El puerto de A Coruña acogió durante la jornada festiva de este pasado 25 de julio el estreno del espectacular Scarlet Lady, buque perteneciente a la naviera Virgin Voyages.

Procedente del puerto luso de Leixoes el navío de bandera bahameña llegó a la ciudad herculina sobre las 8 de la mañana con unos 2.700 pasajeros a bordo que realizan un crucero de 5 noches de duración entre Lisboa y Portsmouth. En su primera visita al puerto coruñés el Scarlet Lady estuvo acompañado por el Norwegian Sky, que procedente también de Leixoes, trajo a la ciudad a unos 2.000 cruceristas.

Estreno de la dama escarlata
El debut del Scarlet Lady en la dársena herculina coincidió con el atraque del Norwegan Sky (al fondo). (Foto: Diego Veiga)

Intercambio de metopas a bordo

Como es habitual con cada buque que toca puerto por primera vez, a mediodía se celebró a bordo del buque la protocolaria ceremonia de intercambio de metopas entre la tripulación del buque, y una representación de la Autoridad Portuaria, consignataria del buque y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

Estreno de la dama escarlata
Loreto Silvoso, responsable de comunicaciones de la Autoridad Portuaria de A Coruña posa junto con un miembro de la tripulación durante la ceremonia de intercambio de metopas celebrada a bordo del Scarlet Lady. (Foto: Diego Veiga)

Una gran dama nacida en tiempos de Covid

El Scarlet Lady fue la unidad que inauguró la flota de Virgin Voyages, actualmente compuesta por tres buques, a la espera de que a finales de este año llegue una «cuarta dama», el Brilliant Lady. Se construyó en las instalaciones de Sestri Ponente (Italia) de los astilleros Fincantieri, y los trabajos finalizaron en febrero de 2020. En pleno inicio de la pandemia de COVID-19 al buque le dio tiempo a realizar su crucero inaugural a finales de marzo de ese año pero el agravamiento de la situación sanitaria a nivel mundial obligó a suspender su temporada inaugural tras tan sólo dos minicruceros por el Caribe. El buque no retomó sus operaciones hasta 18 meses después.

El Scarlet Lady es un buque de 108.192 T.R.B. y 10.000 T.P.M. cuyas medidas principales alcanzan los 278 metros de eslora, 38 metros de manga y 8´ 05 metros de calado. Tiene 17 cubiertas, 13 de ellas dedicadas en exclusiva al pasaje, y en ellas puede albergar en régimen de doble capacidad a 2.770 «marineros», como a la compañía les gusta denominar a sus huéspedes. La tripulación la componen 1.160 personas.

En el apartado mecánico el buque equipa una propulsión diesel-eléctrica, la habitual en este tipo de unidades. Los 4 motores diesel Wärtsilä, situados por parejas en compartimentos separados, producen un total de 48 MW y son los encargados de alimentar a los generadores eléctricos que abastecen todos los requerimientos energéticos del barco. De la propulsión se encargan dos azipods firmados por ABB, que impulsan el conjunto hasta los 20 nudos de velocidad de servicio.

Exteriormente el aspecto de esta dama escarlata no pasa desapercibido allá donde va con sus originales formas y un patrón de colores más propio de un buque de guerra que de un navío de cruceros.

Estreno de la dama escarlata
Los buques de Virgin Cruises lucen un aspecto que los hace inconfundibles en cualquier puerto.

Virgin Voyages: Una compañía diferente con la diversidad por bandera

Virgin Voyages, propietaria del Scarlet Lady, es una compañía recién llegada al sector de los cruceros (vio la luz a principios de esta década) pero que desde el principio ha buscado diferenciarse claramente de la competencia. Su lema ya es una clara declaración de intenciones: «Epic sea change for all» («Un épico cambio para todos»). Su producto está destinado unicamente al público adulto, con una clara apuesta por el colectivo LGBTQ+, si bien no quiere considerarse enfocada en exclusiva para este target de cliente.

La diversidad y la igualdad son la bandera que ondea a bordo de sus barcos. Salvo la restricción de edad anteriormente mencionada todo el mundo es bien acogido independientemente de su condición sexual, religión, nacionalidad… Informalidad a bordo: Nada de código de vestimenta, horarios ni restaurantes asignados; de hecho no hay un restaurante principal, ni tampoco un bufé al uso. Todas las opciones gastronómicas (20 en total en el caso del Scarlet Lady) están disponibles para cualquier crucerista y sin cargo adicional.

Las sirenas de Virgin

Este abanderamiento de la diversidad y la igualdad del que hace gala la compañía se simboliza en la figura de la sirena, presente en la proa del barco. Cada buque de la naviera lleva dibujada una sirena en sus costados, con unos rasgos propios para cada buque y que son un reflejo del carácter propio de cada navío. Virgin afirma que las sirenas son las figuras protectoras de sus barcos, velando por todos los que viajan a bordo, y supone un guiño a los mascarones de proa que lucían los navíos siglos atrás.

Como curiosidad hay que decir que la sirena del Scarlet Lady no es la original que lucía el barco cuando inició sus operaciones. Sus rasgos se modificaron durante la última renovación del buque sufrida a mediados de noviembre del pasado año.

