Aunque a efectos legales la naviera MSC Cruises es suíza, sus raíces, y lo que es más importante su alma es italiana. Y en Italia (al igual que sucede por ejemplo en Reino Unido) los barcos no son barcos, son naves o lo que es lo mismo, tienen género femenino. Si a esta característica gramatical le unimos el carácter pasional del pueblo italiano tendremos una explicación acerca de los nombres de la flota de esta naviera: Magnifica, Preziosa, Meraviglia, etc… Pueden parecer un tanto jactanciosos pero en el caso que nos ocupa hoy, el del MSC Splendida, y tras haber sido testigo de su debut en aguas herculinas el pasado viernes puedo afirmar que el nombre lo define a la perfección. Incluso puede que se hayan quedado cortos.

Las cubiertas superiores del MSC Splendida sobresalen por encima del edificio del Real Club Nautico de A Coruña.

Era una de las grandes fechas del calendario crucerístico del año en la ciudad de A Coruña. En un 2015 cargado de sonoros debuts (Anthem of the Seas, Britannia, Mein Schiff 4…) el del Splendida es uno de los más destacados pese a que a diferencia de los nombrados la nave de MSC no es una novedad de este año (fue botado hace 6 años). La razón de equipararla a todos ellos es que en tamaño y sobre todo espectacularidad de diseño, el MSC Splendida no les envidia nada al resto e incluso los supera, al menos a mi modo de ver. Los gallegos ya tuvimos en abril un primer contacto con esta nave (no me cansaré de nombrarla en femenino); fue el pasado 26 de abril cuando también hizo su debut en aguas ferrolanas pero los que allí acudimos a verlo nos quedamos con ganas de más.

El pasado mes de abril Ferrol fue testigo del debut en sus aguas del fastuoso Splendida.

Y por fín llegó el día esperado por muchos (incluído el que escribe esta líneas). 18 de septiembre. Una jornada que prometía ser «espléndida». A su llegada el pasado viernes el buque de MSC pasó desapercibido pero sólo por el hecho de que su entrada tuvo lugar poco antes de las siete de la mañana cuando la noche todavía reinaba en la ciudad. Con la salida del astro rey los coruñeses pudieron contemplar con asombro al espectacular nuevo inquilino que habitaba el muelle de trasatlánticos. A bordo de esta genialidad de la ingeniería 3.400 pasajeros, en su mayoria alemanes por contra de lo que cabría indicar viendo la nacionalidad de la naviera. El motivo de esta particularidad es que el puerto base del MSC Splendida en esta época del año es el de Hamburgo.

Desde tierras alemanas los tres millares y medio de turistas del Splendida iniciaron una ruta de 12 días con escalas en Le Havre, Southampton (el puerto de procedencia a su llegada a A Coruña) y tras visitar aguas gallegas dar paso a Lisboa, Gibraltar, Valencia y Marsella. Una singladura que tendrá su punto y final mañana en el puerto de Génova. Seguro que a sus afortunados huéspedes se les hace corto el viaje.

Construído en los astilleros STX Europe de la ciudad francesa de Saint Nazaire  en un plazo de 27 meses y botado en 2009, el MSC Splendida es un peso pesado del sector con sus 137.936 toneladas de registro bruto que lo convierten en el tercer buque más grande del año en hacer escala en A Coruña por detrás de Anthem of the Seas y Britannia y el 20º más grande de toda la flota crucerística mundial actual. No es el único dato de sus dimensiones que deja perplejo: eslora de 333´3 metros, una manga de 38 metros y un calado de 8´3 metros. Medidas de vértigo; la misma sensación que se siente al mirar desde la cubierta más alta hacia la línea de flotación; 60 metros separan estos dos puntos. El Splendida puede albergar a un total de 3.900 pasajeros en capacidad máxima a los que hay que sumar su tripulación formada por 1.332 pasajeros y
por mucho carácter italiano que se respire en su interior, esta
espléndida nave luce una conveniente bandera panameña al igual que el
resto de la flota MSC.

