Espléndido es poco (Parte II)

En la primera parte de esta entrada especial dedicada al MSC Splendida con motivo de su escala inaugural en nuestra ciudad hace algo menos de un mes comenté algunos rasgos generales de este barco perteneciente a la naviera MSC Cruises. Hoy quiero volver a hablar sobre este magnífico buque pero centrándome en todo lo que esconde en su interior, que como se pueden imaginar no es poco.



 

Y es que a lo largo y ancho de esta obra de arte flotante encontramos un maravilloso espectáculo visual que dejará asombrado a cada uno de los cruceristas desde el momento mismo en que pongan un pie a bordo, un sinfín de innumerables opciones lúdicas en un ambiente en el que se  percibe un marcado carácter italiano que no sólo se respira en su elegante decoración sino en cada uno de los más pequeños detalles que nos podemos encontrar en cada uno de sus rincones. Los encargados de plasmar la esencia del país transalpino en esta nave, al igual que en el resto de la flota MSC, ha sido el equipo de Studio De Jorio Design, una de las compañías más afamadas a la hora de vestir por dentro a este tipo de buques.

La esencia italiana rezuma en cada metro de este fastuoso buque. Se ha cuidado hasta el más mínimo detalle, incluído el nombre de las cubiertas (o puentes) que llevan nombres de grandes maestros de la pintura italiana: Desde la cubierta 5, la primera para el pasaje, que recibe el nombre de Canaletto hasta la 16 denominada Michelangelo pasando por Modigliani, Tiziano, Giotto, Tintoretto, Botticelli, Caravaggio, De Chirico, Della Francesca, Raffaello, o Leonardo. La única excepción a esta artística nomenclatura la encontramos en la cubierta más alta, la 18, que simplemente se denomina como suele ser habitual en este tipo de buques Sun Deck.

Todas las características que nos encontramos a bordo y que definen a esta nave se concentran en la estancia que recibe a los cruceristas una vez cruzan la escala del barco. En el centro de la cubierta 5 se abre el gran atrio central del MSC Splendida, el centro neurálgico del buque. Con sus cinco pisos de altura este hall está presidido por una enorme escalera jalonada por varios ascensores panorámicos desde los que los pasajeros pueden acceder a las diferentes cubiertas. Materiales como el cristal y el mármol le dan ese toque elegante y sofisticado a este emplazamiento que tiene su guinda perfecta en el piano con incrustaciones de cristales de Swarovski que preside el espacio central. La escalera que comunica el atrio con la cubierta 6 está decorada con esos mismos cristales por lo que puede presumir de ser una de las más caras en alta mar, con un coste aproximado de 6.000 euros por escalón.

Desde el atrio se abre ante nosotros un enorme mundo de posibilidades con una gran oferta de ocio para todos los públicos. Empezando por las opciones más convencionales y que nos podemos encontrar en la mayoria de megacruceros de este tipo tenemos en primer lugar The Strand Theatre, el teatro del MSC Splendida que con su altura de tres cubiertas cuenta con un aforo de 1.600 butacas y ofrece vistosos espectáculos cada noche. Otra estancia habitual es el casino, que en nuestro protagonista de hoy recibe el nombre de Royal Palm. Situado a proa de la cubierta 6 cuenta con más de 1.000 metros cuadrados con mesas y máquinas tragaperras que no le hacen envidiar nada a los de Las Vegas.

En la cubierta 16, casi coronando el barco encontramos varias alternativas lúdicas siendo algunas primicia en alta mar, entre ellas el 4D Cinema, que ofrece al espectador la posibilidad de sumergirse en la acción de la película proyectada gracias a sus butacas con movimiento y sus proyectores de viento. Tiene un coste de 6 euros por película. Otra novedad es el simulador de F1, a proa de esta misma cubierta y que permite vivir una experiencia muy parecida a la realidad pilotando un monoplaza de tamaño real, tan real que en un principio nos costará mantener el coche en la pista. La carrera cuesta 8 euros. La oferta de ocio en esta cubierta se completa con la sala de videojuegos Virtual World junto a la discoteca Club 33 que ocupa gran parte de la estructura circular acristalada que corona el MSC Splendida.

Si lo que simplemente buscamos es un lugar para sentarnos a charlar tomando algo, el MSC Splendida ofrece un buen puñado de rincones con encanto para pasar la tarde. Entre los más destacados tenemos The Purple Jazz Bar, en la cubierta 7, decorado en tonos violeta y que ofrece una amplia gama de bebidas de las mejores marcas. Al lado de éste se encuentra el Sports Bar, donde los pasajeros pueden jugar a los bolos o cantar en el karaoke. También destacar L´Enoteca, un bar especializado en la degustación de vinos y cuya decoración imita a la de una auténtica bodega. Uno de las estancias preferidas por casi todos los que suben a bordo del Splendida es La Piazzetta, un lugar cuya decoración imita a la de una típica plaza de pueblo con sus columnas alicatadas, enrejados de hiedra e incluso una fuente en el centro de la estancia. Las mesas de hierro forjado situadas a lo largo de la habitación ponen la guinda a esta cuidada ambientación y ofrecen a los pasajeros la oportunidad de disfrutar de un helado o un pastelillo.

