Hoy continuaré con el breve repaso que estoy realizando por la historia de la naviera Saga Cruises con motivo de la doble escala que protagonizaron el pasado martes en A Coruña los dos buques que actualmente componen su flota, el Saga Sapphire y el Saga Pearl II. En la primera parte del post comenté algunos aspectos sobre los orígenes y el pasado de la compañía, y hoy toca hablar del presente y del futuro más inmediato que se le presenta a la marca inglesa.

Hoy continuamos repasando la historia de Saga Cruises.

Hablar del presente de Saga Cruises equivale a hacerlo de los dos buques que compartieron atraque esta semana en el puerto herculino, empezando por el más pequeño del dúo. El Saga Pearl II entró a formar parte de la familia Saga en 2009 cuando la compañía británica compró el navío en subasta pública con el objetivo de sustituír al legendario Saga Rose, retirado a finales de ese mismo año. Tras una profunda reforma el buque comenzó operaciones con sus nuevos colores a principios de 2010 debutando en A Coruña en octubre de ese año.

El Saga Pearl II durante su escala inaugural en A Coruña el 30 de octubre de 2010. El buque portaba entonces el color amarillo corporativo en su chimenea, un tono que este mismo año la naviera está recuperando para sus navíos.
 (Foto: José R. Montero)

El motivo de que el nombre del buque llevara el sufijo «II» obedecía a que Saga Cruises ya había contado con un Saga Pearl en su flota años atrás durante un breve chárter. El hecho de que dicho barco continuara navegando (aunque con otra denominación) en el momento en el que nuestro protagonista de hoy se incorporó a la naviera británica hizo que los dirigentes de la naviera optaran por añadirle el «II» para evitar posibles confusiones. En mayo de 2012 el Pearl fue rebautizado como Quest for Adventure y entró a formar parte de la marca Spirit of Adventure Cruises, de la que acababa de causar baja el buque Spirit of Adventure. El nuevo rol dentro de la compañía sin embargo no supuso ningún cambio para el ex-Saga Pearl II; el buque no fue reformado ni pintado con colores diferentes para su nueva aventura comercial lo que provocó que poca gente lo asociara con su nuevo cometido. Este hecho quizás fue uno de los factores que contribuyeron a que la experiencia no fuera del todo positiva por lo que tan sólo año y medio más tarde la nave recuperó su nombre de Saga Pearl II con el que sigue navegando a fecha de hoy.

Es momento de hablar del navío estrella de Saga Cruises, el Saga Sapphire. Su actual buque insignia entró en la compañía inglesa en el año 2012 tras ser comprado a la naviera Crocieres de France que lo operaba bajo el nombre de Bleu de France. En teoría el Sapphire venía a cubrir el hueco que iba a dejar el veterano Saga Ruby, cuya baja se produciría un año después, si bien su tamaño era muy superior (un 50 % más en volumen). La capacidad de pasaje sin embargo apenas aumentó en unos 100 personas lo que hay que interpretar como un intento por parte de Saga de subir un peldaño en cuanto a calidad mejorando el servicio del crucerista al otorgarle un mayor espacio a bordo.

 
 El estreno del Saga Sapphire supuso un salto cuantitativo (y también cualitativo) muy importante en el devenir de Saga Cruises.

Desde el comienzo mismo de su nueva etapa comercial con su nueva naviera el Saga Sapphire ha ligado su nombre a Galicia; no obstante la primera escala oficial de su viaje inaugural la realizó en el puerto de Ferrol, que recibió al reestrenado buque el 5 de abril de 2012. Desgraciadamente una serie de problemas mecánicos obligaron a cancelar el crucero unos días más tarde con el consiguiente batacazo para las arcas y para la imagen de Saga Cruises. En A Coruña el Saga Sapphire debutó un año más tarde, el 16 de abril de 2013 y desde esa fecha se ha convertido en uno de los clásicos del calendario crucerístico herculino.

El Saga Sapphire protagonizó en abril de 2012 un histórico debut en la ría ferrolana ya que la dársena departamental fue la primera en recibir al buque insignia de Saga Cruises en escala oficial.

