Entre las múltiples visitas que el MSC Opera está realizando durante este mes de julio a la ciudad, el pasado 23 de julio hemos tenido la oportunidad de ver algo de variedad con la presencia en nuestros muelles del Azura, el espectacular buque de la naviera P&O y el último en sumarse a su flota. La megaciudad flotante llegó pasadas las 07:00 horas procedente del puerto de Southampton y permaneció en la dársena coruñesa hasta las 18:00 horas, cuando prosiguió ruta hacia su siguiente destino, la ciudad de Bilbao.

Con esta su tercera visita del presente año el Azura da por concluido su calendario de visitas para este 2012 en la ciudad y pese a que quedan otros muchos ilustres visitantes por pasar por nuestros muelles hasta el próximo 31 de diciembre, el Azura será seguro uno de los más importantes en el resumen final del año: Lo es por sus tres escalas, por el hecho de haber debutado este año en aguas herculinas y porque se le mire por donde se le mire es un barco ciertamente espectacular, desde su imponente y robusta proa con el espectacular puente de mando sostenido por dos enormes pilares a la impresionante popa completamente vertical pasando por las cubiertas atestadas de balcones privados.

Detalle del ala de babor del puente del Azura.

Para los más habituales a presenciar las maniobras de estos barcos en nuestra bahía, la silueta del Azura le resultará tremendamente familiar, no obstante este megabuque es una copia casi exacta de su compañero de naviera el Ventura, todo un habitual por A Coruña desde su debut en 2008. Y es que el Azura es el último ejemplar que se ha venido a sumar a una de las clases de buques de crucero más prolíficas que han surgido en la industria de cruceros de los últimos años. Se trata de la «Grand Class», una de las series de barcos más exitosas de este mundillo y que cuenta ya con un total de 11 unidades en distintas
versiones pero todas ellas basadas en un mismo modelo inicial, construido allá
por 1998 en los astilleros Fincantieri de Monfalcone (Italia).


La «Grand Class» recibe su nombre, como suele ser habitual, del primer buque de la serie que no es otro que el Grand Princess de la naviera Princess Cruises (todos los buques de la «Grand Class» pertenecen o a esta naviera o a la P&O). Cuando el Grand Princess nació hace ahora 14 años supuso una auténtica revolución; no sólo era el buque de pasajeros más grande de la historia con casi 110.000 toneladas de registro bruto (desbancando al Carnival Destiny), también fue con un coste de 450 millones de dólares el más caro jamás construido. Cifras y tamaño aparte si por algo destacaba externamente este buque era por poseer la popa más espectacular nunca vista en alta mar en la que sus 16 cubiertas estaban coronadas por una cubierta voladiza a la que se accedía a través de un corredor acristalado y que albergaba en su interior la discoteca Skywalkers. Tan particular emplazamiento le daba al barco el aspecto de poseer un alerón aunque los detractores de este diseño dijeron que se parecía más a una especie de asa, por lo que al Grand Princess se le empezó a conocer de manera despectiva como  «the shopping cart» (el carrito de la compra).

Grand Princess: El iniciador de toda una saga y el carrito de supermercado 
más grande del mundo.
(Fuente: kelvindavies.co.uk)

Pese a lo controvertido del diseño dos unidades se sumaron a la «Grand Class»; el Golden Princess en 2001 y el Star Princess en 2002, ambos construidos en el mismo astillero y gemelos al iniciador de la saga. De estos dos buques quizás el más conocido sea (muy a su pesar) el Star Princess a raíz del incendio sufrido en marzo de 2006. El fuego tuvo lugar en la madrugada del 23 de marzo durante una travesía por el Caribe y se inició en uno de los balcones privados, probablemente por un cigarrillo mal apagado. La falta de rociadores en los balcones y el hecho de que las separaciones entre estas estructuras fuesen de policarbonato provocó que el fuego se extendiese por todo el costado de babor del Star Princess de forma rápida.

