Independientemente de las llegadas de última hora o de las escalas imprevistas que se producen de vez en cuando, la fecha del 18 de septiembre estaba marcada en rojo en el calendario crucerístico coruñés desde hacía mucho tiempo. Y no era para menos ya que la escala inaugural del buque Mein Schiff 5 en la ciudad no sólo supone uno de los debuts más destacados del ejercicio sino que se trata de una de las grandes novedades del sector a nivel mundial, algo que siempre supone un plus de prestigio para toda aquella dársena que lo acoge por unas horas. El día llegó y como era de esperar el protagonista de la jornada no dejó indiferente a nadie.

Debut de relumbrón en los muelles coruñeses.

Quiso el capitán Todd Burgman que la primera comparecencia de su nave en la ciudad herculina cumpliera el casi protocolario horario que este tipo de buques suelen realizar en la ciudad y minutos antes de las siete de la mañana tomaba el práctico encargado de guiar al flamante buque alemán hasta el que sería su amarradero por unas horas. Antes de ello el Mein Schiff 5 hizo un grácil giro a la altura del muelle petrolero para, dando atrás a bajo régimen, atracar en el habitual muelle de trasatlánticos. Minutos antes de que el reloj diese las ocho la estrella del día ocupaba ya el lugar que le correspondía y con el paso de las horas cada vez más coruñeses fueron descubriendo el impresionante edificio que de la noche a la mañana había surgido en las inmediaciones portuarias.

Una mole de 100.000 toneladas: El Mein Schiff 5 asombró a muchos coruñeses con su enorme tamaño.

Tan pronto como la maniobra de atraque hubo finalizado gran parte de los 2.500 turistas (germanos en su totalidad por ser éste el mercado al que está destinado el barco) que llevaba a bordo el navío comenzaron a bajar a tierra con el objetivo de subirse a los autobuses que a pie de muelle esperaban para llevarlos a realizar las oportunas excursiones contratadas. Muchos en cambio eligieron la opción pedestre para conocer la ciudad a la que acababan de llegar aunque algunos se decantaron por el siempre infalible taxi o incluso algo más radical como descubrir los encantos de la urbe herculina paseando en segway, una alternativa esta última cada vez más en boga cuando un buque de estas características atraca en A Coruña. La ubicación del atraque, en el mismo corazón de la ciudad, y la orografía de la misma favorecen el uso de estos vehículos de transporte ligeros.


Arriba: El Mein Schiff 5 luce una estampa soberbia que se acentúa más si cabe por su casco pintado con los colores corporativos de su naviera.
Abajo: Cada vez más en auge, la moda de los segway ha llegado al sector de los cruceros con empresas que ofrecen a los turistas recien llegados tours por la ciudad subidos en estos particulares vehículos.

 El recorrido que estos días realiza el Mein Schiff 5 y que lo ha traído a aguas herculinas es un crucero de 10 jornadas de duración con inicio en el puerto alemán de Bremerhaven tras el cual hizo escala en Southampton antes de poner rumbo a la dársena coruñesa. Tras su primera experiencia en aguas herculinas el navío se dirigió a Lisboa, adonde arribó tras dos jornadas de navegación. Después llegará la visita a Cádiz para concluír la singladura en Palma de Mallorca este jueves. Allí establecerá el Mein Schiff 5 su base de cruceros hasta el próximo mes de noviembre cuando el nuevo buque insignia de TUI Cruises cruce el charco para dirigirse al Caribe, donde realizará su temporada invernal. A mediados de abril del próximo año volverá a la vieja Europa.

La lancha de salvamento Salvamar Mirfak se cruza con el Mein Schiff 5 durante la salida de este último.

Como es protocolario en este tipo de ocasiones, a media mañana se realizó la ya tradicional recepción a bordo de la nave a la cual asistieron representantes de la Autoridad Portuaria así como de Capitanía Marítima, de la consignataria de la naviera TUI en la ciudad, de la terminal de cruceros y de distintas instituciones locales. En la reunión se realizó el habitual intercambio de metopas entre el presidente de la Autoridad Portuaria y el capitán Burgman, que destacó la belleza de la ciudad, que ya había visitado en otras ocasiones comandando otros buques de la compañía.
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Detalle del puente de mando del Mein Schiff 5.

