Que no les despiste el título; el blog sigue hablando de barcos. En esta ocasión del doblete del pasado lunes en el puerto coruñés protagonizado por los buques Deutschland y Sea Cloud II y que supuso el pistoletazo de salida a uno de los meses más prolíficos en escalas del año. De momento el día 1 , 2 barcos. Mejor imposible. El  más madrugador del dúo fue el Deutschland aunque sólo porque el Sea Cloud II se toma las travesías con muchísima calma y se dejó adelantar cerca ya de la meta, a la altura de Cabo Prior, por el buque que lleva en su amura el nombre del país germano, y que amarraba en el muelle de trasatlánticos sobre las 6:30 horas.

El Sea Cloud II por su parte entró minutos más tarde con la misma parsimonia con la que cubrió su singladura entre Bilbao y A Coruña a velocidades que raras veces superaron los 10 nudos. Pero ese es el encanto de la navegación a vela; una travesía tranquila mientras la nave es mecida por el viento. Unas velas, por cierto, con las que los coruñeses tenemos la espinita clavada de no verlas nunca izadas sobre los mástiles de este precioso velero (al menos que yo recuerde) cuando se acerca a la costa gallega en alguna de las muchas escalas realizadas en nuestro puerto.

El Sea Cloud II se cruza a su salida con el portacontenedores OPDR Tanger.

Quizás el Sea Cloud II no nos de ninguna pista sobre su origen pero el otro componente del dúo no puede ocultar con su propio nombre para que país trabaja; de hecho ese es el nexo que une a estas dos naves; ambas operan para el mercado alemán. Y sobre la industria crucerística del país centroeuropeo versa la entrada de hoy.

El nombre del Deutschland deja bien claro para quien trabaja este buque.

Alemania vive en la actualidad una auténtica edad de oro en lo referente a los viajes de placer por mar y desde hace unos años la tendencia alcista en el número de pasajeros que ofertan este tipo de vacaciones se repite año tras año hasta el punto de que en este 2014, de cumplirse las previsiones, el alemán se convertirá en el primer mercado europeo en número de pasajeros por encima del británico, todo un hito histórico. Además del continuo aumento en el número de pasajeros este mercado ha experimentado también un radical cambio en la forma de viajar de los germanos y donde en 1996 dos tercios de los turistas de ese país navegaban en marcas intercionales, a día de hoy se ha invertido la balanza y esa misma cuota de pasaje lo hace en marcas nacionales.

 Las navieras se han lanzado a la conquista del pujante mercado teutón ofreciendo marcas destinadas en exclusiva a esta nación con el objetivo de hacerse con el mayor pedazo posible de la tarta; así los dos grandes consorcios que controlan la mayor parte de esta industria, Carnival Corp. y Royal Caribbean Int. presentan desde hace años productos propios para los alemanes. Carnival compró hace más de una década la marca Aida Cruises a la que convirtió en una de las navieras más modernas y con más proyección de todo el sector gracias a un ambicioso programa de expansión de su flota que le ha llevado a poseer en la actualidad una flota formada por 10 navíos (y dos que se están construyendo) destinados todos ellos al público germano. Royal Caribbean por su parte lanzó hace ahora 7 años el proyecto TUI Cruises de la mano del mayor touroperador alemán y desde su creación el negocio no ha dejado de crecer como la espuma con tres buques ya en servicio, uno en construcción y dos más proyectados.

La naviera Aida Cruises (en la foto el AidaBlu) es líder en numero de pasajeros en el próspero mercado alemán.

Con semejante apuesta es fácil pronosticar que entre las dos grandes compañías del sector se llevan gran parte del enorme (y suculento) pastel germano pero aunque minoritarios en comparación a estos colosales proyectos, existen alternativas y no me refiero a las compañías extranjeras que destinan un buque a este mercado; hablo de pequeñas navieras del país que ofrecen un producto 100% alemán pensado por y para los turistas de ese país. Nombres como HAPAG-Lloyd, Phoenix Reisen, o Transocean Tours por citar los más conocidos, son algunas de las marcas que aparecen en la lista de excelentes alternativas a las navieras más generalistas y dos buenos ejemplos de esas posibilidades germanas (o «möglichkeiten», como reza el título) las representan los buques protagonistas de este post.

