A la hora de considerar las escalas de los buques de crucero que se acercan a la ciudad están aquellas cuya relevancia reside en el tamaño del navío en cuestión y que supone aportar una gran suma de cruceristas en las estadísticas al final del año, y luego están las que a pesar de su reducido porte y su pequeña aportación de turistas otorgan un gran prestigio por la relevancia de su protagonista. La visita a la ciudad del Europa este pasado martes se engloba dentro de esta última categoría.

Visita con mayúsculas la de este pasado martes en aguas coruñesas.

Procedente del puerto asturiano de Avilés la lujosa nave propiedad de la compañía alemana Hapag-Lloyd atracó sobre las siete y media de la mañana para brindar la oportunidad a sus 400 turistas, germanos en su mayoría, de poder bajar a tierra y descubrir la ciudad que se abría a sus pies. Tampoco faltaron las habituales excursiones a los alrededores con Santiago de Compostela como plato estrella.  La escala del Europa en A Coruña formaba parte de un crucero que llevaba por nombre «Impressions of Western Europe» («impresiones de la Europa Occidental»), una singladura de dos semanas de duración con salida el pasado 26 de agosto desde el puerto de Hamburgo y escalas en Honfleur, Guernsey (Islas del Canal), St. Malo, Brest, Belle Ile, Burdeos, St Jean de Luz y las mencionadas paradas en tierras asturianas y gallegas. La ruta llegó ayer al puerto de Lisboa, que supuso el punto final a este cuento de hadas. Los cuentos de hadas eso sí, no son precisamente baratos y menos en una «carroza» tan lujosa como el Europa; un crucero como el descrito sale por unos 5.000 euros en el alojamiento más barato.

Si un buque lleva la marca de Hapag Lloyd en la chimenea significa que viajar en él no sale barato.

Y es que el Europa no es un navío más. Los lectores habituales del blog o aquellos que conozcan algo del mundillo crucerístico lo sabrán; en su día nuestro protagonista de hoy estaba considerado como el mejor buque de cruceros del mundo, un título ganado a pulso y que es otorgado por la prestigiosa publicación Berlitz, que cada año analiza minuciosamente todos y cada uno de los parámetros susceptibles de ser valorados en todo lo que concierne a un barco de este tipo: desde los itinerarios a la calidad de servicio, pasando por las instalaciones de ocio, la gastronomía o las condiciones higiénicas a bordo y estado general de la nave. En 1999, el año de su debut, el Europa se hizo con este codiciado premio y repitió al año siguiente, y al otro, y al otro… así hasta 13 veces consecutivas.

En el Sansibar Bar a bordo del Europa.
(Foto: Hapag Lloyd Cruises)

Argumentos no le sobraban al Europa para ser considerado como el rey de los cruceros a principios del nuevo milenio. Con 28.890 toneladas de registro bruto era considerado en aquella época un buque de tamaño medio pero su capacidad de pasaje era extraordinariamente reducida (408), más propia de navíos de la mitad de su tamaño. Esta combinación lo hacía (y lo hace) poseer uno de los ratios de espacio por pasajero más altos jamás vistos en esta industria alcanzando un estratosférico 70´4, a años luz de la competencia. Su tripulación formada por 280 personas le otorgaba otra dato impresionante, una proporción de un pasajero y medio por cada tripulante, lo que se traducía en unos niveles de atención sin precedentes. Otra característica reseñable del Europa era que sus 208 camarotes eran exteriores y de ellos más del 80% tenían balcón privado. Hoy en día esta característica puede resultar poco llamativa por la tendencia de esta industria a incorporar cuantos más alojamientos con la famosa «veranda» incorporada mejor pero en 1999 estos números eran una auténtica revolución. La presencia de balcón en la mayor parte de sus camarotes no era la única característica llamativa de los alojamientos del Europa; también sus medidas se salían de lo que era norma por aquel entonces, con cabinas cuyo tamaño mínimo era de 27 metros cuadrados (sin el balcón) y que destacaban además por sus altos techos de 4´5 metros. El equipamiento de los camarotes también estaba a la altura: el Europa fue el primer buque de pasaje en dotar todos sus camarotes con un ordenador, los baños estaban recubiertos de mármol y granito y sus 12 suites equipadas todas ellas con una cabina de sauna individual.Todas estas caracteriticas siguen dejando con la boca abierta a día de hoy.

