El buque Pacific Dawn, de la naviera P&O Australia, se convertirá en una comunidad flotante anclada de manera permanente en el Golfo de Panamá.
El insólito proyecto será llevado a cabo Ocean Builders, los nuevos dueños de la nave de cruceros. Esta empresa se dedica entre otras muchas actividades a desarrollar proyectos de casas flotantes en diversas partes del mundo. El Pacific Dawn pasará a manos de su nuevos propietarios el próximo 4 de noviembre.
En palabras de Chad Elwartowski, director de operaciones de Ocean Builders, la compañía está trabajando con Columbia Cruise Services que se encargará de la gestión operativa del barco, que pasará a llamarse Satoshi. El nombre hace referencia a la unidad más pequeña del Bitcoin.
El «cripto-crucero»
Elwartowski es un empresario estadounidense especializado en el comercio de esta famosa moneda virtual, pero también es conocido por fundar el movimiento «Seasteading». Este concepto supone la creación de viviendas permanentes en el mar fuera de los territorios reclamados por los gobiernos. El objetivo en este caso es convertir al buque en un centro tecnológico flotante para emprendedores, expatriados o empresas de criptomonedas. Es por ello que al barco se le ha apodado como el «cripto-crucero».
El propósito de Ocean Builders es poner ya a la venta los camarotes a partir del próximo 5 de noviembre. Estos se venderán como si de una vivienda se tratase; el comprador será el dueño total de la propiedad y pagará una tarifa mensual para gastos de mantenimiento. Algunas zonas se habilitarán como locales comerciales que se pondrán también a la venta. Los residentes tendrán acceso a todas las instalaciones del barco y a bordo se aceptará el bitcoin como moneda de uso.
Construido como Regal Princess en los astilleros Fincantieri de Monfalcone (Italia) y puesto en servicio en 1991, el actual Pacific Dawn ha operado toda su carrera para diferentes marcas del grupo Carnival como Princess Cruises o P&O Australia. A finales de 2019 se anunció que el buque se transferiría este mismo año al operador británico Cruise & Maritime Voyages, que lo rebautizaría como Amy Johnson. Finalmente estos planes se vinieron abajo tras la quiebra de CMV el pasado mes de julio.