El protagonista involuntario de esta historia.

Aunque no muy relacionado con el tema central de este blog, la indignación me obliga a escribir sobre el asunto que hace unos días mi buen amigo Jose Montero puso en mi conocimiento.
Si durante las pasadas fechas han tenido ocasión de ver un telediario u ojear un periódico se habrán enterado (aparte de que todo está fatal) de que al otro lado del Atlántico han estado estos días atrás muy atareados preparando la llegada de Irene, una malhumorada e indeseada visita en forma de huracán categoría 3.
Si aquí los medios se han volcado en el tema pueden imaginarse la cobertura mediática que se ha hecho desde el país de las barras y estrellas; horas y horas ofreciendo la última hora de los acontecimientos con información actualizada tanto en televisión como en radio o prensa escrita. Y todo ello con la objetividad de la que se jactan cada uno de esos medios (tanto en aquella orilla como en ésta ) lo que te hace esbozar una mueca de hilaridad cuando no una sonora carcajada a sabiendas de que es más fácil encontrarse con un gordo embutido en un traje rojo bajando por la chimenea hacia finales de diciembre que la objetividad en media hora de telediario.
Con este panorama al menos les queda el consuelo de presumir de rigor informativo y veracidad. ¿Rigor y veracidad? por favor, no me hagan hablar….
Parece ser que el rigor informativo se lo debió llevar el viento (habrá sido Irene) en el caso del «Florida News Journal«. En su edición del pasado 25 de agosto se hacía eco de las dificultades que estaban encontrando los buques que navegaban por la costa este del país ye que intentaban escapar del poderoso aliento de Irene. El artículo se ilustraba con una bonita foto de uno de esos barcos que navegaba «in trouble» escapando del huracán en mitad del «stormy seas». Aquí les dejo la foto en cuestión:

Se trata del Balmoral que parece defenderse como puede de los embates del mar embravecido por la acción del huracán, pero muchos de ustedes ya se habrán dado cuenta de que aquí hay gato encerrado. La foto en cuestión pertenece a Jose Montero, amigo, compañero de afición, español y residente en A Coruña. ¿Qué ocurre?, ¿la casualidad ha querido que el bueno de Jose se encontrase con la instantánea de pura casualidad durante sus vacaciones en la costa norteamericana?. Pues va a ser que no…
La solución es más fácil y es que esta foto se realizó desde la Torre de Hércules (que a Jose le queda más a mano). Y no es que su cámara tenga un megazoom que le permite  inmortalizar los rascacielos de Manhattan desde nuestro propio faro; es que se trata de una foto correspondiente a la salida que el buque de la Fred. Olsen Cruise lines hizo desde A Coruña el pasado enero de 2009 cuando se vio azotado por el ciclón Klaus.

El AidaBlu navegando cerca de la isla de Santorini (Grecia). 
El faro que aparece a la derecha de la foto guarda cierto parecido con la Torre de Hércules 
pero en realidad no tiene nada que ver (Por intentarlo que no quede…)

A partir de aquí ya podemos montar el resto de la historia: El encargado de documentación (si es que se le puede llamar así) del susodicho diario simplemente ha encendido el ordenador y en la barra de búsqueda de Google ha tecleado las palabras «ship» «storm» o algo parecido y en las primeras páginas de búsqueda se habrá topado con la foto del señor Montero. Ahora ya sólo queda lo fácil (si es que este paso había sido difícil): Copiar, pegar y…pim, pam, pum… ¡ya tenemos nuestro artículo ilustrado!.
A golpe de ratón el  Balmoral ha pasado instantaneamente (nunca mejor dicho) de los 43º 21´ N y 8º 23´ W de nuestra costa a algún punto entre la Florida y la costa de Massachussets. Ni David Copperfield lo superaría.
Tras la parte chapucera del asunto, más propia de un cómic de Pepe Gotera y Otilio que de un periódico serio vamos con la parte indignante del tema y es que los responsables ni siquiera se pusieron en contacto con el autor de la foto para pedir permiso de utilización, es más; ni siquiera pusieron su nombre en el artículo (con 11 caracteres en Times New Roman a pie de foto creo que hubiese bastado) pero total ¿para qué molestarnos?….

El Seabourn Pride atracando en los míticos «docks» de Nueva York. La niebla
impide ver los rascacielos típicos del Lower Manhattan que hay detrás. 
(y si cuela, cuela….)

Me consta que la inmensa mayoría de «shipspotters»  no nos dedicamos a ésto con afán de lucro (al menos puedo asegurarlo en el caso de Jose y en el mío propio) y que no nos importa compartir el material con todo aquel que quiera usarlo con uno u otro fín (que sea lícito) siempre y cuando se reconozca al autor de la obra. Yo también utilizo muchas veces en este blog material ajeno para ilustrar algunos posts, pero procurando siempre reflejar al autor de la foto prescindiendo muchas veces de instantáneas espectaculares por no tener claro este dato (reconozco que a veces caigo en el pecadillo de incluir fotos con la coletilla de «autor desconocido» cuando no queda otra, pero jamás me las apropio).
Al final un responsable del periódico se ha puesto en contacto con el damnificado de esta historia para pedirle disculpas y asegurar que se había tratado de un «error», así que las aguas han vuelto a su cauce, pero estaría bien que estas cosas no se repitieran en un futuro: Ya está mal que haya gente que tome como propias las fotos de otros autores, pero que lo haga un medio de comunicación serio ya clama al cielo. No es la primera vez, y lamentablemente no será la última…