Una escala muy especial la que tuvo lugar en los muelles coruñeses el pasado domingo con la llegada del Hanseatic, el buque de la histórica naviera Hapag-Lloyd Cruises que sumó su nombre a la de ilustres visitantes de este mes de octubre cuya cifra asciende contando a nuestro protagonista de hoy a ocho.

La llegada del pequeño navío alemán se produjo a una hora nada habitual para este tipo de barcos y cuando el reloj marcaba las 13:00 horas el Hanseatic apareció en el horizonte. Procedente de Portsmouth el buque germano trajo a A Coruña a 175 pasajeros, que gozaron de una estupenda jornada dominical en lo climatológico tras varias jornadas de mal tiempo. El sol radiante animó al pasaje a descubrir los rincones más atractivos de la ciudad o bien a realizar las oportunas excursiones. Tres autocares los esperaban a pie de muelle.

Si al comienzo decía que la del Hanseatic es una visita muy especial es por varias razones; en primer lugar porque sus escalas en nuestra ciudad se cuentan con los dedos de una mano y en segundo porque nos hallamos ante uno de esos buques que merecen figurar con mayúsculas en cualquier libro de historia marítima. Aquellos curiosos que desconozcan la vida, obra y milagros del Hanseatic y lo vieran llegar el pasado domingo su presencia les pasaría completamente inadvertida debido a su discreto tamaño y aspecto, pero como sucede muchas veces las apariencias engañan y más en este caso ya que estamos ante un auténtico «pata negra» de su negocio por más de un motivo. He aquí algunos datos que figuran en el currículum de esta máquina perfecta de la navegación.

Práctico a bordo.

Pero antes de adentrarnos en su prestigioso historial conviene matizar un poco a qué se dedica el Hanseatic. Se trata como es obvio de un buque de crucero pero pertenece a una categoría muy particular: la de los buques de expedición. Se trata de un subgénero de esta industria cuyos barcos realizan rutas por las zonas más inhóspitas del planeta. Para llevar a cabo su cometido estos navíos presentan una serie de características particulares como son un casco especialmente reforzado para navegar entre hielos, un bajo calado para poder transitar por zonas de difícil acceso o un restringido número de pasajeros debido a las legislaciones existentes en estas zonas tan protegidas. El de los buques de expedición es un grupo muy selecto donde rivalizan nombres del prestigio de Silversea, Hurtigruten, Lindblad, y por encima de todos ellos Hapag-Lloyd con su flotilla de barcos aventureros formada por el Bremen y sobre todo nuestro protagonista de hoy, considerado el mejor buque de su clase desde hace muchos años. Esta  catalogación le ha sido otorgada por la prestigiosa guía Berlitz, algo así como la Biblia de la industria crucerística, y que le ha dado una puntuación de cinco estrellas convirtiéndolo en el único navío de sus características que alcanza este ratio. En 2016 el Hanseatic volverá a repetir como el «Rey de los expedicionarios»

Un grupo de «lugareños» dan la bienvenida a los pasajeros del Hanseatic, que se acercan a tierra en una de las 14 zodiacs con las que va equipada la nave alemana.
(Foto: Hapag Lloyd)

Sus 22 años de vida marinera están llenos de grandes proezas, marcas imbatibles y como cabe imaginar para un buque que navega habitualmente por aguas tan peligrosas, algún que otro susto. Hoy voy a centrarme en lo positivo relatando alguno de sus logros más destacados  como el que tuvo lugar hace poco más de un año cuando el Hanseatic se convirtió en el primer barco de crucero no ruso en navegar con éxito el legendario paso del noreste. Esta travesía, conocida también como Ruta marítima del norte, comunica los océanos Atlántico y Pacífico transcurriendo en su mayor parte por el Oceáno Glacial Ártico. La hazaña del Hanseatic comenzó el 13 de agosto de 2014 cuando el buque alemán zarpó del puerto de Nome (Alaska) atravesando el Mar de Siberia, el Mar de Laptev, el Mar de Kara y el Mar de Barents hasta alcanzar la ciudad rusa de Murmansk, que se considera el punto final del paso del Noreste. El crucero, que ya figura en los anales de la navegación, finalizó el 10 de septiembre en el puerto de Bodo (Noruega) tras recorrer la friolera de 6.032 millas náuticas.

Pocos son los que se atreven a realizar la terrorífica ruta marítima del norte. En este mapa podemos ver la travesía realizada por el Hanseatic atravesando el pasaje del noreste y que le ha encumbrado entre los grandes de la navegación.
(Foto: Hapag Lloyd)


Si este viaje histórico no fuese suficientemente asombroso de por sí, el Hanseatic batió un récord en esta singladura convirtiéndose en el buque de pasajeros capaz de navegar más al norte; en concreto alcanzó los 85º, 40´ de latitud norte y los 135º, 39´ de longitud este quedándose a tan sólo 480 kilómetros del Polo Norte.

¿Y qué hace por nuestras aguas un animal de sangre fría como éste?. Bueno, este tipo de buques suelen pasar la mitad del año navegando por aguas del Ártico (temporada de verano) y la otra mitad por el Antártico (en invierno) cambiando de «domicilio» en los meses de abril y octubre, fechas en las que estos robustos navíos se dejan ver por aguas más cálidas ya que aprovechan el cambio de zona de operaciones para realizar los llamados cruceros de reposicionamiento, unas rutas muy atractivas que suelen tener una mayor duración y unos precios muy competitivos. La visita del pasado domingo del Hanseatic se corresponde a uno de estos cruceros especiales.

Los meses de abril y octubre suelen ser las fechas habituales en las que el Hanseatic se deja ver por A Coruña.

Tras pasar unas seis horas atracado en las instalaciones coruñesas el Hanseatic partió a las siete de la tarde rumbo a su siguiente destino, el puerto de Leixoes. El reciente cambio de hora impidió disfrutar de su salida con algo de luz por lo que habrá que esperar al próximo año para volver a ver de nuevo por aquí a esta leyenda de los hielos.

MS Hanseatic. La leyenda de los hielos.