Tras la declaración de su suspensión de pagos en el día de ayer, lo que en esencia significa la desaparición de Pullmantur Cruises tal y como la conocemos, queda ahora plantearse que ocurrirá con su flota de barcos. En un contexto tan complejo como el actual todo apunta a que sus tres buques serán enviados a desguace.

La actual flota de Pullmantur Cruises se compone de tres buques procedentes de otras navieras del grupo Royal Caribbean, uno de los accionistas mayoritarios de la firma española. Se trata del Sovereign, construido en 1988 y renovado en 2015, su gemelo Monarch, construido en 1991 y renovado en 2018, y el más pequeño Horizon, construido en 1990 y renovado en 2019. Por su edad y por su estado general, con actualizaciones relativamente recientes, cualquiera de ellos podría tener salida en el mercado de segunda mano. De hecho en varias páginas especializadas en la venta de este tipo de buques aparecen los anuncios de los 3 navíos con precios que oscilan entre los 65 y los 125 millones de dólares. La situación actual sin embargo parece indicar que el destino del Horizon, el Monarch y el Sovereign será el desguace.

Los buques de Pullmantur aparecen desde hace meses en varias páginas especializadas en la venta de este tipo de buques. A pesar de ello todo parece indicar que su futuro será el desguace.

El desguace como única salida

De momento no existe comunicación oficial sobre cual será el futuro de los tres barcos pero el contexto actual que vive el sector parece no dejar otra salida. El parón obligado que vive el sector crucerístico a causa de la pandemia de COVID-19 ha obligado a todas las navieras a replantearse sus estrategias de futuro para asegurarse precisamente eso, un futuro. Todas las compañías luchan por sobrevivir en un escenario apocalíptico jamás imaginado en el que a la falta de ingresos por culpa de la cancelación de los viajes se han unido los ingentes gastos en devoluciones a los pasajeros afectados así como los pagos derivados del mantenimiento de los buques, a proveedores, seguros, salarios, etc…

La búsqueda de liquidez y la reducción de gastos es el objetivo. En este último apartado las navieras están optando por reestructurar su capacidad operativa una vez puedan volver a navegar y lo hacen reduciendo su flota y/o posponiendo la entrada en servicio de sus nuevas unidades. Así las compañías negocian con los astilleros los plazos de entrega de sus futuros buques y las que optaban por buques de segunda mano paralizan sus compras a la espera de vientos más favorables.

De esta manera los buques retirados de sus respectivas flotas están condenados a pasar por el soplete porque no habrá demanda de buques de segunda mano a corto y medio plazo.

Según varias fuentes y publicaciones en redes sociales de algunos miembros de las tripulaciones de los buques Monarch y Sovereign, los barcos estarían siendo desmantelados en la estación marítima de Nápoles, donde se encuentran atracados. Las informaciones hablan de retirada de diversa maquinaria y equipos así como de muebles y elementos decorativos.

Los buques Monarch y Sovereign se encuentran actualmente atracados en la Stazione Marittima de Nápoles. (Fuente: marinetraffic)