Hoy continúo con el repaso sobre lo que dio de sí la multitudinaria jornada del pasado miércoles en el puerto herculino y en la que los buques Azura, Le Boreal, Saga Sapphire y Serenissima protagonizaron una histórica cuadruple escala que quedará en el recuerdo de todos los coruñeses. En la segunda parte de este post especial hablé sobre dos de los componentes del cuarteto, los más modernos, y que podríamos incluír dentro de los barcos de la «nueva ola» del sector. Hoy toca hablar de los otros dos, que figuran en el extremo diametralmente opuesto; el grupo de los buques clásicos. Empiezo con el Saga Sapphire.

Con 36 años a sus espaldas nadie diría a la vista de las fotos que el Saga Sapphire era en el momento de su botadura, allá en el ya lejano 1981 (entonces se llamaba Europa) uno de los buques de pasaje más grande de su tiempo, apenas superado por los vetustos «liners» reconvertidos en cruceros como el Queen Elizabeth 2, el Canberra o el Norway (antiguo SS France). Este dato y el hecho de que en la actualidad el Sapphire ni siquiera aparezca  entre los 200 primeros por tamaño habla por sí mismo de como ha cambiado el cuento en las últimas décadas en lo concerniente a la navegación oceánica de placer. Aún con esta revolución el Saga Sapphire ha sabido adaptarse a estos «tiempos modernos» y tras unos comienzos algo dubitativos goza de una segunda juventud desde el año 2012 enrolado en las filas de Saga Cruises, una naviera orientada al mercado británico y cuya clientela busca a bordo de sus buques el más puro y genuíno «classic style».

Bueno, visto así de proa y tan de cerca aún impresiona…
(Foto: Manuel Candal)

Por último me queda hablar del que posiblemente fuera el buque más diferente del cuarteto, el que pasó más desapercibido (muchos ni siquiera creían que se trataba de un verdadesro buque de cruceros) pero particularmente para mí el componente más interesante del grupo: el Serenissima. Su nombre hace referencia al apodo con el que es conocido uno de los destinos turísticos más famosos en todo el mundo, la ciudad de Venecia y su línea delata que es todo un veterano de los mares con nada menos que casi 57 años sobre sus cuadernas. Propiedad de Premier Cruises Ltd., un consorcio croata, el buque es explotado comercialmente por la firma Noble Caledonia y pese a encontrarse próximo a celebrar su 60 aniversario el navío se mantiene en perfecta forma gracias a sus constantes actualizaciones. La más importante tuvo lugar en el año 2012, fecha en la que pasó a manos de sus actuales dueños y en la que además de adaptarlo a las nuevas normativas de seguridad, se incluyeron nuevos equipamientos a bordo  entre los que destacó la adición de los tenders en sustitución de los antiguos botes salvavidas así como 4 nuevas suites con terraza en la cubierta 5. El emblema de la nave, su mástil/chimenea, sigue invariable desde 1960.



Arriba: Sus líneas clásicas delatan que el Serenissima lleva bastantes años pateándose los mares.
Abajo: Durante su última gran reforma al Serenissima se le añadieron 4 suites con terraza. Aquí podemos ver las dos de babor.

Tras una mañana de gran movimiento en los muelles a primera hora de la tarde se inició el operativo de salida del vistoso convoy que durante unas horas había permanecido agrupado en los muelles coruñeses. Lo especial de la jornada fue aprovechado para celebrar el I Shipspotter Day o día del fotógrafo naval, una afición algo más desconocida que la del spotter aéreo pero que compartimos un buen número de entusiastas en la ciudad y alrededores. Con motivo de esta celebración se realizaron una serie de actividades especiales como un tour fotográfico de los barcos atracados desde la lancha de amarradores o una sesión fotográfica de la salida de los navíos desde la impresionante atalaya que es la terraza de la Torre de Control, a más de 60 metros sobre el nivel del mar, y que desde su ubicación en el dique de abrigo goza de una vistas privilegiada. Desde aquí agradecer tanto a la agrupación de Amarradores de A Coruña como a Salvamento Marítimo su implicación en este día tan especial para los shipspotters y aficionados a la fotografía naval y un especial agradecimiento a mi amigo José R. Montero, presidente de la Asociación Gallega de Fotógrafos Navales por sus gestiones para que todo saliera a pedir de boca.

Con motivo del I Shipspotter Day se organizaron diversas actividades como un tour fotográfico por aguas del puerto (arriba) o presenciar la salida de los 4 cruceros desde la terraza de la Torre de Salvamento Marítimo situada en el dique de abrigo (abajo).
(Foto arriba: Manuel Candal)

Pasadas las cuatro y media de la tarde comenzó la función. Y el primer actor en salir a escena fue el Azura que tras los bocinazos de rigor a modo de despedida hacia los que habían sido compañeros de amarre se puso lentamente en movimiento. De los 4 barcos el adiós del navío de P&O fue el más triste de todos, al menos para sus pasajeros, ya que su marcha de la ciudad herculina suponía iniciar el regreso a casa y poner punto y final al crucero a su llegada a Southampton. El Azura volverá al escenario coruñés el próximo 6 de septiembre.

El Azura fue el primero en partir.

Con el Azura aún perfectamente visible (y más si cabe desde lo alto de la Torre de Control) fue el Saga Sapphire el que tomó el relevo. Su difícil emplazamiento en el muelle de Calvo Sotelo Sur no fue problema para que el veterano buque ejecutara la maniobra con diligencia y pasado unos minutos  doblaba el dique y enfilaba la canal norte en búsqueda de su siguiente objetivo, el puerto de Santander. Volveremos a ver al Saga Sapphire surcar la ría coruñesa previsiblemente el 11 de noviembre.

El Saga Sapphire durante su salida de la ciudad con los faros de Mera al fondo.

El tercero en hacer mutis fue el Serenissima, que a las siete de la tarde soltaba amarras dando por concluída su estancia en A Coruña. Su pequeño tamaño hizo que levantara menor expectación que los demás miembros del grupo pero al igual que ellos dejó preciosas instantáneas mientras surcaba aguas de la ría coruñesa en dirección a su siguiente destino, que no era otro que la dársena de Gijón. Tendremos que esperar un año para volver a ver en la ciudad a este pequeño pero estiloso navío.

Despedida del Serenissima con Seixo Branco por estribor.

Por último y apenas 15 minutos después de iniciar su maniobra el Serenissima el Le Boreal imitó sus movimientos. A diferencia del buque que le precedía unas millas por proa la salida de la nave francesa acaparó más miradas;  su vanguardista estética y su bello perfil fue muy alabado por aquellos curiosos que se daban cita en los principales miradores de la costa. Al igual que el Saga Sapphire el buque francés puso rumbo a tierras cántabras

El Le Boreal se despide de A Coruña hasta 2018.

Con la despedida del Le Boreal se puso el punto y final a una maratoniana e intensa jornada en la que por segunda vez en la historia del puerto herculino coincidieron atracados 4 navíos de pasaje. Un fantástico día que fue disfrutado por cientos de coruñeses, simples curiosos o aficionados a lo naval y que tuvo un sabor muy especial para los fotógrafos navales y shipspotters. Gracias a todos los que lo hicístéis posible.

Y un especial agradecimiento a mi amigo y habitual colaborador del blog Manuel Candal por su implicación en el mismo aportando unas fantásticas instantáneas. Parte de ellas han ilustrado estas tres entradas especiales sobre la memorable jornada del pasado miércoles.

Salvo las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.