El MSC Splendida navega bajo registro panameño.

No hay número que no asombre en esta gigantesca obra de arte naval: 18 cubiertas, 13 de ellas de pasaje, 450.000 metros cuadrados de espacio total de los que 270.000 son para uso y disfrute de su privilegiado pasaje, 25 ascensores (15 de ellos públicos), 1.637 camarotes… Es 10 metros más largo que la longitud de la Torre Eiffel y tiene una potencia para propulsarse equivalente a la de 120 Ferraris. El coste de construcción del Splendida alcanzó los 530 millones de euros y en su día fue uno de los buques más avanzados tecnológicamente salido nunca de un astillero destacando por su puntero sistema de tratamiento de aguas o por la utilización de un nuevo fluoro-polímero para la pintura de su casco que permite reducir la fricción de la nave cuando ésta avanza, lo que repercute en un importante ahorro de combustible. También con el objetivo de ahorrar energía el MSC Splendida está equipado con un sofisticado programa informático que permite detectar los sistemas eléctricos que no se están utilizando en camarotes y zonas comunes para apagarlos automáticamente.

El MSC Splendida se engloba dentro de la llamada Fantasia Class, una clase de buques nacida en 2008 con la botadura de la unidad que le da nombre a la serie y de la que nuestro protagonista de hoy es su segundo integrante. Tras él (o ella) en 2012  llegó el MSC Divina construído bajo el mismo esquema inicial pero con algunas modificaciones que le hacen alcanzar un mayor registro bruto (139.400 TRB). La clase se cerró en 2013 con el MSC Preziosa, en esencia gemelo del Divina. Como curiosidad hay que decir que el MSC Splendida no iba a llamarse así en un principio sino que iba a ser bautizado como MSC Serenata. La reclamación interpuesta por Costa Cruceros (que tiene un buque llamado Costa Serena) durante su fase de proyecto hizo que finalmente se
llevara a cabo este cambio de nomenclatura.

Detalle de la preciosa proa del Splendida

Su hasta ahora breve pero exitosa carrera le ha deparado al MSC Splendida momentos gloriosos pero también momentos muy trágicos como la experiencia vivida a principios de este mismo año. El 18 de marzo y mientras el Splendida se encontraba en el puerto de Túnez parte de los turistas que viajaban a bordo de la nave italiana se vieron envueltos en el atentado contra el Museo Nacional de El Bardo a raíz del cual murieron 12 de sus pasajeros. El crucero fue, obviamente cancelado de inmediato.

Volviendo al pasado viernes y tras una escala en la ciudad más breve de lo que nos hubiese gustado, finalmente a las tres en punto de la tarde el MSC Splendida anunció con tres graves bocinazos su inminente salida. Al igual que ocurriera a la llegada la despedida del navío no levantó la misma expectación que la partida de otros gigantes al tratarse de una hora algo intempestiva, pero aún así decenas de curiosos y los habituales aficionados al mundillo naval gozamos viendo a este gigante moviéndose con soltura por aguas de la ría coruñesa. Tras superar el dique de abrigo el Splendida fue aumentando progresivamente la velocidad poniendo rumbo sur para dirigirse a su siguiente destino, esta vez en tierras portuguesas. Su nombre queda ya grabado en la nómina de ilustres visitantes del puerto herculino y su estancia en nuestra urbe no se quedará como un simple hecho puntual; MSC Cruceros ya ha confirmado que el Splendida volverá a A Coruña en 2016: será el 7 de octubre del próximo año.



De momento lo dejamos aquí pero considero que a un navío tan excepcional como este MSC Splendida hay que dedicarle un poco más de tiempo así que en unos días publicaré una entrada especial comentando más detalladamente alguna de sus características así como las instalaciones más destacadas que nos podemos encontrar a bordo.