Es hora de hablar de manera más pormenorizada del auténtico protagonista del pasado domingo, el Mein Schiff 5, comentando para empezar algunos de sus datos principales. Construído en los astilleros finlandeses Meyer Turku y puesto en servicio el pasado mes de julio el Mein Schiff 5 (que significa «mi barco 5» en alemán) es un buque de 98.785 toneladas de registro bruto y unas dimensiones principales de 295´3 metros de eslora, 36´2 metros de manga y un calado de 8´2 metros que en sus 12 cubiertas destinadas al pasaje puede albergar a un total de 2.534 pasajeros en régimen de máxima ocupación a los que se suman sus 1.000 tripulantes. Su «call sign» o identificativo de llamada es 9HA3858 y al igual que el resto de la flota de TUI Cruises está abanderado en Malta, con La Valletta como puerto de registro.

Poner a flote un barco en Finlandia un 15 de enero da lugar a imágenes tan insólitas como ésta, con el Mein Schiff 5 cubierto de nieve. Habla del buen hacer de los astilleros Meyer Turku, una de las principales referencias mundiales a la hora de construír buques de este tipo, el que el Mein Schiff 5 fuera entregado a sus dueños 10 días antes de la fecha prevista.

(Fuente: Meyer Turku)



La propulsión de este buque es la habitual (al menos hasta ahora) en este tipo de barcos: diesel-eléctrica, con 4 motores Wärtsila, 2 8L46F y 2 12V46 que le otorgan una potencia de 45.200 KW. Lo que ya no es tan habitual es la forma que tiene de traducir esa potencia en movimiento y es que cada vez resulta más raro ver uno de estos mastodontes que no use los tan de moda pods como método de propulsión. En su lugar el Mein Schiff 5 recurre a las «tradicionales» hélices de paso variable, firmadas por Rolls-Royce y a los timones de toda la vida, dos en este caso, aunque por supuesto no renuncia a tener tres hélices auxiliares a proa y dos a popa para facilitar las maniobras. Como ocurre con las últimas unidades de su tipo recién salidas de los astilleros, se ha puesto especial hincapié en crear un buque lo más respetuoso posible con el medioambiente consiguiendo mediante el uso de la tecnología más puntera minimizar el consumo total de carburante en un 30% respecto a una unidad de similar tamaño y reducir la emisión de óxidos de azufre y de nitrógeno a proporciones mínimas.

Hélices y timones «de los de toda la vida» para el Mein Schiff 5 aunque en la foto no se aprecien bien por la impresionante nevada que caía en ese momento sobre el astillero finlandés.
(Fuente: Meyer Turku)

Hasta ahora todo suena formidable y grandioso pero como siempre suele suceder hay un «pero»; y es que este barco tan único no lo es en absoluto: no hace falta ser un lince para darse cuenta si nos fijamos en el número que acompaña a su nombre, aunque incluso éste induce al error. Y es que el Mein Schiff 5 es el tercer (que no quinto) y por ahora último buque de una serie de barcos gemelos que hasta la fecha contabiliza tres unidades y que como habrán podido imaginar atienden al original nombre de Mein Schiff junto a su número correspondiente, en este caso 3 y 4, siendo las diferencias entre los componentes del trío meramente anecdóticas. Nos quedaría el consuelo entonces de pensar que siempre es más reseñable ver a un barco de estas características en el año de su debut pero lo cierto es que ni a eso nos podemos agarrar ene l caso de nuestro protagonista de hoy ya que todos los Mein Schiff han pasado por la rada herculina en el año de su debut; el Mein Schiff 3 lo hizo en junio de 2014 y el 4 hizo lo propio en septiembre del pasado año. Respecto a los buques que portan los dos primeros números de la serie se trata de unidades mucho más antiguas compradas de segunda mano y que nada tienen que ver en características ni tamaño con tres últimos construídos. De hecho el Mein Schiff 5 está llamado a sustituír a partir del próximo año al Mein Schiff 1, que abandonará la naviera TUI Cruises a partir de julio de 2017 para pasar a formar parte de la naviera Thomson Cruises, englobada dentro del grupo TUI AG. Curiosamente el Mein Schiff 5 visitó A Coruña apenas unas horas antes de que hiciera lo propio el buque al que va a sustituír. Los caprichos del calendario tienen estas cosas.

Como todavía quedan muchas cosas por mencionar de nuestro protagonista de hoy de momento lo dejamos aquí. En la siguiente entrada continuaré explicando más detalles acerca del Mein Schiff 5 y de su estreno en aguas de A Coruña este domingo.

El Mein Schiff 5 durante su salida de A Coruña con los faros de Mera al fondo.

Salvo las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.