Star Princess a la parrilla: Crudo por los bordes, churruscadito por el medio.
(Fuente. cruiseshipfires.com)

Pese a que la evacuación se hizo de forma ordenada y que el fuego quedó controlado rapidamente, el humo produjo la muerte a un pasajero y otros 13 resultaron heridos aparte de los cuantiosos daños materiales que dejaron inservibles más de 100 camarotes.

Los daños a bordo del Star Princess fueron enormes.
(Fuente. cruiseshipfires.com)

Tras la construcción de estas tres unidades, los posteriores buques de la «Grand Class» fueron el Sapphire Princess y el Diamond Princess. Estas unidades a diferencia de las primeras fueron construidas en los astilleros Mitsubishi Heavy Industries de Nagasaki (Japón) y sufrieron varias modificaciones de diseño por lo que se les considera una subclase denominada «Gem Class». La principales diferencias respecto al diseño original son un aumento de manga, que pasó de 36 a 37,5 metros, y la desaparición del controvertido «alerón» en la popa que pasó a ubicarse justo detrás de la chimenea.

La chimenea «a reacción»: Un rasgo peculiar en el Diamond y el  Sapphire 
Princess es la presencia de dos enormes toberas a modo de motores a reacción 
de un avión en los lados de la chimenea. Este elemento es meramente decorativo.
(Foto: autor desconocido)
Tanto el Sapphire como el Diamond Princess también tienen batallitas que contar; para empezar ambos buques tienen los nombres cambiados; Durante la construcción del primero de ellos (que iba a ser el Sapphire) tuvo lugar un incendio cuyos daño provocaron retrasos en los tiempos de entrega. Para no modificar los cruceros ya proyectados se decidió intercambiar el nombre con la otra unidad que se estaba construyendo para conseguir entregar en el plazo previsto el Sapphire Princess. ¿Curioso no?

La imponente proa del Diamond Princess.
(Fuente: cruiseinreview.com)

Otra curiosidad es que a lo largo de su carrera comercial el Sapphire Princess ha sufrido el choque con una ballena hasta en dos ocasiones teniendo que llegar a puerto con el cetáceo enganchado en la proa de la nave.

Una ballena encastrada en el bulbo del Sapphire Princess.
(Foto: Tyler Ingram)


Mientras estas dos unidades eran construidas en Japón, en los astilleros donde había nacido la «Grand Class» se construía un nuevo integrante de la saga, su nombre era Caribbean Princess que delataba cual sería su habitat y a diferencia del Sapphire y del Diamond recuperaba la silueta característica del diseño original, con el gran alerón coronando la popa al igual que el Grand Princess. A diferencia de éste sin embargo el Caribbean tiene dos cubiertas de pasaje más construidas en aluminio para aligerarlo de pesos, lo que sin aumentar sus dimensiones generales le hace alcanzar las 112.000 toneladas de registro bruto. Todas estas diferencias hacen que a este buque se le considere una subclase aparte, la «Caribbean Class» de la que sólo existe un integrante que entre otras cosas puede presumir de ser el primer buque de crucero en tener un teatro al aire libre sustituyendo a la habitual piscina con techo retráctil presente en los otros buques de la «Grand Class». Total, si vamos a navegar por el Caribe ¿para que cubrir la piscina?

En el Caribbean Princess desaparece la piscina retráctil (la de la foto es
la del Ventura) y se sustituye por el cine al aire libre.
(Fuente: Fincantieri)

Siguiendo las líneas maestras del Caribbean Princess surgieron las siguientes unidades de la «Grand Class» a partir del año 2006, que englobadas bajo el nombre genérico de «Crown Class» fueron el Crown Princess (2006), el Emerald Princess (2007) y el Ruby Princess (2008). En estos tres buques el alerón trasero vuelve a desaparecer quedando dicha cubierta de nuevo encastrada tras la chimenea. De hecho en el Caribbean Princess sería la última vez que se instalaría la controvertida estructura y en todas las unidades siguientes la cubierta se situa de forma más convencional (aunque a mi juicio menos espectacular) por detrás de la chimenea.

