Se conoce que los shipspotters y aficionados al mundo naval coruñeses hemos sido muy buenos este año. Antes de meternos entre pecho y espalda una opípara (o indigesta según el caso) cena de nochebuena Papa Noel nos hizo un espléndido regalo anticipado en forma de escala de buque de cruceros, aunque no uno cualquiera sino uno de los más veteranos, bellos y también legendarios de cuantos actualmente surcan las aguas. Les hablo del Marco Polo, ¿de quien si no?.
Procedente del puerto de Bristol-Avonmouth, punto inicial de la presente ruta, el emblemático navío llegó a aguas herculinas a primera hora de la mañana con 800 pasajeros a bordo que disfrutan estos días del tradicional crucero de Navidad, una singladura de dos semanas de duración que tras partir de tierras inglesas y después de la parada en aguas gallegas hará escalas en Gibraltar, Arrecife, Sta. Cruz de Tenerife, Sta. Cruz de la Palma, Funchal y Lisboa antes de regresar a Bristol la víspera de Reyes.
Al igual que el Oceana, que hizo escala en A Coruña el día anterior, el Marco Polo tiene previsto dar la bienvenida al nuevo año atracado (o fondeado, eso dependerá del aforo) en Funchal para que su pasaje pueda disfrutar de los tradicionales fuegos de artificio, todo un clásico de la capital madeirense y que atrae cada vez a más turistas, lo que ha convertido a la isla en uno de los principales destinos europeos en cada Nochevieja.
Todo un mito viviente, la hermosa línea del Marco Polo evidencia que estamos ante un navío de otra época, cuyo perfil ha permanecido invariable a lo largo del más de medio siglo que lleva pateándose los mares. Construído en 1965 bajo el nombre de Aleksandr Pushkin y perteneciente a la otrora potente flota soviética, el principal cambio sufrido en sus cinco décadas de vida marinera fue el paso de manos comunistas a intereses capitalistas con la desmembración de la U.R.S.S. a principios de los 90. Tras numerosas aventuras comerciales desde la caída del bloque comunista el Marco Polo trabaja en la actualidad para el operador británico Cruise & Maritime Voyages que lo explota desde hace varios años en régimen de chárter.
Muy popular en el mercado británico el Marco Polo goza de un notable éxito ofreciendo una experiencia única a bordo de un barco «de los de antes» que se mantiene perfectamente actualizado gracias a los continuos trabajos de mantenimiento y revitalización que suelen tener lugar a finales de cada año en los astilleros Damen en la ciudad de
Vlissingen (Holanda). Hace unas semanas tenía lugar la que era ya su 11ª varada en esta factoría neerlandesa donde coincidió en esta ocasión con el buque insignia de su
naviera, el Magellan, también en trabajos de mantenimiento.
El Marco Polo es sin lugar a dudas uno de los buques preferidos por los shipspotters locales y aficionados al mundo naval por lo que siempre supone una gran alegría verlo atracado en nuestro puerto. Éste es también uno de los motivos por los que nuestro protagonista de hoy es portada del calendario que como cada mes de diciembre edita la Asociación Gallega de Fotógrafos Navales, proyecto nacido hace ya unos años y del que tengo el gran honor de formar parte. Para la edición del 2017 la AGFN ha optado por realizar dos calendarios distintos con las fotografías aportadas por sus asociados y que recogen diversas escenas de los más variados especímenes que surcan los mares: desde buques de guerra a pesqueros pasando por mercantes, remolcadores, embarcaciones tradicionales… y por supuesto buques de cruceros. Todos los que deseéis tener uno de estos calendarios podéis poneros en contacto con la asociación a través de su correo ( agfngalicia@gmail.com ) o bien por medio de su página de facebook. También podréis contactar a través de este blog. El precio del calendario es de 10 euros más gastos de envío.
Volviendo al pasado día de Nochebuena a primera hora de la tarde el Marco Polo se despidió de la ciudad minutos después de las cuatro y media de la tarde para poner rumbo a aguas gibraltareñas. Los que acudimos el sábado a ver su salida pudimos disfrutar una vez más del magnífico espectáculo que siempre supone ver navegar a esta leyenda de los océanos que de cumplirse las previsiones volverá a visitarnos el próximo 6 de abril.
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.
