Con la llegada a la ciudad del Albatros el pasado miercoles 25 de abril, dio comienzo la que podríamos denominar «deutsch themenwochen» o semana temática germana, y pese a que no tuviésemos chucrut, schnitzel o bratwurst acompañados de unas buenas pintas de cerveza lo que no faltaron fueron buenos representantes de la industria crucerística de este país, empezando por el que nos ocupa en la entrada de hoy, el Albatros, continuando dos dias despues por el más germano Mein Schiff 2 para acabar rizando el rizo el ultimo dia de la semana con la nave de pasaje más teutona que surca los mares: el Deutschland (ya el nombre no engaña). Pero ya hablaremos de estos dos navíos a su debido tiempo, ahora toca hablar un poco del Albatros.
El buque de la naviera germana Phoenix Reisen arribó por primera vez este año a nuestra ciudad sobre las 08:00 horas procedente del puerto de Leixoes. El Albatros y A Coruña no son precisamente unos desconocidos entre si y es que esta nave suele visitarnos con bastante frecuencia siendo raro el año en el que no hace ninguna escala en nuestra ciudad.
Pese a trabajar para el país de la salchicha y la cerveza y albergar en su interior a pasajeros teutones el Albatros no tuvo una concepción muy germana; Nació hace casi tres décadas y un poco más al norte, en los astilleros finlandeses Wartsila bajo el nombre de Royal Viking Sea ordenado por la naviera americana pero de origen noruego Royal Viking Line.
El Royal Viking Sea es el tercero de tres buques practicamente idénticos construidos entre julio de 1972 y noviembre de 1973 y que a dia de hoy siguen surcando los mares pese a tener ya cierta edad . La diferencia estriba en que mientras el Royal Viking Sea (el actual Albatros) navega para la tricolor alemana (pero con pabellón de Bahamas) los otros dos integrantes del terceto, el Royal Viking Star y el Royal Viking Sky lo hacen para «su graciosa majestad» (aunque tampoco lucen bandera británica) a las órdenes de la naviera Fred. Olsen Cruise lines y son los actuales Black Watch y Boudicca respectivamente.
La salida del Albatros pasadas las 18:00 horas rumbo a Le Havre, fue de todo menos tranquila. Si ya la pasada semana el crucero francés Le Boreal sufrió los embates de la ciclogénesis explosiva Madeleine a su llegada a la ciudad herculina, el Albatros tuvo la mala suerte de cruzar su derrota con los últimos coletazos de otra dama nada simpática que en esta ocasión atendía a nombre de Petra y que a la salida de la nave rumbo al norte le dio tal paliza que mucho me temo que a los pasajeros que viajaban a bordo del navio germano no les quedará un bonito recuerdo de la escala.