El exclusivo buque Sea Cloud Spirit abrió ayer el calendario de escalas de cruceros de septiembre en la bahía herculina. 30 días de gran actividad crucerística por ser éste junto a mayo los meses con mayor afluencia en este tipo de tráficos.

Y para abrir boca qué mejor que una escala inaugural puesto que el Sea Cloud Spirit es un navío hasta ahora inédito en nuestras aguas. En su primera comparecencia en la rada herculina el espectacular velero de bandera maltesa adelantó su llegada casi 14 horas sobre su horario programado debido a la previsión de mal tiempo en la zona. Procedente de Gijón el Sea Cloud Spirit llegó pasadas las siete de la tarde de este sábado con 69 cruceristas. Estos son en su mayoría de nacionalidad germana puesto que la naviera para la que opera el velero, Sea Cloud Cruises, lo hace para ese mercado.

Sea Cloud Spirit
La visita del Sea Cloud Spirit este sábado supone la escala inaugural del buque en el puerto de A Coruña. (Foto: Diego Veiga)

Construcción gallega para uno de los principales veleros del mundo

Construido en aguas gallegas, la génesis del Sea Cloud Spirit fue posiblemente una de las más complejas y problemáticas de cuantas ha habido en la industria crucerística en los últimos años, como explicaré más adelante. Finalmente el navío pudo hacerse a la mar en septiembre de 2021.

El Sea Cloud Spirit es uno de los mayores veleros del mundo. Tiene 5.431 T.R.B. y sus medidas principales alcanzan los 138 metros de eslora incluyendo el bauprés, 17´ 2 de manga y un calado de 5´ 56 metros. El tope del mástil principal roza los 58 metros de altura sobre la línea de flotación. Estos números lo convierten en el 5º mayor velero del mundo por volumen, sólo por detrás de los gemelos Club Med 2 y Wind Surf, el Golden Horizon y el megayate privado SY/ A, propiedad del magnate ruso Andreiy Melnichenko.

detalle de popa del Sea Cloud Spirit
(Foto: Diego Veiga)

El buque cuenta con 4 cubiertas dedicadas en exclusiva al pasaje en las que se reparten sus 69 suites, pues no olvidemos que el buque opera en el segmento de los cruceros de lujo. Esto le otorga una capacidad para 136 pasajeros a los que hay que sumarle sus 85 tripulantes.

A nivel técnico el Sea Cloud Spirit es un velero de tres palos aparejado en fragata que cuenta con un total de 29 velas. Con ellas puede enfrentar al viento una superfIcie vélica total de 4.165 m2.

Además de las velas, el barco equipa un sistema diesel-eléctrico compuesto por cuatro motores diesel MAN 8L23/30H que suministran energía a dos motores Siemens eléctricos, que son los encargados de accionar las dos hélices del Sea Cloud Spirit.

Sea Cloud Spirit
(Foto: Diego Veiga)

Una de las construcciónes más problemáticas de la industria crucerística

Que el Sea Cloud Spirit figura por derecho propio en los primeros puestos de casi todas las clasificaciones referidas a barcos de su tipología es un hecho. También lo es, muy a su pesar, por un récord que dificilmente le será arrebatado. Y es que el velero es el buque de pasaje actualmente en servicio cuya construcción se demoró más en el tiempo; entre la fecha de inicio de los trabajos y su entrega transcurrieron exactamente 12 años, 10 meses y 11 días.

Fue en marzo de 2007 cuando Hansa Treuhand, holding propietario de la naviera Sea Cloud Cruises, firmó un acuerdo para construcción de un nuevo supervelero basado en las líneas maestras de sus dos buques, el original Sea Cloud y su versión actualizada, el Sea Cloud II. Los elegidos para llevar a cabo tan colosal empresa fueron los astilleros Factoría de Naval de Marín, que bajo la supervisión del ingenierio vigués Íñigo Echenique comenzaron la construcción del nuevo coloso en julio de 2008.

El Sea Cloud Spirit transitando frente a los faros de Mera
El Sea Cloud Spirit transitando frente a los faros de Mera. (Foto: Diego Veiga)

Pero el sueño del astillero pontevedrés pronto se tornó en pesadilla. La llegada de la crisis económica mundial puso en serios aprietos a la factoría gallega, que se vio obligada a paralizar los trabajos en el megavelero, por aquel entonces previsto a bautizarse como Sea Cloud Hussar. La situación se volvió cada vez más insostenible hasta que en el verano de 2010 se declaró en suspensión de pagos. Hansa Treuhand rechazó el futuro Hussar por el encarecimiento del proyecto y el casco desnudo del futuro gigante a vela quedó abandonado en la grada con un futuro incierto por delante.

Durante varios años la imagen del puerto de Marín estuvo presidida por el gigante casco de un barco sin nombre, conocido simplemente por su nombre genérico de construcción, C-158, y con Bankia, acreedor hipotecario del astillero, como nuevo propietario.