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La sirena des Scarlet Lady luce desde hace varios meses unos rasgos nuevos como consecuencia de la renovación del buque. (Foto: Diego Veiga)

Ambiente informal… y con un toque retro

La informalidad con la que Virgin pretende vender su producto se traslada a la decoración de sus buques: A bordo del Scarlet Lady encontramos estancias donde la combinación de mobiliario y la paleta de colores utilizada genera ambientes sin zonas recargadas y visualmente muy agradables. Es un buque en el que se respira modernidad por sus cuatro costados aunque con un guiño «retro» muy apreciable que, eso si, no siempre acaba de acertar en la diana. Ocurre sobre todo en algunos pasillos y distribuidores, con suelos de terrazo, tan de moda últimamente, pero que a mí personalmente me horrorizan.

Un estudio de tatuaje a bordo

Casino, discoteca, bares… Suena a la habitual oferta de ocio que te puedes encontrar en cualquier buque de cruceros de un tamaño similar al Scarlet Lady, sin embargo Virgin Voyages ha decidido darles a algunos de estos espacios una vuelta de tuerca para que no se asemejen a nada de lo que te puedas encontrar en la competencia. El teatro del buque, denominado The Red Room, es un buen ejemplo de ello. Explicar este espacio como un teatro al uso sería bastante erróneo; Virgin lo define como el primer teatro multiformato en alta mar ya que la configuración de su escenario y gradas puede variar según el evento que acoja. La estancia no impresiona a la vista como sí lo hacen algunos teatros más clásicos de otros buques pero a nivel de ingeniería es una obra maestra.

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The Red Room es una estancia multiuso en la que gradas y escenario pueden variar de configuración. (Foto: Diego Veiga)

De lo que sí puede presumir el Scarlet Lady es de ser el primer buque de cruceros en equipar su propio estudio de tatuajes, Squid Ink, donde el pasaje podrá dar rienda suelta a su imaginación y llevarse un recuerdo imborrable (nunca mejor dicho) de sus vacaciones. En Squid Ink también te podrás hacer un piercing o un tratamiento de maquillaje permanente.

La música tiene una gran importancia a bordo del Scarlet Lady. La decoración de sus camarotes se inspira en el Rock y las 78 suites del barco cuentan por ejemplo con tocadiscos. Además en varios salones se puede escuchar música en directo, siendo habitual la actuación de DJ´s residentes. Uno de los rincones más llamativos del buque es Voyage Vinyl, una tienda de discos donde el pasaje cuenta con una amplia colección de vinilos de una variada selección de artistas con estaciones de escucha.

¿Un crucero sin bufé?

Como expliqué antes a bordo del Scarlet Lady existen unas 20 opciones gastronómicas de temáticas muy variadas, desde cocinas internacionales (italiana, mexicana, coreana…) hasta cocina de vanguardia (en The Test Kitchen) pasando por una opción vegetariana en el Razzle Dazzle. De toda su oferta quizás lo más llamativo sea el bufé, o más bien la ausencia del mismo. Y es que a bordo del Scarlet Lady no hay un bufé al uso; en su lugar encontramos en la cubierta 15 The Galley, el restaurante más informal del barco y en el que el crucerista dispone de varias líneas de comida dispuestas por temáticas en las que la tripulación te prepara al momento lo que más te apetezca.

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La zona de postres de The Galley, el restaurante bufé que no es un bufé. (Foto: Diego Veiga)

Las razones que se esconden tras la ausencia del bufé, opción presente en prácticamente todas las navieras de tipo generalista, es la política de sostenibilidad de la compañía. Virgin tomó desde el comienzo de sus operaciones la decisión de prescindir de plásticos de un solo uso en sus barcos además de tratar de minimizar los residuos generados al mínimo. Es por ello que toda la comida a bordo se hace en el momento en el que el cliente la pide.

Entrenamiento al aire libre

Para acabar con este rápido repaso sobre todo lo que ofrece a bordo el Scarlet Lady toca hablar de sus cubiertas superiores. Las cubiertas exteriores del buque están muy enfocadas hacia el ocio activo. La principal instalación es el Athletic Club, un gimnasio al aire libre que cuenta con ring de boxeo y equipos de gimnasio. También incluye un anillo de jogging (pista Runway) que como no podía ser de otra manera es de color rojo. A popa el Scarlet Lady ofrece una amplia zona de solárium con vistas de 360 grados y donde al amanecer se imparten clases de yoga.

Por último hay que hablar de las piscinas. El Scarlet Lady equipa dos. La principal, en el centro del barc,o está rodeada de un área de tumbonas y el típico bar para degustar una bebida mientras tomas el sol. Adyacente a ésta se encuentra la Well-being Pool, de forma redonda y donde también puedes refrescarte pero en un ambiente más tranquilo.

En resumen: tratar de hacerse un hueco en la saturada industria crucerística con una nueva propuesta basada en la originalidad del producto parece a estas alturas de la película una misión más que imposible pero Virgin parece haber dado en la tecla redefiniendo algunos conceptos muy asentados del sector y apuntando a un target de cliente muy concreto pero sin cerrarle las puertas a nadie (salvo a los menores de 18). Todo ello envuelto bajo la bandera de la inclusividad, la igualdad y la diversidad. Una bandera color escarlata, por supuesto…

Estreno de la dama escarlata
Panorámica de la marina desde las cubiertas superiores del Scarlet Lady. (Foto: Diego Veiga)

Foto portada: Diego Veiga