Espectacular, grandioso, soberbio… Es difícil describir con palabras a nuestro protagonista de hoy porque cualquiera de las que utilicemos se quedará corta, y posiblemente la afirmación «una imagen vale más que mil palabras» cobra todo su sentido en el caso que nos ocupa.
El Celebrity Eclipse realizó su debut en tierras herculinas el pasado 10 de septiembre y ciertamente las expectativas que se habían creado desde que se conociera su presencia en nuestra ciudad fueron superadas con creces por el que se ha convertido ya en uno de los navíos más espectaculares que se recuerden amarrados en los muelles coruñeses.

La función dio comienzo hacia las 10:30 horas. A esa hora la proa del coloso pasaba por delante de la Torre de Hércules, dando la bienvenida por primera vez al gigante norteamericano que se llegaba a A Coruña procedente del puerto de Cartagena de donde zarpó dos días antes. Los pasajeros que viajaban a bordo del Eclipse tenían ganas de pisar tierra firme tras una jornada entera de navegación.
A medida que la mole se acercaba más y más a los muelles aumentaba el
porcentaje de viandantes que se quedaban con la boca abierta, y no es
para menos porque el Eclipse provoca de todo menos indiferencia. Se
puede decir con toda propiedad que el buque de Celebrity Cruises lo
«eclipsó» todo y a todos…

Construido en el año 2010 en los astilleros alemanes Meyer Werft se trata del tercero de una serie de 5 buques gemelos, todos ellos con nombres muy «celestiales» y que se agrupan bajo el nombre genérico de clase Solstice por ser éste el nombre de la primera unidad construida. El Celebrity Eclipse hace palidecer con sus números a casi todo objeto flotante que haya tocado el puerto coruñés alguna vez: Con 315 metros de eslora, 36,9 metros de manga y un calado de 8,3 metros tiene un registro bruto de 122.000 toneladas. En A Coruña tan sólo ha habido 3 barcos de pasaje más grandes que él (Queen Mary 2, Navigator of the Seas e Independence of the Seas).

Semejante mastodonte es movido por un diesel que transmite 41.000 KW a 2 pods azimutales capaces de propulsar al Eclipse a una velocidad máxima de 24 nudos. Los pods sustituyen al tradicional sistema de hélices y timón y permite a los barcos que los llevan mejorar en maniobrabilidad y disminuir el ruido y las vibraciones generados por la hélice al girar, ventajas muy importantes tratándose de embarcaciones de pasaje. Un día dedicaré un post a explicar como funciona este tipo de propulsión, cada vez más extendida entre las naves de crucero.

¡Vaya bicho!.  La lancha de prácticos se lanza al «abordaje» del Eclipse para 
realizar la maniobra de entrada en el puerto.

De la apariencia externa del Celebrity Eclipse se podrían comentar mil detalles, más allá de lo impresionante de su tamaño y es que si éste ya es suficiente motivo para contemplar esta maravilla flotante, su diseño tampoco pasa desapercibido ni mucho menos. Siendo la proa algo más convencional (si es que hay algo «convencional» en este barco), las miradas se centran sobre todo en la popa y en la particularidad de sus dos chimeneas situadas en línea, todo un guiño al pasado, a los tiempos de aquellos grandes y afamados trasatlánticos de principios y mediados del siglo XX, y cuya tendencia recuperan muchas navieras hoy en día en el diseño de sus naves para alegría de shipspotters. De la «X» que corona la chimenea delantera hablaré con más detenimiento en las posteriores escalas del Eclipse en la ciudad ya que resulta una historia bastante curiosa y a tenor de lo que se escuchaba por los muelles a la gente le intrigaba bastante el significado de tal símbolo.

La doble chimenea recuerda a los antiguos barcos de pasaje (arriba). 
La «X» de la chimenea delantera  (detalle foto abajo)  llamó mucho la 
atención entre los paseantes.