Una de las 156 Veranda Suites a bordo del Europa.
(Foto: Hapag Lloyd Cruises)

En el aspecto técnico el Europa también resultó un barco rompedor. Sin ser una auténtica primicia en el campo de los cruceros (el honor le corresponde al Carnival Elation) el Europa fue uno de los primeros navíos de su clase en estar propulsado mediante pods, un sistema formado por unos motores encapsulados que sustituyen a la tradicional propulsión mediante hélices y timones. Las ventajas del uso de pods radican en una mejor maniobrabilidad y sobre todo una notable reducción del ruído y las vibraciones con el consiguiente beneficio para los alojamientos situados más a popa. El Europa está equipado con dos propulsores azipod suministrados por la marca sueco-suíza ABB que rinden una potencia total de 13´3 MW cada uno.

En esta foto podemos ver los dos azipods encargados de propulsar al Europa. En el momento de su botadura el buque germano fue uno de los primeros navíos de su clase en equipar este sistema de propulsión.
(Fuente: motorship.com)

Tras 13 años en la cúspide como monarca de los cruceros al Europa le llegó el momento de ceder el cetro. Viendo que la competencia era inzapaz de hacerle morder el polvo parecía obvio que al buque germano sólo lo podría derrotar él mismo… y eso es exactamente lo que ocurrió. En 2011 los astilleros STX Europe iniciaron la construcción del que sería nuevo buque insignia de la Hapag Lloyd. El resultado fue el Europa 2, en esencia una versión revisada del formidable Europa pero con un mayor tamaño que se tradujo en un ratio espacio por pasajero de otro planeta que alcanza el 83. Desde la aparición de su hermano, al Europa no le ha quedado más remedio que resignarse a aparecer tras él en la prestigiosa clasificación Berlitz, claro que tampoco debe de ser una deshonra que aquel que te haya superado haya sido un navío creado a tu imagen y semejanza. El tiempo sin embargo juega en contra de nuestro protagonista; y es que pese a las continuas reformas para mantenerlo al día, el Europa no puede negar el hecho de que va camino de la veintena, que cada nueva temporada tiene que «pegarse» con los barcos de la competencia recién salidos de los astilleros y que éstos cada vez se acercan más a los antes inalcanzables niveles de lujo marcados por Hapag Lloyd con los dos «Europas». Este año incluso podría ocurrir lo impensable hace varios años: que la naviera germana se viera desplazada del lugar más alto de la clasificación. El culpable, el recientemente botado Seven Seas Explorer.

Los dos «Europas» cuentan desde hace unas semanas con un difícil rival: El Seven Seas Explorer.
(Foto: Regent Seven Seas Cruises)

A pesar de ello el Europa sigue siendo el espejo en el que mirarse a la hora de hacer las cosas bien; hace unos días Hapag Lloyd anunciaba el acuerdo con los astilleros noruegos Vard para la construcción de dos nuevos buques de expedición. Del proyecto tan sólo se han dado a conocer unas cifras generales 16.100 toneladas de registro bruto, 138 metros de eslora y capacidad para 240 pasajeros pero la imagen generada por ordenador con el aspecto que tendrán los futuros buques no deja lugar a dudas: el germen del Europa está impreso en ellos. En algunos blogs especializados he leído que el nombre de los futuros buques será precisamente Europa y Europa 2, algo que me causa extrañeza. ¿dos navíos en una misma compañía y exactamente con el mismo nombre?. Suena raro. De lo que no hay duda es que serán formidables.

Imagen por ordenador del aspecto que tendrán los nuevos buques de expedición de la naviera alemana. 
(Foto: Hapag Lloyd Cruises)

Volviendo al pasado martes tras una larga estancia en la ciudad herculina el Europa puso fín a la misma a las 11 de la noche, hora a la cual zarpó rumbo a tierras lisboetas. La oscuridad reinante a esa hora y la temprana hora de llegada, con niebla incluída, son las circunstancias que han provocado que apenas haya podido ilustrar la entrada de hoy con fotos de esta escala siendo la mayor parte de ellas (al menos las que se ven a plena luz del día) tomadas de mi archivo particular o de diferentes webs. En otra ocasión será…