(Foto: Jose Montero)

Una visita muy especial tuvo lugar el pasado 24 de octubre en A Coruña y es que el Marco Polo no es un barco cualquiera y se le mire por donde se le mire nos damos cuenta de que nos hallamos ante una nave muy especial.

El veterano buque llegó a la rada coruñesa pasadas las 07:00 horas procedente del puerto de Gibraltar para pasar toda la mañana en tierras gallegas en una jornada que quizás no era la mejor en lo climatológico para bajar y descubrir los encantos de nuestra urbe.

(Foto: Jose Montero)

 ¿Y que es lo que hace tan especial a este barco?. Pues para empezar un simple vistazo al aspecto general del Marco Polo ya nos indica que nos hallamos ante uno de esos trotamundos de los mares con muchísimos años en su casco; tantos que, de las 40 naves de crucero que han visitado en este 2011 la ciudad heculina este buque es el de más edad de todos. Bueno, realmente es el tercero con más edad por detrás del Sea Cloud (del año 1931) y el Princess Danae (de 1955), pero estas dos naves no nacieron como barco de pasaje;  El Sea Cloud por ejemplo desempeñó varios cometidos antes de convertirse en buque de cruceros hacia finales de los 80 mientras que el Princess Danae nació como buque de carga. (digamos pues que el Marco Polo es el más antiguo que nació como barco de pasaje al uso)

Si eso no sirviera por si mismo para convertirlo en especial, sus orígenes (y parte de su carrera comercial) también son dignos de comentar. Y es que el ahora pequeño Marco Polo es el último superviviente de la flota trasatlántica soviética que desde la desmembración de la U.R.S.S. ha ido viendo como cada uno de sus barcos se han ido desperdigando por varias navieras «capitalistas» para caer finalmente bajo la dictadura del soplete y dejar paso a las nuevas generaciones.

(Foto: Jose Montero)

El actual Marco Polo que navegó con una hoz y un martillo en su chimenea durante un cuarto de siglo bajo el nombre de Aleksandr Pushkin formaba parte de un quinteto de naves gemelas construidas en los astilleros Mathias-Thesen de Wismar, en la antigua Alemania del este y que fueron bautizados con los nombres de cinco notables figuras de la literatura rusa. Fueron en orden cronológico el Ivan Franko (1964), el Aleksandr Pushkin (1965), el Shota Rustaveli (1966), el Taras Shevchenko (1967) y el Mikhail Lermontov (1972).

El Mikhail Lermontov, uno de los 5 integrantes de la Ivan Franko-class.
(Fuente: Wikipedia)

Nuestro protagonista, el segundo de la serie Ivan Franko-class entró en servicio para la Baltic Shipping Company con el objetivo de cubrir la travesía entre Leningrado (la actual San Petersburgo) y Montreal. La ruta completa iba desde la ciudad soviética con escalas en Helsinki, Copenhague, Tilbury (Londres) y Quebec City acabando en la capital canadiense.

El actual Marco Polo, ha navegado gran parte de su carrera bajo bandera 
soviética y con el nombre de Aleksandr Pushkin. En la foto se observa
perfectamente la hoz y el martillo coronando la chimenea.
(Fuente: simplonpc.co.uk)

El Aleksandr Pushkin, o lo que es lo mismo nuestro Marco Polo, ha demostrado ser el que más aguante ha tenido de entre sus «továrishch». De los cinco barcos de la serie el primero en caer fue el Mikhail Lermontov tras sufrir un accidente en las costas neozelandesas en febrero de 1986 y hundirse con la pérdida de uno de sus tripulantes. Ahora no puede presumir de longevo pero si  puede hacerlo por ser uno de los pecios más famosos en el hemisferio sur. Sus otros compañeros no tuvieron un final tan «épico» y fueron siendo desguazados desde finales de los 90. El Ivan Franko fue el siguiente en caer, en 1997 y posteriormente lo hicieron el Shota Rustaveli (2003) y por último el Taras Shevchenko en (2005)

Aunque de pésima calidad, esta foto atestigua la presencia de otro de los 
componentes del «quinteto ruso» en A Coruña. Se trata del Shota Rustaveli 
que, ya en manos occidentales y bajo el nombre de Assedo, visitó la ciudad 
el 21 de agosto de 2002, un año antes de ser desguazado.

Ya como Marco Polo la nave opera desde el 2009 bajo charter para la  naviera inglesa de reciente creación Cruise & Maritime Voyages
y junto a su compañero de flota, el Ocean Countess, realiza cruceros
por el norte de Europa en invierno y por el mediterráneo en verano
partiendo desde su base en Tilbury, el considerado como «puerto de
Londres».

Cabalgando sobre las olas rumbo a las islas británicas.
(Foto: Jose Montero)

A la salida, prevista para las 14:00 horas y cumplida con puntualidad británica, el Marco Polo reemprendió su camino con destino hacia la terminal de Tilbury  no sin antes brindarnos un nuevo espectáculo cabalgando sobre las olas al dejar la bahia coruñesa. Si en las fotos ya resulta llamativo, el vídeo realizado por mi amigo y colaborador habitual de este blog Jose Montero, refleja perfectamente como el Marco Polo sigue, a pesar de sus años, en plena forma y se enfrentó a las adversas condiciones marítimas del pasado lunes sin ningún tipo de problemas.

El próximo 10 de noviembre, y si las previsiones se cumplen, tendremos la oportunidad de volver a ver por nuestras aguas a este superviviente de la era soviética, todo un pedacito de la historia naval del siglo XX.

Montaña rusa: En esta secuencia de fotos, tomada por Jose Montero,  podemos 
ver como el Marco Polo se defiende sin problemas del embate del mar 
a su salida de la ciudad.