Caribbean Princess: El último «Grand Class» en llevar alerón.
(Foto: autor desconocido)

Además de las diferencias exteriores, los tres componentes de la subclase Crown incorporaban importantes variaciones en su interior respecto a las unidades precedentes; la principal era una nueva estancia denominada «The Sanctuary», una zona libre de niños y situada junto al Spa en la ubicación donde antes aparecian las canchas de deportes. Como en los demás buques de la «Grand Class», estos tres últimos tambien han tenido algún que otro percance más o menos grave, el más importante lo protagonizó el Crown Princess que el 18 de julio de 2006 durante un crucero por el Caribe comenzó a escorar de forma repentina hasta alcanzar los 24º de inclinación. La rápida escora provocó la caida de todo lo que no iba trincado a bordo, desde el agua de las piscinas hasta las personas que habitaban el buque con el resultado de 284 heridos, 14 de ellos graves. El accidente del Crown Princess se convirtió en el más grave hasta esa fecha en la historia crucerística moderna y una posterior comisión de investigación reveló que había sido motivado por un error humano al pasar el buque del control automático al control manual.

El Crown Princess, protagonista de uno de los mayores accidentes de los 
últimos años en el mundo de los cruceros.
(Foto: Michael Bishton)

2008 supuso el nacimiento de la última subclase de esta «Grand» familia de buques con la construcción del Ventura para la naviera P&O, el primer buque de esta clase en no ser construido para la Princess Cruises. En esencia el Ventura es un «Crown Class» más, pero como interiormente fue modificado de acuerdo a los gustos británicos se le considera una subclase aparte (la «Ventura Class») a la que en 2010 se le añadió nuestro protagonista de hoy, el Azura, que cerró el árbol genealógico de la familia «Grand Class«.

Eso si, entre tanto buque similar, nuestro Azura puede presumir al menos
de un toque de originalidad; es el único integrante de los 11 buques de
la «Grand Class» que luce una popa tipo «ducktail» que le permite un
mayor ahorro de combustible. Lo más probable es que este artefacto
técnico sea incorporado en sus hermanos en alguna reforma futura.

En el Azura la cubierta superior (flechas rojas) aparece situada tras la chimenea
a diferencia del diseño original de los «Grand Class».  El buque de la P&O 
presume de ser el único que presenta una popa tipo «ducktail» (flechas verdes).

Por acabar con la parrafada que estoy soltando en relación a estos barcos, hay que mencionar que 2011, pese a no incorporar ningún buque a la nómina de los «Grand Class» fue un año muy importante para esta familia. El pasado año el buque insignia e iniciador de la saga, el Grand Princess sufrió una profunda reforma y su icónico alerón fue suprimido tomando su silueta una imagen más parecida a los Ventura o Azura. El motivo de suprimir esta cubierta fue que el peso de la misma estaba haciendo que la estructura se fuera debilitando de manera que era necesario retirarla. Curiosamente esto no sucede en sus buques gemelos, el Golden Princess y el Star Princess puesto que en ellos el alerón dende se ubica la discoteca Skywalkers está realizado con materiales más ligeros de manera que a ellos no ha habido que «caparlos». Con motivo de su visita a la ciudad de Vigo el pasado mes de noviembre tuve la oportunidad de ver el nuevo look del Grand Princess y lo cierto es que, en mi modesta opinión, ha perdido su encanto y ahora parece un buque inacabado.

Arriba: Momento en el que la cubierta «Skywalkers» es retirada del Grand Princess.
Abajo: Ya con su nuevo aspecto, dutrante una escala en Vigo el pasado mes de noviembre se aprecia que el Grand Princess ha perdido parte de su encanto.

(Fuente foto de arriba: thehopefultraveler.blogspot.com)

Por este año se acabaron las visitas de esta gran familia a nuestra ciudad pero algunos de sus integrantes ya tienen «reservadas» unas cuantas fechas para 2013. Hasta ahora está prevista la llegada del Ventura y del Azura además del Crown Princess, que recalará en A Coruña por vez primera. Esperamos ansiosos su llegada para disfrutar de nuevo de uno de los diseños más logrados de la industria crucerística moderna.