…Allemagne: dix points.

Sirva tan eurovisiva frase, aunque no venga mucho a cuento, para darle la bienvenida a nuestro protagonista de hoy: Se trata del Deutschland, de la naviera Peter Deilmann Ocean Cruises, que nos visitó el pasado 1 de septiembre.

El Deutschland amarrado al muelle de trasatlánticos con mi «amiga» la farola 
siempre enmedio.

El Deutschland  llegó a la ciudad a las 06:00 horas procedente del puerto de Hendaya en la que supone una de las escalas más madrugadoras de este 2011. Se trata de la tercera visita que esta nave realiza a A Coruña, donde lo pudimos ver por primera vez en mayo de 2006. El Deutschland es un buque de tamaño pequeño construido en el año 1998 con un registro bruto de 22.496 toneladas, una eslora de 175 metros, 23 metros de manga y un calado de 5.8 metros. En su interior puede alojar a un total de 560 pasajeros en capacidad máxima y cuenta con una tripulación formada por 270 personas.

Realmente esta nave constituye una de esas rarezas presente en la industria crucerística actual; habituados a ver en la popa de los buques de crucero banderas de paises tan «exóticos» como Liberia, Panamá, Malta, o Bahamas (lo habitual en la flota mercante) sorprende ver a un barco de esta características abanderado en Alemania y en su popa, aparte de la tricolor germana podemos ver bajo el nombre del navío el de la ciudad de Neustadt in Holstein, una pequeña localidad situada en la bahía de Lübeck, al noreste de Alemania y que es el lugar de nacimiento del fundador de la compañía, Peter Deilmann, un antiguo oficial de navegación que allá por el año 1968 se lanzó al negocio de los cruceros. Hoy en día la compañía sigue en manos familiares y operando desde la misma localidad que la vio nacer.

La popa del Deutschland constituye todo un homenaje al país germano: 
Desde el nombre de la nave, hasta la bandera, pasando por su puerto base.

Un vistazo general a las fotos descubre otra curiosidad del Deutschland; Bajo las alas del puente de mando se puede ver rotulado el logo de los juegos olímpicos y el motivo es que el Deutschland será la sede del comité olímpico alemán durante los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012. Con motivo de tal evento, la nave germana recaló el pasado mes de julio en la capital inglesa para realizar un ensayo general de 36 horas algo realmente necesario ya que, a pesar de que el Deutschland no deja de ser un buque relativamente pequeño en este mundo de gigantes que es la industria crucerística actual, constituye todo un coloso a la hora de recalar en mitad de Londres.

El Deutschland luce bajo las alas del puente el logo de los J.J.O.O.
haciendo referencia a su futuro uso de residencia del comité olímpico 
alemán en Londres 2012.

La nave no pasará bajo el mítico London Bridge y quedará amarrado algo más abajo, cerca de Canary Wharf, el corazón financiero de Londres, en una maniobra digna del mejor contorsionista: la zona de amarre en los London Docklands cuenta con un espacio de 178 metros de largo por 24,4 metros de ancho con lo que al navío germano sólo le quedará de margen algo menos de 3 metros de largo y tan sólo ¡metro y medio de ancho!. Más que atracado, el Deutschland quedará «encajado» en Londres.

 El Deutschland amarrado (encajado, más bien) en Londres con Canary Wharf  al fondo. 
La nave alemana se convirtió el pasado mes de julio en el buque más grande 
de todos los tiempos en atracar en los London Docklands.
(Foto: www.london-docklands.net)

El Deutschland lleva, muy a su pesar una gran desgracia a cuestas; la ocurrida el 25 de julio de 2000 en París. Ese día una de las mayores obras de la ingeniería aeronáutica, el Concorde, selló su destino al sufrir su primer y último accidente de su larga carrera comercial al despegar de la capital francesa y estrellarse unos kilómetros después en la localidad de Gonesse con el resultado final de 113 fallecidos.
Los 100 pasajeros que viajaban a bordo del vuelo 4590 de Air France se dirigían a Nueva York para iniciar en la ciudad de los rascacielos un crucero de 16 días a bordo del Deutschland que les llevaría por toda la costa sudamericana y tan pronto se conoció la noticia del accidente el crucero fue cancelado.

Tras una escala de 12 horas en A Coruña, a las 18:00 horas el Deutschland soltó amarras y prosiguió su travesía en dirección a nuestro país vecino. Lo normal en Portugal y para una nave de cruceros es hacer escala en Lisboa, Leixoes o Funchal pero nuestro amigo teutón demuestra ser también bastante original hasta en los puertos que toca (de hecho llegó a nuestra ciudad procedente de un destino tan inusuual crucerísticamente hablando como es Hendaya), y la elegida como punto de atraque fue la localidad de Viana do Castelo.

La maniobra de salida, como muchas de los colosos que nos visitan fue grabada por mi amigo Jose Montero y se puede ver en el siguiente vídeo: