La jornada de este martes en el puerto de A Coruña deparó una nueva jornada multitudinaria con la presencia al unísono de tres naves de cruceros en sus instalaciones. Pero más allá de esta coincidencia lo realmente noticiable de la ocasión fue el estreno en la ciudad de uno de los componentes del trío, el buque Carnival Miracle.
El estreno de un veterano de los mares
La escala inaugural del Carnival Miracle, quinto estreno del año en la ciudad, no es una inaugural al uso por cuanto no hablamos de un buque recién salido del astillero ni de ninguna novedad en el sector crucerístico: nos encontramos con todo un veterano de los mares con más de dos décadas de carrera comercial. El Carnival Miracle se construyó en 2004 en los astilleros Kvaerner Masa de Helsinki (Finlandia) y en su momento era todo un gigante, aunque la radical evolución del sector desde entonces hace que hoy en día no figure ni entre los 100 más grandes. La prueba de este dato es que uno de sus compañeros de atraque de ayer, el Arvia, lo dobla en tamaño.
En cifras el Carnival Miracle es un buque 85.942 Toneladas de Registro Bruto y 7.089 Toneladas de Peso Muerto cuyas medidas principales son 292´5 metros de eslora, 32´2 metros de manga y 7´8 de calado. Cuenta con 12 cubiertas de pasaje en las que se reparten sus 1.062 camarotes. De ellos el 70% equipan terraza exterior. Estos números le permiten alojar a 2.124 cruceristas en régimen de doble ocupación a los que hay que sumar su tripulación, compuesta por 1.029 personas. El buque está abanderado en Panamá, con Colón como puerto de registro.
A nivel mecánico el Carnival Miracle cuenta con propulsión diésel-eléctrica, lo habitual en unidades de este tipo y época. Está compuesta por un total de 6 motores diésel Wärtsilä 9L46D proporcionan un total de 62´4 MW. Esta potencia se encarga de alimentar a los generadores eléctricos, que son los que mueven los dos pods azimutales de la firma ABB con los que el Carnival Miracle puede alcanzar los 22 nudos de velocidad.

El último de una familia de 6 buques
El Carnival Miracle es es el último integrante de la Spirit -Class, una familia de buques idénticos compuesta por 6 unidades. La saga la abrió en el año 2000 el Costa Atlántica, al que siguió un año después el Carnival Spirit. Ese mismo año se lanzó también el Carnival Pride. En 2002 llegaría el turno para el Carnival Legend y un año después se construiría otra unidad para la naviera Costa Cruceros, el Costa Mediterranea. En 2004 nuestro protagonista cerraría oficialmente la Clase Spirit. Hoy en día los 4 buques de esta serie construidos para Carnival siguen navegando para la compañía; no así los dos destinados a Costa, que fueron vendidos a otros intereses tras la reestructuración de flotas llevada a cabo por el grupo Carnival tras la pandemia de COVID.

