El pasado martes 16 de abril fue el día escogido por la naviera británica Saga Cruises para que uno de los componentes de su flota, el Saga Sapphire, entrara en la historia del puerto de A Coruña al hacer su escala inaugural en la ciudad. Su llegada procedente de Southampton se produjo pasadas la 08:00 horas cuando el buque inició su camino hacia las instalaciones portuarias para quedar atracado en el muelle de transatlánticos poco antes de las nueve de la mañana con su proa apuntando al corazón de la ciudad. A Coruña ya tiene otra «joya» en el enorme zurrón de buques que nos han visitado.

Detalle de la proa del Saga Sapphire.

Al Saga Sapphire le cabe además el honor de ser el primero de los buques en abrir la nómina de escalas inaugurales en A Coruña el presente año, lista que aumentará, de cumplirse las previsiones, hasta las 6 naves si bien hay que admitir que la cosa tiene truco y que lo de «inaugural» para el caso de nuestro protagonista de hoy haya que ponerlo entre comillas.

Se trata de un buque de tamaño medio, alejado de las proporciones faraónicas que hoy en día son tendencia en la industria crucerística; con 37.301 toneladas de registro bruto, 199.6 metros de eslora, 28.5 metros de manga y un calado de 8.3 metros. Construido en los astilleros germanos Bremer Vulkan, al Saga Sapphire no se le podría calificar de «pipiolo» aunque llamar viejo a algo construido en el año 1981 sería tirar piedras contra mi propio tejado. Lo dejaremos entonces en que el Sapphire es un «madurito interesante» con mucho que ofrecer.

Pese a que, como digo se trata de un debut «con truco» el atraque del pasado martes no dejaba de ser una escala inaugural, y como tal se realizaron todos los actos protocolarios de rigor; ello incluyó el tradicional intercambio de metopas entre el capitán de la nave Phillip Reutell y representantes de la Autoridad Portuaria de A Coruña, de Corunna Cruise Terminal y de la consignataria Rubine en una recepción que tuvo lugar a media mañana a bordo del navío. En ella el Capitán Reutell destacó la bella estampa que la ciudad ofrece en su acceso por vía marítima asi como el privilegio de tener un atraque en el corazón mismo de la urbe.

La llamativa chimenea del Sapphire.

¿Y donde está el
truco en lo de escala inaugural?. Lo cierto es que como dije antes
estamos ante un buque veterano con más de tres décadas de vida comercial, que si bien no lo hace incompatible con el hecho
de debutar en un puerto si que suena un tanto raro. Un rápido vistazo a
su biografía nos hace aparecer una retahíla de nombres con los que este
barco ha sido conocido a lo largo de su longeva carrera, un interesante
y amplio historial digno de mención pero que me llevaría demasiado
tiempo citar en esta entrada asi que dejaremos para otra ocasión lo
de hablar de sus anteriores identidades. Lo que si les puedo decir es que cuando se botó
este buque recibía el nombre de Europa y como tal nos
visitó en julio de 1997. Esa es la escala inaugural real de ese buque
en la ciudad, lo que ocurre es que cuando un barco cambia de nombre su
primera visita con su nueva denominación se considera escala inaugural a
todos los efectos.

Incluso ya portando sus actuales y bonitos colores el Sapphire ya había «rondado el vecindario»; cuando el buque pasó por delante de la Torre de Hércules el pasado día 16 no era la primera vez que la nave desfilaba ante la vieja dama de piedra si no que ambas ya se «conocían» de antes. Fue el año pasado más o menos sobre estas fechas cuando recién iniciado su viaje inaugural el Saga Sapphire hacía su primera escala comercial y el destino fue el vecino puerto de Ferrol. Así que ya ven que a nuestro protagonista de hoy, inédito en el puerto coruñés, no le resulta del todo desconocida nuestra costa.


El Saga Sapphire pasando por delante del Castillo de San Felipe durante 
su entrada en Ferrol hace un año.

Tras pasar gran parte del día en la ciudad herculina, a las 17:00 horas el Saga Sapphire soltó amarras y después de realizar un giro en aguas interiores de la ría enfiló la salida para dirigirse a su próximo destino, el puerto de Cartagena. Por aguas gallegas tendremos oportunidad de volver a verlo dentro de pocas semanas, concretamente el 8 de mayo, día en que repetirá experiencia en nuestros muelles.

Uno más para la colección.