La oferta culinaria es uno de los atractivos a bordo del MSC Splendida, que ofrece a sus comensales diversas opciones para satisfacer a todos los paladares.  Una vez se encuentran a bordo los pasajeros son asignados a alguno de sus dos restaurantes principales, por un lado La Reggia, en la cubierta 5, un amplio y elegante espacio de dos pisos decorado en tonos marrones, y por otro el Villa Verde, a popa de la cubierta 6, decorado como su nombre indica en tonos verdes y que además ofrece extraordinarias vistas panorámicas. Fuera de la oferta convencional, o lo que es lo mismo, con un coste adicional tenemos el Tex Mex Santa Fe, en la cubierta 7, especializado en comida mejicana o el exclusivo restaurante L´Olivo en la cubierta 15 con diferentes propuestas de la cocina mediterránea y que está disponible unicamente para los pasajeros del MSC Yacht Club.

Cada vez es más tendencia en la industria crucerística ofrecer algunos servicios extra a sus clientes más exclusivos. En cierto modo es como una vuelta hacia el concepto de clases a bordo en el sentido en el que determinadas zonas de la nave está restringidas a según que cruceristas en función de lo que hayas contratado. En el caso del MSC Splendida a esa zona VIP la han llamado Yacht Club y ocupa la proa de las tres cubiertas más altas de la nave. En ella encontramos 99 exclusivas suites con servicio mayordomo 24 horas además de otras estancias de uso privado como el Top Sail Lounge (un impresionante salón panorámico), una piscina privada o el Solarium. Los socios de este lujoso club además de estas instalaciones gozan de ciertos privilegios como la posibilidad de comprar en las tiendas de a bordo fuera del horario de apertura o la prioridad de reserva en muchas instalaciones. Por tener los socios de este particular club tienen hasta un ascensor propio.

El MSC Splendida dispone de 5 piscinas exteriores, 4 interiores y 12 jacuzzis. La zona principal de piscinas es el AquaPark, en la cubierta 14, un espacio ambientado con palmeras y equipado con 150 chorros de agua que cuentan con un sistema de iluminación que por la noche convierte este lugar en una atracción acuática con el agua bailando al compás de la música. Por toda el área se intercalan las tumbonas, pocas para la capacidad total de pasaje de la nave. Al lado de esta zona encontramos L´Equatore, la piscina cubierta con techo retráctil de la nave y sin lugar a dudas la que más éxito tiene a bordo no sólo por su cuidada decoración sino porque permite disfrutar de un baño con independencia de las condiciones climatológicas. Cuenta con una tienda en su interior y también con un bar. Otra opción es la llamada Playa del Sol, a popa de la cubierta 15, una zona más tranquila ya que no está permitido el acceso para niños. Relacionado con el agua no podemos dejar de mencionar el MSC Aurea Spa, un gran espacio de relajación situado a proa de la cubierta 14 que cuenta con 1.615 metros cuadrados donde se ofrecen distintas opciones como sesiones de hidromasaje, baños turcos, masaje balinés, sesiones de talasoterapia,
salas de relajación, solarium, etc…

Los más deportistas cuentan con numerosas opciones a bordo del Splendida encontrándose en gran medida concentradas en la cubierta 16 donde a popa nos encontramos el MSC Sport Arena, una pista para la práctica de diversos deportes. Otras opciones son el tenis de mesa, el tradicional shuffleboard o el anillo de jogging para los que prefieren correr. Como es habitual en estas enormes megaciudades flotantes el MSC Splendida cuenta también con un impresionante gimnasio situado a proa de la cubierta 14, dotado de los aparatos cardiovasculares y de fuerza más avanzados para ejercitar el cuerpo mientras se disfruta de unas vistas privilegiadas.

La oferta de alojamientos que ofrece el MSC Splendida es amplísima como cabría esperar en un buque de más de 130.000 TRB. Del total de sus 1.637 camarotes el 82% son exteriores y de ellos una gran mayoría (1.256) tienen balcón privado. El tamaño de los mismos varía desde los más modestos camarotes interiores que alcanzan los 16 metros cuadrados hasta las MSC Yacht Club Royal Suite de 36 metros cuadrados a los que hay que sumarles los 16 metros cuadrados de su terraza privada. El diseño de todos los alojamientos es muy atractivo y su equipamiento muy completo si lo comparamos al de otros buques de su misma categoría. Las suites del MSC Yacht Club incluyen a mayores de las del resto de la nave cuartos de baño de mayor tamaño y calidad en el que prolifera el uso del mármol, sábanas de algodón egipcio, minibar gratuito e incluso una Nintendo Wii.

En definitiva un barco de ensueño en el que su acertado diseño exterior va en consonancia con todo el atractivo y potencial que encontramos a bordo. Porque lo que hemos visto en este post son unas breves pinceladas de todo lo que nos ofrece la naviera MSC con este barco, un buque cuyo nombre no engaña. ¡Esta nave es espléndida!.