Pero si la compañía vive en la actualidad un gran momento asentada ya como uno de los nombres de referencia dentro del mercado de cruceros británico, su futuro se presenta muy prometedor. El pasado año Saga anunciaba la entrada en servicio para el verano de 2019 de su primer buque de nueva construcción, el Spirit of Discovery, un navío de 58.250 toneladas de registro bruto, 236 metros de eslora y capacidad para 1.000 pasajeros. El futuro buque insignia de Saga Cruises que en la actualidad va tomando forma en los astilleros Meyer de la localidad germana de Papenburg, ya ha confirmado su visita a nuestra ciudad en otoño del 2019. No contentos con esta importante novedad Saga anunciaba hace unos meses la construcción de una segunda unidad, gemela de la anterior, y cuyo nombre será Spirit of Adventure. La entrada en servicio del primero de estos dos nuevos barcos supondrá la salida de la flota del Saga Pearl II, confirmada ya para abril de 2019. Su último crucero, un recorrido de 54 días por gran parte de la costa africana recalará en Ferrol a principios de febrero de ese año, una gran oportunidad para que los shipspotters de la zona le demos una despedida más que merecida a este navío que a partir de esa fecha afrontará un futuro lleno de interrogantes.

Imagen por ordenador del aspecto que lucirá el futuro Spirit of Discovery y que entrará en servicio a mediados de 2019.
(Fuente: Saga Cruises)

Para celebrar la especial jornada del pasado martes con la coincidencia de Saga Pearl II y Saga Sapphire atracados proa con proa en el puerto herculino, a lo largo del día se realizaron a bordo de ambas naves numerosas actividades especificamente diseñadas para conmemorar dicho encuentro como permitir a los pasajeros que así lo deseasen cambiar de barco por unos momentos para ir a tomar algo a la nave vecina. La celebración unida a las estupendas condiciones climatológicas animaron a que el capitán Tanner, «Máster» del Saga Pearl II, tomase la decisión de pernoctar en la ciudad cuando las previsiones apuntaban a que zarparía a media tarde. Con ello su pasaje pudo disfrutar de un agradable paseo nocturno por la zona centro de la ciudad que estos días luce aún más espectacular si cabe con el vistoso alumbrado navideño.

El capitán del Saga Pearl II decidió hacer noche en el puerto herculino, una circunstancia muy poco habitual para este tipo de naves en nuestra ciudad.
(Foto: Manuel Candal)

Tras un día memorable llegó el momento cumbre de la jornada con la salida del Saga Sapphire a las cinco y media de la tarde. Tras separarse unos metros del muelle e iniciar su avance, justo en el momento en el que el Sapphire transitaba a la altura del Saga Pearl II los dos compañeros de flota se despidieron de una manera tan efusiva como pocos recordamos haber escuchado. Y es que a cada atronadora pitada de uno de los barcos le seguía una más que sonora respuesta de su compañero, dando lugar a un peculiar e improvisado concierto a cargo de estos dos enormes instrumentos de viento. Los paseantes que se encontraban en esos momentos por la zona del Parrote asistieron incrédulos a la escena sin saber el por qué de tan estruendoso saludo pero es que la ocasión lo requería; en este mundillo no todos los días se comparte jornada de trabajo con un hermano. Tras la marcha del Saga Sapphire el Saga Pearl II se quedó solo en el muelle de trasatlánticos desde donde partió a primera hora del día siguiente de una manera bastante más discreta a lo que lo había hecho su compañero de flota unas horas antes.

La salida del Saga Sapphire se convirtió en toda una fiesta de la que fuimos testigos muchos coruñeses.
(Foto: Manuel Candal)

 Tras este emotivo encuentro en la ría herculina tanto Saga Pearl II como Saga Sapphire se despiden de la ciudad por un breve período de tiempo ya que ambos volverán a visitar A Coruña, ya por separado eso sí, en próximas fechas; para 2018 los dos buques ya han confirmado su presencia en aguas de Marineda siendo la próxima escala del Pearl el próximo 12 de febrero mientras que el Sapphire regresará en apenas un mes, concretamente el 19 de enero. No quisiera terminar esta entrada especial sin agradecer a mi amigo y habitual colaborador del blog, Manuel Candal, su participación en el post de hoy en forma de estupendas fotos. También a José R. Montero, que colabora con alguna instantánea de su impresionante archivo fotográfico.

Salvo las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.