Tanto el Sea Cloud II como el Deutschland representan, cada uno desde un enfoque muy diferenciado, lo que puede ser una opción muy a tener en cuenta a la hora de realizar un crucero oceánico de gran calidad y con el plus de estar orientado hacia un mercado en concreto, algo que para los cruceristas del país en cuestión supone en la mayor parte de las ocasiones un argumento definitivo a la hora de elegir. La baza que explota el Sea Cloud II es más que evidente a la vista de su morfología: la evocadora experiencia de la  navegación a vela y sus reminiscencias del pasado con las comodidades del siglo XXI. La tradición y la modernidad unidas en un ambiente de lujo, excelente calidad de servicio a bordo y ese halo de exclusividad que otorga el hecho de tratarse de una nave con una capacidad máxima para 60 pasajeros.

 
 Tradición y modernidad se dan la mano en el bellísimo Sea Cloud II.

El argumento del Deutschland y de su naviera Peter Deilmann Reederei es otro. Con los mismos o mayores estándares de calidad si cabe que el velero que lo acompañó por unas horas atracado en nuestra ciudad pero sin la originalidad de la propulsión a vela, el Deutschland explota la vena patriotica para llegar al corazón de sus futuros clientes, y es que aquí donde lo ven este buque es el más germano de todos y cuantos se dedican al negocio de los cruceros oceánicos y de hecho presume de ser el único de estar abanderado en ese país. Si alguien piensa que éste no es un motivo diferenciador a la hora de elegir la opción adecuada debería saber que a la naviera del Deutschland le supone un gasto considerable el tener a su buque estrella (también es cierto que es el único) registrado en el puerto de Neustadt in Holstein, una pequeña localidad del noreste alemán, cuando lo habitual en el mundillo cruceril son banderas de países tan «convenientes» como Bahamas, Liberia o Malta, así que el beneficio que obtiene debe de ser más que interesante para seguir manteniendo esta extraña característica.

Así pues sin el encanto de las velas pero con el atractivo de lucir la enseña alemana en lo alto del mástil. Y más atractivo que será si cabe el Deutschland desde finales de noviembre de este año cuando salga del dique seco con 60 nuevas suites con balcón privado, aspecto que en la actualida demanda cada vez más el pasajero y sin el cual resulta complicado competir por mucho que presumas de llevar el nombre de tu pais grabado en los costados. Son unas estupendas noticias para el Deutschland que hace tan sólo unos meses tenía un futuro incierto dentro de la naviera con algunas voces incluso anunciando una inminente venta. Al final los nubarrones sobre este navío de 16 años se han disipado.

Tras pasar buena parte del pasado día 1 atracados juntos en el muelle de transatlánticos coruñés finalmente cuando el reloj marcaba las seis de la tarde comenzó la operación retorno (al mar). El primero en ponerse en movimiento fue el Deutschland que tras despedirse de su compatriota con unos largos bocinazos puso rumbo al sur en dirección hacia su siguiente destino, el puerto de Leixoes. 40 minutos después fue el Sea Cloud II el que siguió los pasos de su compañero de amarre ya que al igual que el Deutschland su siguiente escala del viaje era también Leixoes. Lo hizo, como no, sin mostrar ni una sola de sus velas, algo a lo que desgraciadamente ya nos tiene acostumbrado a todos los shipspotters locales. Otra vez será.

A vela o a motor. Tradicional o moderna. Como ven las posiblidades que tienen los alemanes a la hora de realizar un viaje de placer por mar son muy variadas.

El Deutschland se despide de A Coruña hasta el próximo día 6 de diciembre.