No queda nada para acabar el año pero los cruceros se resisten a abandonar nuestra ciudad. Y no se trata de escalas irrelevantes que sólo sirven para engordar la cifra final de este tipo de tráficos en A Coruña sino que son visitas de relumbrón; para muestra el buque que nos visitó en la jornada de ayer domingo, toda una Reina: nada más y nada menos que el ilustre Queen Elizabeth.

 

Pasadas las siete de la mañana «Su Majestad» apareció en el horizonte para dirigirse al habitual punto de atraque de este tipo de naves en el muelle de trasatlánticos. A bordo del buque de la Cunard unos 2.200 pasajeros, en su mayoría británicos, que procedentes del archipiélago de Madeira disfrutan estos días de una travesía de 11 noches de duración con inicio y final en Southampton. La singladura tiene como elemento destacado su elevado número de jornadas exclusivas de navegación, con un total de cinco días en los que los pasajeros del Queen Elizabeth no habrán pisado tierra.

La ruta que estos días realiza el Queen Elizabeth se caracteriza por su reducido número de escalas.

Construcción número 6187 de los astilleros Fincantieri en su sede de Monfalcone, el Queen Elizabeth inició su carrera comercial el 12 de octubre de 2010 y su coste aproximado fue de unos 420 millones de euros. El buque es una unidad que forma parte de la Vista Class aunque con sustanciales modificaciones sobre el concepto original entre las que se incluye una proa especialmente reforzada para realizar sus habituales rutas trasatlánticas. En esencia el diseño del Queen Elizabeth toma el patrón del Queen Victoria y calca sus dimensiones principales salvo en el registro bruto, que aumenta respecto a su cuasigemelo debido a una popa practicamente vertical. Sus cifras son imponentes: 90.901 toneladas de registro bruto, con una eslora de 294 metros, 32´2 metros de manga y un calado de 8 metros. En sus 16 cubiertas (12 de pasaje) el Queen Elizabeth puede albergar a un máximo de 2.547 pasajeros y 900 tripulantes. Pese a sus profundas raíces británicas y su monárquico nombre la nave luce bandera de Bermudas, lo que le permite obtener suculentas ventajas fiscales además de poder oficiar bodas a bordo (algo que el pabellón inglés no deja). Su distintivo de llamada es ZCEF2.

«Liz» transitando por delante de los faros de Mera.

 La escala de un «Queen» en los muelles siempre tiene una mayor relevancia que cualquier otra debido al prestigio de estos navíos y el de su naviera, la Cunard, algo que no se ha perdido con el paso de los años pese a que las «Reinas» actuales (al menos en el caso del Queen Victoria y de nuestro protagonista de hoy) poco o nada tienen que ver con los otrora famosos liners que dieron tanta fama a esta compañía. Aún así los medios de comunicación siempre se hacen eco de la presencia de estos buques cuando arriban a nuestra ciudad, lo que repercute en un mayor número de curiosos que no pierden la oportunidad de ir a verlo. Esta vez tampoco fue una excepción, a lo que se ayudó el hecho de que la escala coincidiera en jornada dominical y que el tiempo, al menos por la mañana, acompañara en lo climatológico.

Este 2015 que está a punto de cerrarse ha sido realmente prolífico en  «Reinas» para A Coruña; en total han sido cinco visitas las protagonizadas por alguna de las naves de la dinástica naviera británica, 3 del Queen Victoria y 2 del Queen Elizabeth, en lo que ha sido uno de los años (si no el que más) con mayor presencia de esta compañía en nuestra ciudad. Que una naviera tan importante en el sector como es la Cunard apueste de manera tan decidida por nuestro puerto como punto de referencia en el noroeste peninsular es todo un motivo de orgullo.

Hasta el arco iris lució ayer para despedir a «Su Majestad».
(Foto: Manuel Candal)

En 2016 los coruñeses volveremos a disfrutar con la presencia de las naves de la Cunard. El Queen Victoria hará dos escalas (17 noviembre y 20 de diciembre) mientras que el Queen Elizabeth hará otras dos casi solapadas a las anteriores (24 de noviembre y 27 de diciembre). Nos sigue quedando la espinita de no recibir a la «Reinona», el Queen Mary 2, que desde su debut en aguas herculinas allá por el 2004, no se ha vuelto a dejar ver. En 2016 salvo cambios de última hora tampoco habrá suerte.

El Queen Mary 2 sigue haciéndose esperar en la ciudad.
(Foto: José Manuel Cereijo)

Volviendo a la escala de ayer, poco antes de las cinco de la tarde el Queen Elizabeth soltó amarras en mitad de un inoportuno chubasco que dificultó la labor «afotadora» y deslució un tanto la maniobra, siempre espectacular tratándose de ver a un gigantesco navío maniobrar en un espacio tan confinado. Una vez en campo abierto «Liz» puso rumbo al norte con destino a tierras británicas donde llegará esta misma noche. En 2016 pondrá proa de nuevo a A Coruña como ya dije pero eso será ya el próximo año.

Agradecimientos a mis compañeros Manuel Candal y José Manuel Cereijo a quienes le he «tomado prestadas» un par de fotos para la elaboración de este post.