Sea Cloud Hussar en Marín
Durante varios años la imagen del gigantesco velero inacabado en la grada del astillero fue la estampa habitual en el puerto de Marín. (Foto: Diego Veiga)

De la ría de Pontevedra a la de Vigo

En 2014 se hizo la luz al final del túnel. El astillero marinense Nodosa se hizo con Factoría Naval y como parte del acuerdo de compra estipuló la liberación de la mayor grada del astillero antes del 30 de junio de 2015, ocupada entonces por el casco del megavelero. A un mes de cumplirse el plazo, el casco C-158 tocó el agua por primera vez, una botadura sin el boato y la pompa que suelen tener este tipo de actos y muy diferente a lo que cabría imaginarse años atrás cuando se inició la construcción del barco. Días después el C-158 abandonaba Marín a remolque del Pau da Luz rumbo al sur. De la ría de Pontevedra a la ría de Vigo. Metalships & Docks, la factoría perteneciente al Grupo Rodman, sería la encargada de acoger al velero a la espera de encontrar un comprador.

Sea Cloud Spirit en A Coruña
El Sea Cloud Spirit a su llegada ayer al puerto coruñés, pasando a la altura del Castillo de San Antón. (Foto: Diego Veiga)

Vuelta a la casilla de salida

La entidad bancaria propietaria del buque se lanzó entonces a la búsqueda de un comprador para el barco, tarea nada sencilla dado el difícil contexto económico de aquellos años y las características tan especiales del buque. Ironías de la vida o más bien consecuencias de la economía de mercado, el cliente mejor posicionado resultó ser el mismo que ideó el proyecto, Hansa Treuhand. Tras arduas negociaciones, en otoño de 2018 se firmó el acuerdo entre Sea Cloud Cruises y Metalships para la finalización de los trabajos del barco, cuyo nombre cambió entonces de Sea Cloud Hussar al que luce hoy en día. Final feliz a una historia con mil y un problemas y a la que le quedaba un último e inesperado giro de guión en forma de virus.

Sea Cloud Spirit
El Sea Cloud Spirit durante sus pruebas de mar el año pasado en la ría de Vigo. (Foto: José R. Montero)

La llegada de la pandemia y un nuevo retraso

La llegada de la pandemia fue la última estaci´ón de penitencia en el particular viacrucis que suspuso la construcción del Sea Cloud Spirit. Con su futuro ya encarrilado la irrupción del COVID-19 en nuestras vidas obligó a paralizar los trabajos de construcción del navío, ya en sus últimos compases, y a retrasar por enésima vez su estreno. Éste previsto para agosto de 2020 se tuvo que postergar 6 meses. Al 20 de abril, fecha marcada en rojo en el calendario tampoco se pudo llegar. Hubo que esperar unos días más: finalmente el 29 de abril de 2021 concluyó de manera oficial la construcción del Sea Cloud Spirit, con un ligero retraso respecto a los plazos iniciales de apenas… 11 años.

Detalle del puente del Sea Cloud Spirit
La escala inaugural del Sea Cloud Spirit en A Coruña, prevista en su momento para el 5 de agosto de 2020 se produjo finalmente este sábado, 11 años y 28 días después. (Foto: Diego Veiga)

El crucero más gallego de cuantos surcan las aguas

Sin lugar a dudas el Sea Cloud Spirit es el buque de cruceros más gallego de cuantos surcan actualmente las aguas. Además de su lugar de nacimiento, a caballo entre Marín y Vigo, el megavelero cuenta en su biografía con otros datos que lo unen estrechamente con nuestra comunidad. Su madrina en la ceremonia de bautizo, celebrada en Palma, fue Gabriela Toran, esposa del ingeniero Íñigo Echenique, figura principal en el desarrollo del proyecto del buque.

El tradicional champán utilizado en este tipo de ceremonias también tenía un vínculo especial con Galicia. Javier Arias-Camisón, abogado de la armadora, llevó dos botellas de este licor en una peregrinación de casi 120 kilómetros hasta Santiago de Compostela, donde fueron bendecidas. Una de ellas fue la que impactó con el casco del buque durante su ceremonia de bautismo. La otra botella se subastó con fines benéficos entre el pasaje durante el viaje inaugural de la nave.

Sea Cloud Spirit bautismo
Momento en el que la botella de champán «peregrina» impacta contra el casco del Sea Cloud Spirit durante su ceremonia de bautizo.

Rumbo a aguas portuguesas

Tras modificar su itinerario debido a las adversas condiciones meteorológicas, el Sea Cloud Spirit tiene previsto zarpar del puerto coruñés esta tarde. El velero pondrá rumbo a la dársena de Leixoes, última parada de su actual singladura antes de llegar a Lisboa, donde desembarcará el pasaje. El buque ya ha confirmado su presencia de nuevo en A Coruña para la temporada 2023.

Sea Cloud Spirit en A Coruña
El Sea Cloud Spirit zarpará a las 6 de esta tarde rumbo a Leixoes. (Foto: Diego Veiga)

Foto portada: Diego Veiga