La popa por su parte tiene un diseño de lo más original. Comenzando desde abajo sorprende la base plana tan marcada, necesaria para la utilización de propulsión mediante pods, además de la mejora de estabilidad y ahorro de combustible que proporciona este tipo de forma, conocida en el argot marítimo como «ducktail» (o cola de pato). Subiendo nos encontramos con un cinturón completamente acristalado en azul oscuro en la cubierta Entertainment, y que en su interior alberga el Tuscan Grill, un restaurante especializado en platos italianos y carnes que permite saborear una buena comida mientras se contempla la estela del barco avanzando en alta mar. Las siete cubiertas siguientes albergan camarotes con balcón exterior y se van superponiendo en grada creando un gran impacto visual.

La espectacular popa del Celebrity Eclipse.

El conjunto lo cierran otras 2 cubiertas; justo por encima de los camarotes la cubierta Lido, que a popa alberga el Oceanview Café, en opinión de los expertos el mejor buffet de cuantos se pueden encontrar a bordo de cualquier nave de pasaje. Por encima de la cubierta Lido y para coronar la popa (aunque el Celebrity Eclipse aun tiene un piso superior) se encuentra la cubierta The Lawn Club que a popa desemboca en el Sunset Bar. Esta cubierta alberga uno de los grandes rasgos de este barco pero también voy a mantener el secreto hasta la próxima entrada porque verdaderamente de The Lawn Club se podrían escribir largas parrafadas de como la capacidad de provocar sorpresa por parte de la industria crucerística parece no tener freno.

Durante unas 10 horas los pasajeros que viajaban a bordo del Celebrity Eclipse tuvieron la oportunidad de conocer la ciudad y sus alrededores y los coruñeses por su parte pudieron disfrutar de la presencia del gigante amarrado casi toda la jornada en el muelle de trasatlánticos. Muchos fueron los que se acercaron para ver el coloso pero la realidad era que no había necesidad de aproximarse en exceso puesto que el Celebrity Eclipse era visible desde muchos puntos de la ciudad y muchos se sorprendieron al ver como un nuevo edificio había brotado en el centro mismo de la urbe.

Celebrity Eclipse: Rascacielos móvil.

La salida del Eclipse también levantó gran expectación. Decenas de personas se agolparon en las inmediaciones del Parrote para despedir al navío, cuya salida estaba prevista para las 21:00 horas. Minutos antes de alcanzar la hora fijada todo parecía dispuesto para la salida, con los amarradores a la espera, la lancha de prácticos en posición y la tripulación del crucero esperando órdenes. Con el último cabo arriado el Celebrity Eclipse comenzó a separarse del muelle ayudado por sus tres hélices auxiliares de proa, y cuando el buque se hallaba distanciado del mismo una decena de metros…. se paró.

Tras soltar amarras el Eclipse se separó unos metros del muelle…
y ahí se quedó.

Era evidente que algo pasaba. Tras un par de minutos en «stand-by» el Eclipse invirtió la maniobra, sus auxiliares empujaron a favor de muelle y los operarios volvieron a lanzar cabos a tierra; era la confirmación de que algo no iba bien.
tras varios minutos el misterio se resolvió cuando en la lejanía apareció una ambulancia haciendo sonar su sirena. La escala se volvió a situar en el costado del navío para desembarcar a una persona que necesitaba asistencia médica y que tras ser examinada por el personal sanitario fue llevada al complejo hospitalario de A Coruña.

La tripulación del Celebrity Eclipse realiza la maniobra de atraque bajo las 
órdenes del práctico desde el ala de babor del puente de mando.

El incidente se saldó con un retraso aproximado de unos 30 minutos, tras los cuales el Celebrity Eclipse volvió a soltar amarras esta vez si de forma definitiva para poner rumbo a Southampton, punto y final a un cuento de hadas de 17 días con inicio y fin en la ciudad del sur del Reino Unido.

Tras su exitoso debut en A Coruña, el Celebrity Eclipse volverá a visitarnos el próximo día 26 de este mes coincidiendo con la escala del Independence of the Seas que será obligado a atracar en Ferrol por razones de espacio. Será una nueva oportunidad de volver a gozar con las maniobras de este fabuloso barco, uno de los más bellos que surcan los mares hoy en día.