Pese a que en lo climatológico fue de lo más soleado, la jornada del pasado martes 7 de junio en aguas de la ría de A Coruña fue en lo crucerístico un día gris, y lo digo sin ninguna connotación negativa. El protagonista en los muelles herculinos fue el buque Braemar, de la naviera Fred. Olsen Cruise Lines.

Procedente del puerto asturiano de Avilés, la nave de bandera bahameña llegó a la ría herculina poco antes de las siete de la mañana para quedar amarrado minutos más tarde en la habitual ubicación para este tipo de tráficos, el muelle de trasatlánticos. A bordo del Braemar esta vez llegaron unos 700 pasajeros, practicamente en su totalidad británicos, que estos días disfrutan de una bella singladura de dos semanas de duración con inicio y final en el puerto de Southampton y que tras su estancia en la costa astur-galaica hará paradas en Portimao, Sevilla (donde pernoctará), Huelva, Málaga y Vigo antes de poner fin a la ruta en tierras británicas el próximo 18 de junio.

Pese a que durante gran parte del día lució un sol de justicia el Braemar llegó a la ciudad con un cielo bastante gris… de lo más propio.

Pocos buques de pasaje son tan conocidos por aguas coruñesas como el Braemar. Desde su debut en la ciudad ocurrido en octubre de 2001 durante su primer año al servicio de la Fred. Olsen, muchas han sido sus escalas aquí durante estos años sin más novedades reseñables que el «estirón» que pegó en 2008 cuando el buque aumentó su eslora y de paso su registro bruto al añadírsele en los astilleros Blohm & Voss de la ciudad alemana de Hamburgo una sección central de 31´2 metros que aumentó su capacidad en 250 pasajeros pero arruinó definitivamente su estética. Desde ese momento las escalas del Braemar en A Coruña siguieron produciéndose con la misma frecuencia y con la única diferencia de ocupar unos cuantos metros más de línea de atraque que antaño. El segundo gran cambio durante su etapa en la naviera inglesa ha llegado este año.

Arriba: En su configuración original el Braemar resultaba un buque de lo más agraciado estéticamente.
Abajo: La sección central añadida en 2008 arruinó un tanto su imagen exterior.
(Foto abajo: Jens Boldt)

A finales de 2015 la naviera Fred. Olsen Cruise Lines anunciaba que su flota, compuesta en la actualidad por 4 buques, incorporaría una nueva imagen corporativa consistente en el repintado del casco de sus naves de color gris humo además de añadir una línea roja recorriendo toda la eslora de proa a popa. El Boudicca fue el primer navío en incorporar el nuevo «look», que se fue haciendo extensible al resto de barcos de la flota con el paso de las semanas. El pasado 14 de abril los shipspotters gallegos tuvimos la oportunidad de ver por primera vez como lucían sus nuevas galas uno de sus barcos con la escala del Balmoral en el puerto de Ferrol, con muy buenas sensaciones por cierto. Con la visita de este martes el Braemar ha sido el encargado de estrenar la nueva indumentaria de la naviera en A Coruña.

La escala del Braemar del pasado martes ha supuesto el estreno de los nuevos colores corporativos de la naviera Fred. Olsen Cruise Lines en la ciudad herculina.

Hay que aclarar no obstante que la proclamada como nueva imagen no es tan nueva ya que se trata de los antiguos colores (al menos parte de ellos) que lucía la compañía años atrás. La diferencia estriba esta vez en que han recuperado el gris humo para dar ese toque retro y han incorporado como elemento nuevo la línea roja como símbolo de modernidad. La nueva (o vieja, según se mire) identidad cromática de la compañía busca asociar visualmente dicho cambio con el salto de
calidad que ha dado la naviera, que pretende posicionarse dentro del
mercado premium británico con su flota de buques de pequeño tamaño. En mi opinión tras ver a dos de sus barcos lucir sus nuevos colores he de reconocer que al Balmoral le sientan de maravilla pero quizás algo menos al Braemar, si bien esta última impresión pueda deberse a que desde que lo alargaron el buque ha perdido para mí gran parte de su encanto. Estoy seguro de que a los componentes más clásicos de la flota, los gemelos Black Watch y Boudicca la nueva imagen le sentará de maravilla pero para verlos en directo tendremos que esperar al menos hasta el año que viene.

Los nuevos colores no le quedan mal al Braemar pero…

Volviendo al pasado martes tras una estancia aproximada de 10 horas en la ciudad herculina a las cinco de la tarde el Braemar se despidió de aguas coruñesas poniendo rumbo al sur con destino a la dársena de Portimao, sitauada en el Algarve portugués. Al Braemar todavía le quedan por la proa varias escalas en A Coruña antes de finalizar el presente año, la próxima de ellas el 5 de noviembre.

Rumbo a tierras lusas.
 Las fotos de esta entrada  han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.