Continuamos aquí el paseo por los interiores del Anthem of the Seas iniciado hace unos días con motivo de su reciente escala inaugural en A Coruña. Ya hemos recorrido algunas de sus instalaciones más espectaculares y vanguardistas pero aún quedan muchas otras por nombrar.

Una de ellas es el Royal Esplanade (cubiertas 4 y 5), una estancia que no puede definirse como original puesto que es una evolución de algo que ya vimos en su día como primicia en los buques de la clase Voyager, el Royal Promenade, esa enorme calle comercial de más de cien metros de largo con restaurantes, bares y tiendas que nada envidia a los centros comerciales que podemos ver en cualquier ciudad. La idea surgida en 1999 ha aparecido desde entonces en todos los navíos de Royal Caribbean hasta llegar a la Quantum Class donde por primera vez la estancia ha sufrido una involución; quizás a eso se deba su cambio de nomenclatura. El Royal Esplanade del Anthem of the Seas mantiene el mismo concepto pero sin el tamaño ni la espectacularidad alcanzados en los buques de la clase Oasis.


Era difícil superar el concepto de calle comercial de la clase Oasis.
(Fuente: jbmumofone.com)

 Podría hablar de alguna de sus tiendas o bares pero por destacar algo del Royal Esplanade nombraré una de las piezas de arte que lo presiden; se llama Pulse Spiral y es una especie de candelabro interactivo. Los pasajeros puede colocar sus manos en la estructura y un dispositivo detecta el ritmo cardíaco haciendo que las 200 luces que componen esta enorme lámpara se enciendan y apaguen siguiendo la cadencia de los latidos. Arte y tecnología unidos en una singular obra que simboliza muy bien lo que es el Anthem of the Seas.

Pulse Spiral. La lámpara que cobra vida.
(Foto: autor desconocido)

Uno de los puntos importantes en cualquier crucero es la restauración y en el Anthem of the Seas como no podía ser de otra manera también se ha tenido muy en cuenta. A diferencia de lo que hasta ahora era habitual en el sector, la Quantum Class no incorpora en sus buques ningún restaurante principal con su doble turno de comidas para dar cabida a todo el pasaje sino que Royal Caribbean se ha decantado por primera vez en su historia en lo que han llamado sistema dinámico de comidas donde los pasajeros no tienen una mesa asignada sino que pueden elegir una u otra opción de restauración en función de la ocupación de ésta.

American Icon Grill, una de las opciones de restauración dentro de la vasta oferta que ofrece el Anthem of the Seas.
(Fuente: criuise.co.uk.)

Partiendo de este esquema el Anthem of the Seas ofrece cinco opciones de restauración principales incluídos en el precio del pasaje: American Icon Grill (comida americana), Chic (cocina contemporánea), Coastal Kitchen (cocina mediterránea), The Grande Restaurant (la opción más parecida a lo que sería un restaurante principal) y Silk (especializado en cocina asiática). Además de éstos  existen siete restaurantes más pero que se pagan aparte: Son el Chef´s Table, Chops Grille (un asador), Izumi (restaurante japonés), Jamie´s Italian (dirigido por el afamado Jamie Oliver), Johnny Rockets (americano años 50-60), Michael´s Genuine Pub y Wonderland (cocina creativa). Y todo ello sin contar el habitual buffet Windjammer o los diversos bares a lo largo y ancho de las 16 cubiertas de la nave donde también se puede picotear algo. Ya ven que pasar hambre a bordo del Anthem of the Seas resulta casi imposible.

En el interior del Izumi, el restaurante especializado en comida japonesa.
(Fuente: cruise.co.uk)

 Es hora de darse una vuelta por los alojamientos del  Anthem of the Seas, una vuelta muy pequeña eso sí porque resultaría casi imposible describir todas y cada una de las infinitas posibilidades que ofrece este buque entre sus 2.090 camarotes repartidos por 11 cubiertas (de la 3 a la 13).

 Hay muuuuuchos camarotes donde escoger...
(Foto: Manuel Candal)

Destacan en la popa de las cubiertas 9 y 10 las espectaculares Royal Loft Suites, camarotes de dos pisos con capacidad para un máximo de 6 personas y con un tamaño de 152 metros cuadrados. En el nivel inferior encontramos una sala de estar/comedor con un sofá convertible en cama, otra sala con pantalla de TV y sofá también convertible en cama y un baño completo con ducha, además de dos balcones que suman en total 48 metros cuadrados de los cuales uno de ellos está provisto de jacuzzi. En el nivel superior el dormitorio con cama de 1´80 metros de ancho y baño con bañera, vestidor independiente y un balcón con jacuzzi doble.


