El miércoles fueron tres y el jueves dos los buques de crucero que coincidieron en el puerto de A Coruña compartiendo amarre. La temporada alta de este tipo de tráficos en la ciudad es la culpable de que en tan sólo 48 horas haya habido tan frenética actividad en los muelles aunque nada comparable con lo que se nos viene encima en el mes de mayo, pero eso es querer adelantarse demasiado. Por el momento hoy toca hablar de los dos protagonistas del pasado día 21 que fueron los buques AidaDiva y Amadea.

Poco antes de las siete de la mañana los enormes ojos del AidaDiva asomaron por detrás del Castillo de San Antón procedente de Lisboa. La nave de Aida Cruises trajo a la ciudad a unos 2.000 pasajeros que estos días disfrutan de una singladura de dos semanas de duración con inicio en Sta. Cruz de Tenerife y que en su camino a tierras alemanas ha realizado escalas en Casablanca, Cádiz, la capital portuguesa como antesala a su visita a A Coruña, y que tras dejar por popa aguas de Marineda tendrá recaladas en Dover, Le Havre, Amsterdam y Gotemburgo. La aventura finalizará el próximo jueves en el puerto teutón de Warnemunde.

El AidaDiva llegó a primerísima hora de la mañana.
(Foto: Manuel Candal)

Con el AidaDiva plenamente asentado como un coruñés más, fue el turno del Amadea, que se lo tomó con más calma y no apareció por los alrededores de la Torre de Hércules hasta poco antes de las 11 de la mañana. Procedente del puerto británico de Portsmouth la nave de Phoenix Reisen atracó en el muelle de Calvo-Sotelo sur dejándole todo el muelle de trasatlánticos a su colega de amarre. Tras finalizar la maniobra los 532 pasajeros que traía a bordo el Amadea comenzaron a bajar a tierra para conocer la ciudad o realizar las excursiones contratadas. A Coruña era para los turistas del buque alemán la segunda parada de un itinerario de 21 días de duración  con inicio y final en el puerto de Hamburgo y que tendrá como escalas los puertos de Leixoes, Porto Santo, Funchal, Sta Cruz de la Palma, Puerto del Rosario, Arrecife, Agadir, Lisboa, Brest y Amsterdam.

Hasta media mañana no apareció el Amadea por la ría coruñesa en la que supuso su segunda visita del año.

Unas pequeñas pinceladas ahora sobre los dos protagonistas de la jornada, comenzando por el AidaDiva. Construído en los astilleros Meyer de la localidad de Papenburg (Alemania) en 2007, el Diva fue el iniciador de una de las más exitosas sagas de la industria crucerística moderna, la Sphinx-Klasse (Clase Esfinge) y que está constituída por un total de siete unidades todas ellas al servicio de Aida Cruises. Los buques integrantes de esta serie, AidaBella (2008), AidaLuna (2009), AidaBlu (2010), AidaSol (2011), AidaMar (2012) y AidaStella (2013) difieren en ciertos detalles pero el diseño original viene marcado por el navío que pasó gran parte del miércoles en nuestra ciudad. En números el AidaDiva es un barco de 69.200 toneladas de registro bruto con unas dimensiones generales de 252 metros de eslora, 32´2 metros de manga y un calado de 7´5 metros que en sus 13 cubiertas de pasaje puede albergar a un total de 2.500 pasajeros en capacidad máxima a los que hay sumar las 646 personas que componen su tripulación.

Los buques de la Sphinx-Klasse presentan una estética inconfundible y no sólo por su adornada proa.

A diferencia del AidaDiva, el Amadea no tiene hermanos, Se trata de un buque único en diseño construído en el año 1991 por los astilleros japoneses Mitsubishi Heavy Industries bajo el nombre de Asuka para la naviera Nippon Yusen Kaisha. En 2006 el navío fue vendido a sus actuales propietarios, el touroperador alemán Phoenix Reisen y rebautizado con su actual denominación, mucho más acorde con los gustos europeos. Sus dimensiones son claramente más pequeñas que las del Diva: 29.008 toneladas de registro bruto, 192´8 metros de eslora, 24´7 metros de manga y un calado de 6´6 metros y sus 8 cubiertas de pasaje ofrecen una capacidad máxima para 624 pasajeros con 300 tripulantes.

El Amadea es en la actualidad eminentemente europeo pero sus inicios fueron orientales.

