Noviembre no es un mes muy crucerístico por estos lares. La principal causa es que la mayoría de los habituales visitantes que ocupaban nuestros muelles semanas atrás día sí, día también  han «hecho las maletas» y se han ido a aguas más cálidas con el Caribe como destino. Por aquí tan sólo quedan aquellos con base en las Islas Británicas que son los que se dejarán caer de aquí a final del año por la ría coruñesa. Ejemplo de ésto es el navío que abrió el pasado miércoles la nómina de escalas del mes, el Boudicca, y que hoy es el protagonista del blog.

Procedente de Newcastle-Upon-Tyne el navío de Fred. Olsen Cruise Lines llegó a la ciudad a las 09:00 horas con unos 800 pasajeros a bordo que estos días realizan una singladura de tres semanas de duración con salida desde tierras inglesas y escalas en nuestra ciudad, Cádiz, Argel, Melilla, Gibraltar, Casablanca, Leixoes y regreso al punto de inicio.

Un clásico de los muelles coruñeses.

Todo un clásico de los océanos, el Boudicca sigue navegando a sus 42 años al igual que sus dos veteranos hermanos, el Albatros, enrolado en las filas de Phoenix Reisen, y el Black Watch, su gemelo y compañero de flota. Precisamente el Black Watch protagonizó hace unas semanas una «espantá» en la ciudad al anular su escala prevista poniendo rumbo a Bilbao donde estuvo atracado tres días para poder subsanar un problema mecánico. Como el post dedicado a su escala estaba practicamente escrito y se quedó sin publicar, aprovechando el parentesco que une a estas dos naves hoy voy a retomar el tema que tenía pensado dedicarle al primer integrante de esta prestigiosa saga para lo cual se hace necesario mirar a lo alto.

Construído al igual que sus hermanos para la extinta naviera Royal Viking Line el actual Boudicca, entonces Royal Viking Sky fue la segunda unidad de la serie iniciada en 1972 con el que fuera Royal Viking Star (hoy Black Watch) tras la cual llegó el Royal Viking Sea (Albatros). Eran tres unidades de gran lujo con capacidad para tan sólo 550 pasajeros, de líneas limpias y esbeltas aunque de un tamaño algo menor al que presentan hoy en día ya que los tres buques fueron alargados en la década de los 80 hasta alcanzar su eslora actual.  Como sucede en cualquier época los diseños de esta generación de buques siguieron la tendencia de aquellos años y a finales de los 60 y principios de los 70 sólo había un rey en el trono naval de lo más «cool» y vanguardista del momento, o mejor dicho una reina: el Queen Elizabeth 2.

El Boudicca y uno de sus gemelos, el Albatros, coincidieron en A Coruña en abril de 2009.

Nuestro protagonista de hoy y sus dos gemelos toman numerosas ideas del mítico QE2  tales como la disposición de elementos a bordo que buscan darle una mayor preponderancia a los camarotes exteriores, la situación de los restaurantes en la zona central de la nave y la ubicación de los salones en la parte de popa. Pero quizás lo más destacado de esta influencia por lo simbólico del elemento sea la chimenea; puede que nunca se hayan fijado pese a las múltiples visitas a nuestro puerto del Boudicca y el Black Watch (y en menor medida del Albatros) pero la de estos navíos es calcada a la icónica chimenea de la Reina de la Cunard.

La chimenea del Boudicca (y la de sus dos hermanos) está inequívocamente inspirada en el diseño de la aerodinámica estructura del mítico Queen Elizabeth 2.

En su dia esta revolucionaria estructura de aerodinámicas formas presente en el Queen Elizabeth 2 causó furor y también polémica y es que cuando vio la luz por primera vez, los británicos contemplaron con asombro como el nuevo emblema de la nación británica lucía un inesperado color blanco y negro en su chimenea en lugar del tradicional rojo con copete negro de la compañía Cunard. Que una naviera tan orgullosa de su pasado prescindiera de su histórica imagen se debió a que con la construcción de este legendario superliner se pretendía reflejar el espíritu de un tiempo nuevo, el inicio de una nueva y gloriosa época para la nación británica por lo que la imagen del nuevo navío no debía evocar el pasado. La idea resultó un éxito, tanto que la chimenea del Queen Elizabeth 2 se convirtió en objeto de culto siendo imitada en multitud de ocasiones en los nuevos proyectos de otras navieras, como fue el caso de la Royal Viking Line. Ahora ya sabemos que además de llevar el nombre de una reina, el Boudicca basa gran parte de su diseño en otra.

El complejo y revolucionario diseño de la chimenea del Queen
Elizabeth 2
(arriba) queda perfectamente explicado en el diagrama de
abajo. La columna de humo que sale de la chimenea se mantiene elevada
por el empuje del aire expulsado a través de la estructura que la rodea. Las sustancias
remanentes que caen hacia la cubierta se mantienen en suspensión por la acción del aire canalizado a
través del deflector, situado en la base de la chimenea. De esa forma las cubiertas quedan libres de partículas.

(Fuente diagrama: libro «QE2 Britain´s greatest liner»)

Volviendo al pasado miércoles el Boudicca puso fin a su escala en A Coruña sobre las cuatro de la tarde cuando en mitad de un inmenso aguacero el navío de Fred. Olsen reemprendió su ruta poniendo rumbo a aguas andaluzas, en concreto al puerto de Cádiz. Con la del Boudicca se cierra el calendario de escalas de esta naviera en A Coruña por este 2015, un año en el que Fred. Olsen Cruise Lines ha realizado cinco paradas en la ciudad con alguno de sus buques trayendo a unos 4.000 pasajeros a la urbe herculina.

En 2016 volveremos a recibir la visita del Boudicca y de sus compañeros de flota.