Este domingo nos visitó el buque de cruceros Boudicca.

El elegante Boudicca fue la estrella en los muelles coruñeses durante la jornada dominical.

Procedente de Liverpool el veterano navío propiedad de Fred. Olsen Cruise Lines llegó a la ciudad a una hora muy poco habitual para un buque de sus características, las dos de la tarde, para quedar atracado media hora después en el muelle de trasatlánticos. A bordo del Boudicca llegaron esta vez unos 800 cruceristas, en su totalidad británicos por ser éste el mercado para el que opera esta compañía.

Un clásico de la ciudad.

El Boudicca se encuentra estos días realizando un crucero de 8 noches de duración que arrancó el pasado día 22 de la mencionada urbe inglesa a orillas del Mersey y que tras su primera escala en tierras herculinas visitó los puertos de Avilés, Santander y Bilbao antes de regresar de nuevo a Liverpool donde se pondrá punto y final a la singladura este sábado. Los precios para esta ruta partían desde los 1.250 euros para los camarotes interiores hasta los 2.250 euros que se pedían en el caso de las suites.

No cabe duda de que el Boudicca es uno de los clásicos del calendario crucerístico coruñés desde que hiciera su debut con su actual nombre allá por el 2006 y lo de clásico es en el sentido más amplio del término puesto que con sus 44 años de vida marinera bajo sus cuadernas es uno de los navíos más veteranos que siguen en activo en la industria del crucero junto con sus dos gemelos: por un lado su compañero de flota, el Black Watch, que este año celebra su 45º aniversario, y por otro el Albatros, de la naviera germana Phoenix Reisen y que es unos meses más joven que nuestro protagonista de hoy.

Construído en los astilleros Wärtsila Hietalahti de la ciudad finlandesa de Helsinki y puesto en servicio en junio de 1973 como Royal Viking Sky, el actual Boudicca es un buque 28.388 toneladas de registro bruto con unas dimensiones principales de 205´4 metros de eslora, 25´2 metros de manga y un calado de 7´5 metros. Dichas medidas no son las que tenía en sus orígenes ya que en 1982 y al igual que le sucedió a sus dos hermanos la nave sufrió un proceso de elongación al añadírsele una sección central de 28 metros de largo. En la actualidad el Boudicca cuenta con una capacidad para 839 pasajeros en acomodación normal a los que hay que sumar sus 320 tripulantes, y del total de sus 437 camarotes tan sólo 64 (el 15%) presentan terraza privada.

El Boudicca, cuando todavía era el Royal Viking Sky y aún no había «pegado el estirón».
(Fuente: shipspotting.com)

Tras una estancia que se prolongó durante toda la tarde finalmente a las nueve y media de la noche el Boudicca reemprendió su viaje poniendo rumbo a tierras asturianas, concretamente hacia el puerto de Avilés, localidad que la naviera Fred. Olsen incluye ocasionalmente en sus rutas desde hace varios años; no obstante uno de sus buques, el Braemar, fue el primer barco de cruceros en atracar en el puerto avilesino en toda su historia. El Boudicca regresará a A Coruña el próximo 13 de marzo.

La Torre de Hércules despide al Boudicca hasta 2018.
Las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas
ellas.