Pese a sus más que notables diferencias, AidaDiva y Amadea están unidos por un aspecto fundamental y es que se trata de dos buques cien por cien alemanes. Que no les despiste la bandera que ondean (italiana en el caso del Diva y bahameña en el caso del Amadea); son más germanos que la puerta de Brandemburgo ya que ambos operan para el mercado de dicho país centroeuropeo. El mercado crucerístico alemán ha sido históricamente el segundo con más movimiento en Europa por detrás del británico pero su imparable ascensión de los últimos años (casi 1.800.000 cruceristas germanos en 2014) hace que esta afirmación tenga los días contados; en este 2016 se espera que el mercado alemán supere la barrera de los 2 millones de turistas sobrepasando al británico y convirtiéndose en el segundo mercado mundial en moviminto de pasajeros tan sólo por detrás de los E.E.U.U. Aida Cruises y Phoenix Reisen son dos de las seis compañías germanas que se dedican a ofrecer cruceros oceánicos pero a pesar de operar en exclusiva en un mercado tan delimitado resulta curioso que en cierta forma no se puedan considerar rivales debido a que las dos navieras buscan con su producto un target muy distinto de clientes

 Aida Cruises es a escala mundial una de las navieras con una progresión más vertiginosa en la última década. En la actualidad presume de ser el tercer operador por movimiento de pasajeros en Europa tan sólo por detrás de MSC Cruises y Costa Crociere. En Canarias son los indiscutibles monarcas y en Alemania también son líderes. Su cliente tipo llama la atención; con una media de edad sorprendentemente baja que suele estar por debajo de los 40 años, muy alejada de la imagen prototípica que mucha gente tiene acerca del pasaje que viaja en este tipo de buques.  Los barcos de Aida Cruises funcionan con el concepto de «Club Cruise»: un ambiente muy informal a bordo y con la mayoría de actividades pensadas para que sus pasajeros participen juntos en ellas facilitando la interacción. Aquel que piense en un crucero como en una especie de retiro, o de escapada tranquila que vaya descartando la opción de esta naviera (y si no habla el alemán descártelo de todas maneras puesto que es el idioma oficial a bordo).

El ascenso de Aida Cruises en los últimos años ha sido imparable.
 

Phoenix Reisen por su parte tiene una cuota de mercado bastante más pequeña (entre las marcas germanas Aida Cruises y TUI Cruises se llevan el 90% del mercado de ese país) pero es que pretender competir contra la propietaria del AidaDiva sería como poner al F.C Barcelona a jugar contra un equipo de Regional Preferente. Quizás la comparativa no es del todo correcta y más bien había que decir que Aida Cruises es un poderoso equipo de fútbol y Phoenix Reisen un notable equipo de balonmano: ambas navieras «juegan» a cosas distintas. Mientras que Aida se engloba en el sector generalista, Phoenix  Reisen apunta más hacia el segmento premium ofreciendo en sus buques (sobre todo en el que hoy nos ocupa) un servicio muy esmerado y por encima de la media que en los últimos años podría entrar dentro de lo que consideraríamos lujo. Además sus itinerarios suelen ser algo más exclusivos incluyendo escalas en puertos no muy habituales en el circuito crucerístico como los que ofrecen las grandes navieras  y todo ello con un ambiente a bordo mucho más sosegado del que podemos encontrar en los buques de la cara sonriente. A los que no dominen el idioma de la Merkel en el Amadea se encontrarán el mismo problema que en el AidaDiva, agravado en este caso por el hecho de que los precios de la naviera Phoenix Reisen son bastante más altos que los de Aida Cruises.

Amadea y AidaDiva son conceptos distintos dentro de un mismo mercado.

 Volviendo a la jornada del pasado jueves y tras varias horas de tranquilidad en los muelles a media tarde comenzó de nuevo el movimiento. Cuando faltaban unos minutos para las seis y media el primero en mover ficha fue el AidaDiva que con todo su pasaje ya a bordo soltó amarras para dirigirse a su próximo destino, el puerto de Dover, en pleno Canal de la Mancha. Sin más visitas a nuestra ría previstas para este año tendremos que esperar hasta el 20 de abril de 2017 para volver a recibir en la ciudad a esta nave.

El Amadea por su parte se hizo de rogar más tiempo para desesperación de algunos compañeros shipspotters que había acudido a fotografiarlo durante su salida y no fue hasta las nueve cuando se puso en movimiento rumbo a tierras lusas. El motivo del retraso de la salida en más de una hora sobre el horario previsto fue la grabación de material para la serie de TV «Das Traumschiff» (en castellano algo así como  «El barco de ensueño») y que es una versión actualizada de la original americana «Vacaciones en el Mar». La serie se emite en la cadena pública alemana ZDF y desde febrero del pasado año se rueda a bordo del Amadea. La próxima escala de este barco tan televisivo en A Coruña también  será el próximo año, concretamente el 9 de mayo.

(Foto: Manuel Candal)

Agradecimientos a mi amigo Manuel Candal por las fotos suministradas para ilustrar el blog.

Salvo
las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada  han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.