Una chimenea icónica… y muy especial
Sin llamar la atención por su espectacular tamaño, los buques de Carnival son muy llamativos y más en un puerto como el nuestro donde es una naviera poco habitual; de hecho su debut tuvo lugar en 2022. La flota de Carnival estrenó hace unos años su nuevo patrón de colores en el que los habituales azul y rojo del logo se extienden por la proa, siguiendo la tendencia actual de la industria del crucero en este aspecto.
Lo que ha permanecido sin cambios es el principal rasgo identificativo de sus barcos; su icónica chimenea con su diseño «whale-tail» o cola de ballena que hace a sus buques fácilmente distinguibles en cualquier puerto del mundo.
El Carnival Miracle por supuesto no iba a ser menos y también presenta este afamado diseño pero su chimenea es diferente a las del resto de sus compañeros de flota. Para empezar las «aletas» de la cola de la ballena son algo más cortas pero sobre todo la principal diferencia es que la chimenea del Miracle se integra en diseño interior del barco, formando un techo acristalado que actúa como lucernario para uno de sus restaurantes.
Un buque recién remodelado
Interiormente el Carnival Miracle tiene todo lo que cabría esperar de un buque de sus características y tamaño: no se echa en falta nada, aunque como cabría esperar en un buque ya veterano tampoco equipa innovadores opciones de ocio, a cada cual más original como pasa en los barcos recién salidos de astillero.
Ojo, veterano no quiere decir obsoleto. El Miracle se mantiene en perfecto estado de revista gracias a sus continuas actualizaciones. Su última reforma tuvo lugar hace unas semanas en el astillero de Navantia Cádiz. De hecho su escala en A Coruña forma parte de la primera singladura del buque tras esta reforma. En los trabajos llevados a cabo en la factoría gaditana, además de los habituales mantenimientos mecánicos, se introdujeron mejoras en la parte hotelera, con nuevo mobiliario y enmoquetados en algunos salones o la creación de nuevos espacios, como el Heroes Tribute Bar & Lounge, un espacio ya tradicional dentro de los buques de la flota Carnival y que rinde tributo a los soldados americano y sus familias.
A nivel general en las instalaciones del Carnival Miracle llama la atención el hecho de tener un sólo restaurante principal, el Bacchus (por el dios Baco) cuando lo habitual en este tamaño de buques es que haya dos. Lo cierto es que el Bacchus está sobredimensionado, con dos grandes plantas y 1.122 asientos, lo que hace que no se produzcan aglomeraciones importantes en la horas de las comidas y las cenas. De esta instalación ya hablaré más adelante porque da para un libro.
Otra característica destacada de este barco (y sus gemelos) es que fueron los primero buques de la flota Carnival es incorporar una capilla para celebrar bodas en alta mar.

Diseño Farcus en estado puro
A nivel decorativo el Carnival Miracle es un buque de la época Farcus, con todo lo que eso supone. Joe Farcus era en la época de la entrada en servicio del Miracle, el diseñador jefe de todos los buques del grupo Carnival y su estilo es inconfundible y de extremos: o te encanta o lo odias. Ambientes recargados hasta el extremo con multitud de estampados y juegos de formas geométricas con el rombo como elemento estrella. Si te subes a bordo de este buque puedes plantearte como reto personal el buscar un metro cuadrado de pared o suelo liso (spoiler: salvo que te vayas a la galería de tiendas, no lo encontrarás).

Para el Carnival Miracle, Farcus escogió como temática los iconos de ficción y así en sus 12 cubiertas de pasaje podemos encontrarnos personajes que van desde Hércules Poirot a Robin Hood, así como famosos superhéroes. El atrio de la nave recibe el nombre de Metrópolis, en clara alusión a Superman. Hay un salón Gotham y la pequeña discoteca recibe el extraño nombre de laboratorio del Doctor Frankenstein. No le den más vueltas: es un barco Farcus.

Bacanal decorativa en el restaurante
Ese exceso y barroquismo extremo propio de Farcus tiene su punto álgido en el atrio del barco, un enorme espacio abierto de 11 cubiertas con ascensores panorámicos, y sobre todo en el anteriormente mencionado Restaurante principal Bacchus. Aquí antes de echar un vistazo a la carta tendremos que acostumbrar la vista a la bacanal decorativa de la estancia, con un sinfín de puntos de luz morados y grandes lámparas colgantes simulando enormes racimos de uvas. Estos elementos también están presentes en los respaldos de los asientos, en una suerte de forjados que funcionan como separadores, y en las columnas. Si a esta opulencia decorativa le añadimos el desmesurado espacio del restaurante obtenemos el que quizás es el lugar más «llamativo» de toda la nave.
Como contrapunto al Bacchus tenemos el Nick & Nora´s Steakhouse. La ambientación y sobre todo la ubicación de este restaurante lo hace, en mi opinión la estancia más agradable de todo el barco. El Nick´s and Nora´s se ubica justo debajo de la chimenea del buque, donde su pared acristalada permite que la estancia se inunde de una agradable luz natural, teñida de rojo eso sí por el color del cristal. El punto sobrio de su decoración y su mejor calidad culinaria (es un restaurante de pago) hace que sea la mejor opción para comer a bordo.
A mayores de estas propuestas, a bordo del Carnival Miracle no falta el típico restaurante bufé, el Horatio´s, cuya decoración y nombre evoca la figura del Almirante Nelson. Su efigie está presente en todas las columnas, acompañada de la bandera británica, por lo que uno puede llegar a dudar si se encuentra en un buque norteamericano o inglés. Es un bufé algo pequeño si lo comparamos con el de otros buques de similar tamaño pero su oferta es lo suficientemente variada para un almuerzo o cena ligera.
Además de estas tres opciones gastronómicas, el Carnival Miracle ofrece varios bares de diversas temáticas donde podremos picotear algo a cualquier hora del día.
De Frankenstein al Fantasma de la Ópera
La oferta de ocio del Carnival Miracle no presenta, como ya mencioné, ninguna innovación revolucionaria u original, algo lógico si pensamos que estamos hablando de un buque con más de 20 años. Hay varios salones de ambiente nocturno, con especial mención al Alchemy Bar, de decoración sobria y distinguida donde podremos degustar alguna bebida de marca premium, eso sí con sobrecoste.
La discoteca de la nave, cuyo extraño nombre es Dr. Frankenstein´s Lab, es una pequeña estancia barrocamente decorada con elementos del personaje que lanzó a la fama la escritora Mary Shelley. Originalmente este espacio tenía dos niveles y una mayor superficie pero en posteriores reformas han ido reduciéndolo al no ser muy demandado por los cruceristas.

