(Foto: Jose R. Montero)

Procedente del puerto de Leixoes la ciudad de A Coruña recibió el pasado día 12 al buque Ventura de la naviera inglesa P&O. Con las primeras luces del día (llegó pasadas las 07:00 horas) la nave maniobró a la altura del Castillo de San Antón para entrar dando atrás y atracar en el muelle de transatlánticos. Su visita, la primera que realiza este navío en 2013, supone la séptima escala en lo que va de mes y cerró por todo lo alto siete días de intensa actividad de este tipo de tráficos en la rada coruñesa y eso que la cosa no era fácil; la semana la abrió su compañero de naviera, el Oceana, buque que se puede definir de muchas maneras menos como pequeño, seguido del enorme MSC Magnífica dos días después con su 95.000 toneladas de registro bruto. A ambos supera el Ventura gracias a sus colosales medidas que le hacen alcanzar las 116.017 toneladas.

Enooooorme!. Y si no que se lo digan al otro protagonista de la foto…

Quizás la presencia de este navío pudiera resultar poco impactante ya que a pesar de su gigantesco tamaño nos tiene muy acostumbrados a «darse una vuelta» por nuestra bahía; debutó en 2008 y con esta última lleva un total de 10 recaladas en nuestro puerto, pero la escala del pasado viernes no era como las restantes; ese día la comunidad «shipspotera» coruñesa y de alrededores andaba medio mosca. ¿El motivo? unas últimas escalas cuyos alteración en los horarios habían alterado también los ánimos de aquellos que nos proponíamos pasar una agradable tarde de fotografía y que habíamos visto como se truncaban nuestros planes por el adelantamiento en las salidas.

 
 (Foto: Manuel Candal)

La cosa había empezado a ir mal el pasado 7 de abril cuando el AidaCara decidió adelantar su salida en una hora dejando compuestos y sin fotos a más de un aficionado, circunstancia que quedó en mera anécdota tras lo ocurrido con el MSC Magnífica 24 horas antes de la salida de nuestro protagonista de hoy cuando el buque de la naviera italiana adelantó en ¡¡2 horas!! su partida sobre su ETD (horario de salida previsto).

Ambas escalas hicieron que en la comunidad «afotadora» local se instaurara una especie de paranoia (¿estarán huyendo de nosotros?) que dio lugar a que muchos desarrollasemos el síndrome de «tu hoy no te me escapas» consistente en una alteración de las pautas habituales de comportamiento a la hora de ir a fotografiar buques tales como acudir al punto de observación con mayor antelación de lo habitual o comprobar varias veces con las numerosas aplicaciones informáticas existentes que efectivamente el barco en cuestión seguía atracado en su muelle. Tan absurda patología (que me acabo de inventar) dio lugar a un curioso fenómeno que pocas veces se produce y fue la de que la salida del gigante de la P&O fue cubierta por más fotógrafos que el juicio de la Pantoja. Les parecerá exagerado, y posiblemente lo sea, pero lo realmente peculiar fue que, sin planificación previa, muchos de nosotros nos dispusimos a lo largo de toda la costa repartiendonos los principales puntos de observación; así que ante semejante mastodonte flotante la Unidad Especializada de Afotadores Navales (o UEDAN) entró en acción desplegando a todos sus efectivos por el litoral coruñés. Imposible que el Ventura escapara sin recibir algún certero «disparo».

(Foto: Jose R. Montero)

La zona interior de la ría quedó cubierta por el Agente Candal en su ubicación del dique de abrigo, y por el que escribe, que se posicionó en la terraza del Castillo de San Antón. De esa manera el flanco de babor de la nave quedaba perfectamente cubierto, pero por si acaso nuestras cámaras fallaban al dispositivo se sumó el Agente Patiño para cubrir la banda de estribor desde su privilegiada atalaya.

(Foto: Antonio Patiño)

Ya en aguas abiertas el Ventura no tuvo descanso; en Mera lo esperaba con el dedo preparado en el disparador el Agente Montero que debido a la gran extensión de mar a cubrir gozó de la colaboración interdepartamental y de la compañía del Agente Porta (éste de la unidad militar).

Siempre hay algún inoportuno que se «cuela» en el encuadre. En este caso 
me tocó a mi (con becaria incluida)  por lo que pido perdón por fastidiar 
la foto de Jose, aunque me podía haber avisado…
(Foto: Jose R. Montero)

Ante tamaño despliegue el pobre Ventura debió sentirse como un peligroso reo al que trasladan de prisión y que es custodiado por una horda de policías atentos a todos sus movimientos o quizás se sorprendiera de la enorme expectación levantada, se sintiera halagado y esté deseoso de volver para ser de nuevo objetivo de tantos flashes. Lo cierto es que una vez el enorme ingenio flotante se perdió en el horizonte rumbo al puerto inglés de Southampton, todos los
miembros de la «brigada» respiramos aliviados; por fin se cumplían los horarios establecidos. Por fín habíamos tenido una sesión de fotos tranquila y exitosa. Por fin se había acabado
el mal fario de los últimos días…

(Foto: Jose R. Montero)


…y que no vuelva. De todas maneras si la suerte nos hubiese esquivado por enésima vez tendríamos un gran consuelo, y es que hay Ventura para rato este año ya que el navío británico tiene previsto realizar otras 8 escalas en la ciudad durante el 2013. La próxima de ellas será el 16 de mayo, fecha muy especial porque ese día compartirá atraque con el Independence of the Seas con el que protagonizará el más grande dueto de navíos de pasaje atracados juntos en la historia del puerto herculino.

Para acabar quisiera agradecer a todos los que habéis aportado fotos para la elaboración de este post, que en esta ocasión decidí tomarme con un poco de humor, en especial a Antonio Patiño, que colabora por primera vez en el blog (espero que sea la primera de muchas).

No descarten que durante la salida del Ventura algún shipspotter «de la secreta» 
fuera infiltrado a bordo.
(Foto: Manuel Candal)