El pasado 14 de mayo el puerto de A Coruña vivió una histórica jornada de esas que se recuerdan durante mucho tiempo. El motivo; la escala inaugural del Britannia, el nuevo buque insignia de la P&O y uno de los barcos de crucero más grandes del mundo. Ante semejante acontecimiento la ciudad herculina se volcó para dar a la nave británica una calurosa acogida como pocas veces se recuerdan en la urbe y durante todo el día se celebraron multitud de actos, en especial durante la salida del navío. Ya a la vista de su descomunal figura alejándose, muchos coruñeses lamentábamos que el espectáculo llegase a su fin y deseábamos desde ese mismo instante que se repitiera una vez más. Deseo concedido.

Y no tuvimos que esperar mucho para verlo realizado porque tan sólo dos semanas después de su impactante estreno en la ría coruñesa el pasado martes el Britannia volvió a dejar con la boca abierta a la multitud de curiosos que se acercaron hasta las inmediaciones portuarias para ver en directo a este gigante de los mares. En su segunda actuación en el teatro herculino la estrella britanica fue puntual como un reloj y poco antes de las seis y media de la mañana aguardaba la llegada del práctico encargado de guiarlo a su amarre en el muelle de trasatlánticos. La maniobra finalizaba apenas una hora después con el majestuoso navío de la P&O presidiendo la fachada marítima de la ciudad que una vez más se rindió a los encantos de esta nave de ensueño.

Una vez más el Britannia atrajo las miradas de miles de coruñeses.

Procedente de St Peter Port, en la isla de Guernsey, el Britannia trajo esta vez a la ciudad a unos 3.600 pasajeros, todos ellos súbditos británicos. La escala que el buque insignia de la naviera P&O realizó el pasado martes en A Coruña se engloba en una singladura de 8 días de duración con salida y llegada al puerto de Southampton tocando varias dársenas españolas y francesas y con la particularidad de que la escala en nuestra ciudad es el punto más meridional de la ruta. No es una travesía muy habitual para los barcos que paran por unas horas aquí y que suelen hacer rutas «norte-sur» (proceder de un puerto del norte y zarpar hacia un puerto del sur) o «sur-norte», sin embargo la ruta «norte-norte» sí es una navegación que suele hacer con bastante frecuencia esta compañía en sus recaladas en A Coruña.

Llegó del norte y se fue hacia el norte: No es lo habitual en los buques de crucero que visitan A Coruña pero P&O suele hacer este tipo de rutas «norte-norte».

Al igual que le ocurriera durante su escala debut del pasado día 14 con los navíos Le Soleal y Mein Schiff 1, este martes el Britannia también estuvo bien acompañado durante su estancia en los muelles herculinos si bien esta vez tan sólo fue un buque el que le hizo compañía; se trató del germano Bremen de la naviera Hapag-Lloyd. Hay que decir que si habitualmente el Bremen tiene muy difícil captar la atención de la gente en los puertos donde hace escala (su tamaño y su aspecto no le ayudan en absoluto) con un descomunal buque de 330 metros de largo que lleva pintada en la proa la bandera británica más grande del mundo en esta ocasión el pequeño navío alemán lo tenía imposible.

Quizás consciente de ello el Bremen no se dio mucha prisa en llegar y se plantó en la ciudad a media mañana procedente de Leixoes con algo más de 150 turistas a bordo. Para terminar de rematar su visita casi inadvertida ensombrecido por la gigantesca mole del Britannia, la presencia del enorme buque inglés en el muelle de trasatlánticos obligó al navío germano a atracar en el muelle de Calvo Sotelo Sur. Pequeño y escondido. Salvo para los que nos acercamos a propósito para verlo llegar o marcharse, pocos coruñeses dirían que el martes atracaron en la ciudad dos naves de pasaje.

La presencia del Britannia hizo pasar completamente inadvertida la visita del Bremen a A Coruña.

Una cosa es que la presencia del Britannia haga pasar desapercibido al Bremen y otra muy distinta sería no dedicarle unas líneas en el blog, donde tienen cabida todos y cada uno de los buques de pasaje que nos visitan. Así pues conozcamos a continuación un poco mejor al Bremen.

Botado en el año 1990 por los astilleros japoneses Mitsubishi Heavy Industries con el nombre de Frontier Spirit, el Bremen es un pequeño buque de 6.752 toneladas de registro bruto que presenta unas dimensiones de 111´5 metros de eslora, 17 metros de manga y un calado de 4´8 metros. Sus 6 cubiertas de pasaje albergan a un total de 184 pasajeros en capacidad máxima en alguno de sus 82 camarotes, todos ellos exteriores y su tripulación la forman un total de 94 personas. El Bremen navega en la actualidad bajo pabellón de las Bahamas y su «callsign» es C6JC3.

El Bremen está operado por la legendaria Hapag-Lloyd.

Que su tamaño no les engañe; el Bremen es un lujoso navío de expedición (aunque no llega a los niveles de su compañero de flota, el Hanseatic) que ofrece la más alta calidad de servicio a bordo realizando rutas por los lugares más recónditos del planeta gracias a que es un barco de categoría E-4, lo que significa que tiene una de las calificaciones más altas para navegar entre hielos por su casco especialmente reforzado y que es la peor de las opciones a escoger para colisionar contra él en alta mar (llevaríamos las de perder).

De momento lo dejamos aquí pero en la segunda parte de esta entrada seguiré contándoles todo lo sucedido durante la escala del Bremen y del Britannia el pasado martes.

 El Bremen zarpando de A Coruña rumbo a tierras francesas.