El teatro del Carnival Miracle se denomina Phantom y está inspirado en el Fantasma de la Ópera y la Ópera de París. Es un gran salón con 1.400 asientos que ocupa tres cubiertas y que da cabida a espectáculos tipo Broadway aunque también se usa para ver películas o hacer concursos y juegos.

No puede faltar a bordo de un barco de estas características el casino. El del Miracle se llama Mr. Lucky y ocupa una gran extensión de la cubierta 2. Este tipo de instalaciones suelen tener un mayor tamaño de lo habitual en buques del mercado norteamericano y este barco no es una excepción.

Un parque acuático en alta mar
Pero donde quizá echa el resto el Carnival Miracle es en su amplio abanico de ocio para los más jóvenes. El buque cuenta con una oferta muy amplia y segmentada por edades, con varias salas infantiles y juveniles que ofrecen numerosas actividades (películas, videojuegos, karaoke, etc…). La estrella de la corona para los jóvenes (y no tan jóvenes) es el parque acuático situado en todo lo alto de la popa del Miracle. Tiene 2 toboganes, uno de ellos, el Twister, de 22 metros de longitud, además de una zona de juegos con fuentes y chorros de agua.
Las propuestas de ocio del Carnival Miracle se completan con todo lo que ofrece en sus cubiertas exteriores. El buque equipa tres piscinas, todas en la cubierta 9: Sirens, se sitúa en el centro de la nave y adyacente a ella, sólo separada por un bar está Ulysses. Las dos son del mismo tamaño pero la Ulysses tiene una cubierta retráctil para poder disfrutarla con mala climatología. A popa encontramos Serenity, la más tranquila de las tres por ubicarse en una zona de acceso restringido sólo a adultos.
Y por último para aquellos que quieran disfrutar al aire libre pero de una manera más activa, el barco dispone de pista de voleibol y baloncesto, un pequeño campo de minigolf con 9 hoyos y un anillo de jogging.
En definitiva a bordo del Carnival Miracle no falta de nada para disfrutar de una semana de vacaciones en alta mar. Su condición de veterano hace que algunas de sus instalaciones palidezcan frente a las de buques recién salidos de astillero, con los que no puede competir ni por edad ni, sobre todo, por tamaño. A cambio ofrece como punto positivo una menor masificación, lejos de los 5.000 o 6.000 cruceristas que embarcan hoy en día por viaje algunos gigantes, sin ser con todo ello un barco de ambiente tranquilo y relajado. Eso sí, como peaje tendrás que acostumbrarte al barroquismo extremo de Farcus, con sus ambientes recargados y decoraciones coloridas y geómetricas. Tranquilo, el ojo se acaba haciendo. Igual hasta te acaba gustando.

Foto portada: Diego Veiga