El puerto de Ferrol recibió este sábado la visita en escala inaugural del crucero de ultralujo Scenic Eclipse.
Procedente de Leixoes, sobre las 11:30 horas apareció en la ría de Ferrol el Scenic Eclipse, uno de los buques de cruceros más lujosos del mundo. A buen seguro que pocos de los que en esos momentos se encontraban en las inmediaciones de la costa pensaron que estaban ante un navío de cruceros al uso ya que su tamaño y aspecto casan más con el megayate de un acaudalado millonario. A bordo del espectacular navío de bandera bahameña llegaron a la ciudad departamental 221 pasajeros, en su gran mayoría de nacionalidad norteamericana. Acaban de iniciar una singladura de 11 noches de duración en el puerto de Lisboa que los llevará a visitar Oporto, Ferrol, Avilés, Bilbao, San Sebastián. Paulliac, Concarneau y las Islas Scilly, antes de finalizar viaje en Dublín el próximo día 23. Los precios del viaje arrancan en los 22.000 euros.

Un navío 6 estrellas
El Scenic Eclipse fue construido en los astilleros Uljanik de la ciudad de Pula (Croacia) y entró en servicio en agosto de 2019 tras numerosos retrasos debidos a la bancarrota de esta factoría naval. Para su diseño sus propietarios, el consorcio australiano Scenic Group, se basó en el megayate Octopus, propiedad de Paul Allen, uno de los cofundadores de Microsoft. La idea era construir el buque de cruceros más lujoso de toda la industria crucerística y vaya si lo consiguieron: el Scenic Eclipse es uno de los pocos buques del mundo catalogados con 6 estrellas, rango que comparte con su unidad gemela, el Scenic Eclipse II, botado en 2023.
En cifras el Scenic Eclipse es un barco de 17.545 Toneladas de Registro Bruto y 1.550 Toneladas de Peso Muerto, cuyas dimensiones principales alcanzan los 168 metros de eslora y los 21´5 metros de manga. Tiene 10 cubiertas en las que se reparten sus 114 suites, todas exteriores con balcón, la más grande con 255 m2. Con estos alojamientos el buque puede albergar a un máximo de 228 pasajeros aunque en los cruceros por zonas polares esta cifra se reduce a 200 por restricciones legales. La tripulación la componen 187 personas lo que le otorga a la nave una asombrosa relación pasajero/tripulante cercana al 1:1.

Un habitual de las regiones polares
A nivel mecánico el Scenic Eclipse cuenta con una propulsión diésel-eléctrica compuesta por 4 motores ABC 16DV36C. De la propulsión se encargan 2 azipods de la firma ABB de 3 MW cada uno que son capaces de impulsar al buque a velocidades máximas de 19´5 nudos. El Scenic Eclipse cuenta con un casco especialmente reforzado que lo convierte en buque de categoría polar Clase 6, lo que le permite operar en zonas polares durante 3 meses al año con espesores de hielo entre los 70 y los 120 cm.
Teniendo en cuenta sus peculiares «zonas de trabajo», el Scenic Eclipse cuenta además con estabilizadores Zero Speed que son un 50% más grandes que los habituales en un buque de similar tamaño. Esto se debe a la necesidad de disminuir el movimiento teniendo en cuenta que con frecuencia el buque navega por mares agitados como por ejemplo el Pasaje de Drake.

Un buque con 2 helicópteros…
A bordo del Scenic Eclipse podemos encontrar muchas instalaciones habituales en una unidad de cruceros estándar. 9 restaurantes, la mayoría de ellos especializados en diversas cocinas internacionales, 5 bares, un teatro con capacidad para 240 personas, un spa de 550 m2, un gimnasio y 2 piscinas, una de ellas cubierta con un techo retráctil por aquello de la climatología adversa.
Menos habitual es sin embargo la docena de zodiacs que equipa el buque, necesarias para bajar a tierra durante los cruceros realizados por las regiones polares. Tampoco son muchos los barcos que incorporan a popa una plataforma marina extensible que permite su uso para la práctica de deportes acuáticos como el paddle surf, el esnórquel o el kayak.
Lo que si que es algo completamente inaudito y que convierten a este buque en el colmo de la exclusividad es su helipuerto en la cubierta 11. Dicha instalación es necesaria porque el Scenic Eclipse cuenta con 2 helicópteros alojados en un hangar ubicado una cubierta más abajo. Se trata de 2 Airbus H130, unidades ligeras monoturbinas que cuentan con la ventaja de reducir el ruido un 50% en comparación con helicópteros de similar tamaño. Cada aparato puede alojar a 7 pasajeros, que pueden de esta manera sobrevolar la fauna salvaje de una inhóspita zona o ver la ciudad donde acaban de atracar desde otro punto de vista.

…¡y 1 minisubmarino!
Para aquellos pasajeros a los que darse una vuelta en helicóptero les parezca anodino el Scenic Eclipse dobla la apuesta equipando un minisubmarino (si, como lo oyen) con el que poder explorar el fondo del mar. El Scenic Neptune, que así se llama el sumergible, cuenta con una capacidad para 6 pasajeros, además del piloto y puede bajar hasta los 300 metros de profundidad. Además del minisubmarino el Scenic Eclipse también cuenta con un ROV, un vehículo de control remoto sumergible, para aquellos que prefieran ver las profundidades sin salir del barco.
Tanto el uso del helicóptero como el del minisubmarino tienen coste adicional siendo lo único junto a los tratamientos del spa que se paga aparte del pasaje. El recargo por utilizar semejantes gadgets no debe de ser barato pero mucho me temo que ese no es un problema para los afortunados que viajan en este minicrucero/megayate de ultralujo que es una oda a la exclusividad y al «nada es imposible».

Tras varias horas atracado en la urbe ferrolana finalmente el Scenic Eclipse se hizo de nuevo a la mar a las 19:00 horas poniendo rumbo a la dársena de Avilés, que este domingo volverá a recibir a una nave de cruceros tras 2 años de sequía crucerística. Con el Scenic Eclipse como invitado estoy seguro de que la espera habrá valido la pena.
Foto portada: Diego Veiga