Comenzamos aquí la tercera y última parte del relato sobre lo que han dado de sí las dos décadas de existencia de la naviera alemana Aida Cruises, que desde unos inicios modestos se ha convertido en tan sólo 20 años en una de las marcas con mayor éxito del competitivo sector turístico. Hoy hablaré de todos los acontecimientos ocurridos tras la construcción de los buques de la Sphinx-Klasse hasta llegar al día de hoy.
el futuro de la compañía germana proyectando en 2011 la que sería su tercera
generación de navíos, buques que supusieran la entrada de Aida Cruises
en el sector de los megacruceros con unidades de 100.000 toneladas o
más. Sorprendentemente el encargo fue encomendado a los astilleros
japoneses Mitsubishi Heavy Industries de la ciudad de Nagasaki debido a la falta de huecos en las principales factorías
europeas (Meyer, Fincantieri, STX…) para entregar el pedido dentro de
los plazos previstos. Pese a no tratarse de uno de los nombres de referencia en lo concerniente a la producción de este tipo de naves, el
astillero nipón ya había realizado varios trabajos exitosos en el campo de los
cruceros, como los buques Diamond y Sapphire Princess pero la falta de experiencia en este campo les acabaría pasando factura y a un precio desorbitado, tanto para el propio astillero como para Aida Cruises.
La construcción de lo que sería la primera unidad de la nueva Hyperion-Klasse y que más tarde recibiría el nombre de AidaPrima comenzó a buen ritmo y nada hacía presagiar los posteriores probelmas pero hacia la mitad de los trabajos comenzaron las dificultades. La complejidad mecánica del nuevo navío unido a diversas desavenencias entre astillero y naviera respecto al diseño de los camarotes obligaron a posponer la fecha de entrega, inicialmente prevista para marzo de 2015, hasta octubre de ese año, más de 6 meses de retraso que obligaron a Aida Cruises a aplazar el viaje inaugural. Posteriormente las pruebas del mar realizadas en verano demostraron que el buque todavía presentaba numerosas deficiencias que debían ser subsanadas lo que ocasionó un segundo retraso, estableciéndose como nueva fecha de entrega el mes de diciembre. Un nuevo retraso una nueva cancelación de rutas que seguía haciendo perder millones de euros a la compañía germana. Para acabar de convertir el nacimiento del AidaPrima en el más tortuoso y problemático de los de los últimos tiempos, en otoño se anunció que tampoco se llegaría a tiempo para el mes de diciembre fijando la fecha final de entrega para marzo de 2016, justo un año después de la fecha inicial establecida. Sin ni siquiera debutar el nuevo buque insignia de Aida Cruises había batido ya un récord convirtiéndose en el buque de cruceros que acumulaba un mayor retraso en su construcción desde los tiempos del Queen Elizabeth 2. Los sucesivos retrasos en la construcción del AidaPrima tuvieron sus secuencias aquí en el golfo ártabro. El nuevo Aida tenía previsto hacer escala en Ferrol en el mes de abril durante su viaje inaugural que lo llevaría hasta su puerto base en la ciudad de Hamburgo, todo un acontecimiento para los gallegos el poder ver en primicia a este revolucionario navío pero lamentablemente los sucesivos aplazamientos cancelaron estos planes e hicieron que los shipspotters de la zona nos tuviésemos que quedar con las ganas. La accidentada construcción del AidaPrima pàsó una gran factura a los astilleros Mitsubishi, que entre pagos de multas por compensación, aseguradoras, etc, anunció unas pérdidas de 1.500 millones de euros lo que ha llevado a estos vanguardistas astilleros a renunciar publicamente a la construcción de buques de crucero en el futuro.
fue bautizado el 7 de mayo de este año en el puerto de Hamburgo en una
espectacular ceremonia que formó parte del Hafengeburtstag, los actos de
conmemoración del 827 aniversario del puerto alemán.
Pese a que a los astilleros Mitsubishi no le hayan quedado muchas ganas de volver a construír cruceros las obligaciones contractuales hay que cumplirlas y en sus instalaciones está a punto de ver la luz el que será segundo y último integrante de la Hyperion-Class, que debutará en marzo de 2017 (un año después de lo previsto) y que en un principio iba a llamarse AidaMia pero que finalmente será bautizado como AidaPerla. Como mencioné antes las dificultades surgidas durante el proceso constructivo del AidaPrima obligaron a anular la escala que el buque tenía previsto a principios de este año en la ría ferrolana pero de cumplirse las previsiones el próximo año podremos desquitarnos y es que de cumplirse las previsiones el AidaPrima debutará en la ciudad de Ferrol el próximo 9 de noviembre convirtiéndose sin lugar a dudas en la principal atracción para el próximo ejercicio en todo el golfo ártabro.
Las dificultades surgidas en la construcción del AidaPrima, cuyo retraso también va a afectar la entrada en servicio de su gemelo AidaPerla unido a las grandes pérdidas económicas han condenado a la Hyperion- Klasse ha quedarse unicamente en una familia formada por tan sólo dos unidades pero eso no significará un estacamiento para la marca Aida Cruises y Carnival ya planifica el futuro; hace unos meses el gigante norteamericano anunciaba la construcción de la nueva generación de buques para la compañía teutona, la Helios-Klasse, que contará de inicio con dos unidades de 183.200 toneladas cada una y capacidad para 6.600 pasajeros, lo que los convertirá en los buques de pasaje más grande del mundo atendiendo a esta característica. Esta nueva generación de navíos estará propulsada integramente por gas licuado, el combustible del futuro en el sector cruicerístico. El encargo ha sido encomendado a los astilleros Meyer, lugar de nacimiento de casi toda la flota Aida, y las previsiones apuntan a que estarán navegando en 2018 y 2021 respectivamente. La pregunta del millón ahora es: ¿visitarán algún día los nuevos Clase Hyperion o los futuros Clase Helios la ciudad de A Coruña?. Es muy probable dado que Aida Cruises nunca ha dejado de apostar por la ciudad herculina y si posiciona sus nuevas naves en el continente europeo es de esperar que más tarde o más temprano alguna de estas «criaturitas» se deje ver por aguas de Marineda. ¿2019 quizás…?
Y que no falten nunca porque la presencia de estos buques de tan inspiradora sonrisa se ha convertido ya en todo un clásico de los muelles herculinos, y eso en tan sólo 20 años. Dos décadas de exitosa historia y un horizonte prometedor en el que Aida Cruises aspira a seguir creciendo y alcanzando metas que en un principio parecían imposibles. ¿La clave?; quizá está en ser siempre fiel a ese espítiru innovador con el que se forjó la marca y que sigue presente en cada una de sus nuevas creaciones. Desde el blog «Cruceros en la ciudad de cristal» sólo me queda brindar por el veinte aniversario de la naviera germana y desearle que los años venideros sean tan deslumbrantes como los que ahora se conmemoran. ¡Seguid sonriendo, chicos!