Resultan inconfundibles. El de la foto o cualquiera de sus compañeros de flota. Y es que si de algo pueden presumir los buques de la naviera Aida Cruises es de no pasar desapercibidos en cualquier puerto donde atraquen y nuestro protagonista de hoy, el AidaCara, no es ninguna excepción.

(Foto: Manuel Candal)

Tenía prisa por llegar el pequeño de la flota Aida a nuestra dársena; pese a que salió de la ciudad de Lisboa y se tomó la travesía con mucha parsimonia (a unos 12 o 13 nudos durante casi toda la ruta) salía del dispositivo de separación de Fisterra poco antes de la 01:00 y amenazaba con plantarse en A Coruña sobre las 5:00 horas, lo que sería todo un récord de premura y claro, no son horas….
 Tras moderar un poco y con la recalada ya prevista para una hora más «decente», el AidaCara aumentó a 15 nudos pasadas las islas Sisargas y hacia las 06:30 estaba ya amarrado a los norays del muelle de trasatlánticos.

(Foto: Manuel Candal)

Que la apariencia no os lleve a engaño; los componentes de la flota Aida son muy diferentes entre si pese a que llevan el mismo «maquillaje». Y el más distinto de todos ellos es el AidaCara. Lo es, entre otras cosas por ser el primer buque de la compañía y cuando fue construido, en 1996, no había previsto ninguna unidad a mayores. Lo que si es el AidaCara es el espejo sobre el que se basaron los diseños de las posteriores unidades que llegaron a la flota germana: el AidaVita en 2002 y el AidaAura en 2003, que aunque más grandes (unas 5.000 toneladas más y casi 10 metros más de eslora) mantienen una misma disposición interior.

Una de las diferencias  más notables de diseño con respecto a sus «compis» es el puente de mando.
A diferencia de sus compañeros de flota las alas del puente del AidaCara
son descubiertas, como lo suelen ser en los buques de pasaje construidos a mediados de los 90, como
por ejemplo en el Oriana o en el Costa Classica.

Detalle del puente del AidaCara.

Pese a no tener muchos años de vida, el puente del AidaCara sufrió en 2005 una importante modificación durante una gran reforma llevada a cabo en los astilleros Neptun Stahlbau Industrie de la ciudad germana de Rostock. La obra incluía montar balcones privados en 44 camarotes y debido a que ésto comprometía la visibilidad desde el puente hacia atrás se optó por alargar las alas 1,8 metros, pero en lugar de alargar la estructura  en si se añadió una pasarela telescópica que le otorga al puente una estética cuanto menos curiosa. Eso si, las alas se mantuvieron descubiertas, algo que personalmente agradezco porque en mi modesta opinión le otorga una estampa más marinera.

Arriba: Di Patata! Aprovechando que el AidaCara «posa» para la cámara podemos ver 
las pasarelas extensibles (señaladas con las flechas) añadidas en las alas 
descubiertas del puente y que le permiten mejorar la visibilidad hacia atrás.
Abajo: Pese a tomar como base el diseño del AidaCara, las siguientes unidades de la flota, como el AidaAura (en la foto) o el AidaVita ya presentan las alas del puente cubiertas.

La salida del AidaCara se produjo a las 16:00 horas, a una hora nada habitual para los barcos de la naviera Aida Cruises, que suelen prolongar su estancia en la ciudad casi toda la tarde, zarpando de las 19:00 horas en adelante lo que igual indica un cambio de estrategia para este 2012. De hecho ya lo pudimos comprobar con la escala del AidaLuna hace unos días en el puerto de Vigo, de donde zarpó tambien a primera hora de la tarde.

Tras soltar cabos, dejar por el costado de babor el Castillo de San Antón y superar el dique de abrigo, el AidaCara puso proa al norte rumbo hacia Santander, su próximo destino. En el mes de octubre tendremos una nueva oportunidad de ver a este navío surcar la bahía coruñesa, otra ocasión para esbozar una sonrisa viendo su simpática cara. Como siempre quiero agradecer a Manuel Candal el estupendo material fotográfico prestado para la elaboración de este post.

(Foto: Manuel Candal)