Es un simple principio de probabilidad el que a mayor número de escalas, en alguna jornada del año coincidan dos o más naves de cruceros en la ciudad, pero por mucho que ultimamente nos estemos acostumbrando a ver este tipo de buques atracados a pares en los muelles coruñeses siempre resulta todo un acontecimiento digno de destacar. El pasado día 20 de octubre se volvió a repetir dicha circunstancia cuando compartieron amarre por unas horas el MSC Lirica de MSC Cruceros y el pequeño y elegante Adonia, de la naviera P&O. Siguiendo la doctrina de Jack el Destripador procederé por partes, comenzando como es habitual por el buque más madrugador en llegar a los muelles.

Adonia y MSC Lirica amarrados juntos en el muelle de transatlánticos 
el pasado día 20.
(Foto: Manuel Candal)

En este caso se trató del MSC Lirica, que sobre las 07:00 horas llegaba a la altura del muelle de transatlánticos para quedar amarrado a sus norays minutos más tarde tras realizar un grácil giro de 180 grados quedando con la proa mirando para el Castillo de San Antón. El buque de la naviera MSC Cruceros llegó procedente del puerto francés de Le Havre y su estampa es bien conocida en el puerto coruñés por dos motivos: el primero y fundamental porque no es un debutante en aguas de la bahía; su escala inaugural en la ciudad tuvo lugar en mayo de 2006 y desde entonces han sido varias las recaladas de este navío a la dársena herculina. Pero si el buque nos resulta tremendamente familiar es por ser el gemelo del MSC Opera, todo un habitual de nuestras instalaciones portuarias y que en estos dos últimos años ha realizado multitud de paradas en la ciudad (un total de 17 desde verano de 2011) realizando embarques para sus rutas desde los muelles herculinos.

Si entramos a analizar las características técnicas del MSC Lírica cabe decir que se trata de un buque de tamaño medio de 59.058 toneladas de registro bruto, 253´25 metros de eslora, 28´8 metros de manga y un calado de 6´85 metros. Cuenta con un total de 10 cubiertas de pasaje en las que puede albergar a un total de 2.065 pasajeros en capacidad máxima con una dotación formada por 701 personas. El buque navega bajo pabellón panameño.

El MSC Lirica fue construido en el año 2003 en los astilleros Chantiers de l´Atlantique de Saint Nazaire (Francia) y su coste alcanzó los 206 millones de euros. Si por algún lado leen que este buque da nombre a una clase de buques que engloba 4 unidades de la misma naviera, sepan ustedes que es cierto sólo en parte; la compra de este barco por parte de la naviera MSC fue un auténtico chollo ya que se trataba de un slot que la compañía Festival Cruises había dejado sin utilizar por su mala situación económica. Un slot es una opción de construcción que una naviera firma con un astillero cuando la primera le odena al segundo la construcción de un barco. Dicho acuerdo normalmente incluye la posibilidad de construir una segunda unidad (o tercera, según sea el contrato) gemela de la primera, con condiciones beneficiosas tanto para la naviera (que se ahorra costes en el proceso constructivo) como para el astillero (que se asegura carga de trabajo). Si la opción de construcción (el slot) no se hace efectiva en un plazo de tiempo estipulado en el acuerdo, la naviera en cuestión pierde el derecho sobre la misma pudiendo el astillero ofrecérselo a otro comprador.

Desde el año 1999 la naviera Festival Cruises se hallaba en un proceso de expansión enorme con la construcción de varias naves de crucero. Ese mismo año se agregó a su flota el Mistral y dos años más tarde se incorporaron dos gemelos que tomaban como base el diseño del anterior aunque con un aumento significativo de tamaño. Fueron el European Vision (2001) y el European Stars (2002)

El MSC Lirica toma la base de sus hermanos MSC Sinfonia y Armonia (en la foto de arriba). Externamente las variaciones más importantes son la forma de la popa y la chimenea.

 Los ataques terroristas del 11-S hirieron de muerte al sector turístico incluida la industria crucerística lo que abocó a la quiebra a muchas navieras, entre ellas Festival Cruises que a principios de 2004 declaró la bancarrota. Como siempre pasa en el mundillo de los negocios, la desgracia de unos se convierte en el beneficio de otros y en este caso la beneficiada fue MSC Cruceros que compró los embargados European Vision y European Stars a precio de ganga y los rebautizó como MSC Armonia y MSC Sinfonia respectivamente. El año anterior MSC ya se había quedado con el slot asociado a estos dos buques, y de ahi nacieron el MSC Opera y nuestro protagonista de hoy, el MSC Lirica. Asi que a modo de resumen y puestos a ser politicamente correctos el MSC Lirica pertenece a la Mistral Class, clase que en la actualidad forman 5 buques: el Grand Mistral de la naviera española IberoCruceros y los 4 componentes de la naviera MSC, el Armonia, el Sinfonia, el Lirica y el Opera.

Después de hacerles el árbol genealógico del MSC Lirica creo que es el momento de hablarles un poco del otro protagonista del día, el Adonia. El buque de la naviera británica P&O llegó a la ciudad sobre las 09:00 horas procedente de Gibraltar y quedó amarrado en el muelle de transatlánticos junto al MSC Lirica popa con popa.

El Adonia durante su salida el pasado día 20.

Poco hay que decir de este buque que no sepamos ya, y es que pese a que no lleva mucho tiempo en su naviera actual (debutó con sus nuevos colores en mayo de 2011) se ha convertido en todo un habitual por nuestras aguas; sin ir más lejos la visita de hace unos días es la tercera que realiza en 2012 y no será la última ya que está prevista una más el próximo 26 de diciembre siendo el encargado de cerrar el año crucerístico en la ciudad. 

La operación salida se llevó a cabo de forma escalonada siendo el el primero en llegar también el primero en partir y cuando el reloj marcaba las dos de la tarde el MSC Lirica soltó amarras para poner rumbo sur y dirigirse hacia Lisboa, su siguiente escala. Por su parte el Adonia permaneció amarrado hasta media tarde y a eso de las 17:00 horas reemprendió la marcha para dirigirse al puerto de Southampton, punto y final de su ruta.

(Foto: Manuel Candal)

Y punto y final también para este post. Una vez más mi más sincero agradecimiento a Manuel Candal por las fotos prestadas, que como ya es habitual son de una calidad soberbia.

Apunten y… ¡fuego al Lirica!