allá donde se encuentre.

(Foto portada: Diego Veiga)