Arriba: Los espectaculares lofts del Anthem of the Seas, lo más parecido a una mansión en alta mar.
Abajo: Las flechas rojas indican la ubicación de los lofts, a popa del Anthem.

(Fuente foto de arriba: Royal Caribbean)

Como principal novedad el Anthem of the Seas incorpora los camarotes interiores con balcón virtual, una buena opción para aquellos que buscan un precio asequible pero que no quieren perder la oportunidad de tener unas buenas vistas desde la propia habitación. Estos camarotes van equipados con pantallas de alta definición del suelo al techo en las que se proyecta una imagen del exterior creando así la ilusión de un balcón. Para añadir más verosimilitud estos balcones virtuales llevan un sistema de altavoces donde se oye el sonido del mar. La imagen proyectada es la vista en tiempo real de manera que tanto los pasajeros de los camarotes exteriores como los de los interiores pueden ver lo mismo al mismo tiempo, con la salvedad de que unos lo hacen de manera real y para los otros es un simple efecto visual. En total el navío ofrece 375 camarotes con esta característica.

Prohibido asomarse al balcón: es virtual.
(Fuente: cruise.co.uk)

Éstas son sólo unas pinceladas de lo que esconde en su interior el Anthem of the Seas pero se podría hablar horas y horas del resto de sus impresionantes instalaciones: Del Royal Theatre, que con sus tres cubiertas de altura (3, 4 y 5), sus 1.299 butacas y su puntero equipamiento tecnológico ofrece espectáculos en vivo y cine 3D. Del Casino Royale (cubierta 3) con sus múltiples opciones para el juego, desde la ruleta al póker. Del flowrider (cubierta 16), el ya famoso simulador de surf que es ya una de las señas de identidad de la naviera. De la pared de escalada de más de 9 metros de altura situada en la cubierta 14. Del H2O Zone, también en la 14, un completo parque acuático para los niños. De la enorme pantalla de 20 metros cuadrados localizada en la zona de piscinas para visionar películas al aire libre. De su equipadísimo gimnasio que ofrece una panorámica inigualable desde lo alto de la proa mientras se ejercita el cuerpo. De su sublime spa, de su relajante solarium o de sus innumerables piscinas, una de ellas con techo retráctil por si el astro rey no se deja ver. Al Anthem of the Seas no le falta de nada.

El Solarium se sitúa en la proa del Anthem of the Seas.
(Fuente: cruise.co.uk)

Por no faltar no le falta ni una jirafa gigante ataviada con un bañador retro y su correspondiente aro salvavidas. Se llama «Gigi», la podemos encontrar a estribor en la cubierta 14 al lado del rocódromo y su función es meramente estética. Bueno también vale como elemento diferenciador para distinguir al Anthem de su gemelo Quantum of the Seas, que lleva como «polizón» un gigantesco oso rosa. «Gigi» mide 10 metros de alto pesa 4 toneladas, está compuesta por 15 partes ensambladas y es la pieza de arte más grande a bordo del Anthem of the Seas formando parte de una colección repartida por las 16 cubiertas de la nave y que en conjunto ha costado unos 4 millones de euros.

¡Qué ven mis ojos!. Sí, las jirafas también tienen derecho a hacerse un crucerito…

Con «Gigi» cerramos el breve recorrido realizado en estas últimas entradas por este colosal barco que asombra por su tamaño, si, pero que deja de piedra por su tecnología y que lo convierten en el barco de cruceros más «hi-tech» de los mares. ¿Y por qué no rebautizarlo como Hi-Tech of the Seas? ahí queda la propuesta… Para acabar quisiera dar las gracias a todos los que de una u otra manera han colaboirado en la elaboración de estos posts: buena parte de la información está sacada del estupendo blog de Malcolm Oliver y las fotos para este reportaje, además de las realizadas por el que escribe, están sacadas en gran medida de diversas páginas de internet aunque también he contado con la inestimable colaboración de mi amigo Manuel Candal, parte vital para que este blog salga adelante.

(Foto: Manuel Candal)