El pasado 30 de mayo el puerto de A Coruña tenía el honor de recibir en escala inaugural la visita del buque Seven Seas Explorer. Para el público en general la recalada no tuvo mayor trascendencia más allá del hecho de tratarse de un debut más en la ciudad. A esta indiferencia generalizada contribuyó por un lado la circunstancia de estar hablando de una nave de muy discreto tamaño si lo comparamos con las cada vez más gigantescas megaciudades flotantes actuales. Por otro lado su ubicación durante su estancia en la ciudad en el escondido muelle de Calvo Sotelo Sur unido al hecho de coincidir ese día con la visita del espectacular Britannia fueron importantes argumentos que convirtieron una de las visitas más importantes del 2017 en una escala normal, como muchas otras del calendario crucerístico. Sin embargo no hay nada que se pueda catalogar como normal al referirnos a esta nave. El Seven Seas Explorer es uno de los buques de nueva factura más destacados de los últimos años y uno de los navíos de pasaje más exclusivos y lujosos del mundo; si es el más lujoso o no, es motivo de debates entre los principales expertos del sector. La ingente presencia de naves de crucero en A Coruña durante las últimas jornadas del mes de mayo con la consecuente actividad en el blog hizo que en su día me decantara por no escribir un post sobre este buque (lo mencioné simplemente de pasada en una entrada) a fin de dedicarle más adelante y cuando el tiempo me lo permitiera el espacio que por relevancia sin duda merece, así que es hora de saldar la deuda. Hoy y aunque vaya con casi un mes de retraso el protagonista indiscutible del blog es el Seven Seas Explorer.

La escala inaugural del Seven Seas Explorer en A Coruña bien merece una entrada especial en el blog… aunque vaya con retraso.

El segmento más exclusivo de la industria del crucero moderna vive año tras año desde las dos últimas décadas una especie de «día de la marmota» por el que en cada ejercicio una o varias navieras anuncian a bombo y platillo la puesta en servicio del buque más fastuoso jamás antes visto por el hombre. El resultado suele ser casi siempre el mismo; la nave en cuestión suele gozar de unos estándares de calidad soberbios al alcance de muy pocos barcos pero siempre se queda lejos de desbancar a los que son desde hace mucho la referencia del sector; 2 navíos de similar nomenclatura propiedad de la compañía alemana HAPAG Lloyd y que atienden a los nombres de Europa y Europa 2. En 1999 la naviera germana rompía los esquemas de sus rivales poniendo en liza al cuarto Europa en la historia de la naviera, una unidad revolucionaria que desde el mismo momento de su entrada en servicio fue considerado como el buque de cruceros más lujoso del mundo, renovando ejercicio tras ejercicio este oficioso título durante 14 años consecutivos. El Europa 2 fue con su debut en 2013 el primer buque en lograr desbancar a su compañero de naviera (con ese objetivo fue construído) y desde entonces éste es el indicutiblemente aclamado «Rey de Reyes» de los cruceros…. o al menos lo era hasta ahora. Por primera vez en mucho tiempo este hecho, convertido casi en un dogma de fe de la industria crucerística, se pone en duda con la llegada del Seven Seas Explorer.

El Europa 2 es (o era) hasta la fecha el considerado buque de cruceros más lujoso del mundo.

Varios nombres se codean entre los pesos pesados del sector más elitista de  la industria crucerística: además de la mencionada HAPAG Lloyd encontramos a Seabourn, SeaDream, Silversea, Crystal Cruises… y Regent Seven Seas Cruises. Quédense con este último nombre. Fundada en 1990 con la fusión de dos pequeñas navieras (Seven Seas Cruises y Diamond Cruise) la entonces conocida como Radisson Seven Seas Cruises dio que hablar desde sus orígenes con la entrada en servicio en 1992 de un buque tan rompedor como insólito, sin precedentes en la industria: el Radisson Diamond. Se trataba del único buque tipo SWATH (iniciales de Small Waterplane Area Twin Hull) dedicado a cruceros oceánicos; para entendernos un enorme catamarán, el más grande del mundo. Este prodigio técnico visitó A Coruña en varias ocasiones aunque por desgracia servidor nunca tuvo oportunidad de verlo en directo; una de esas espinitas que tengo clavadas y de las que me será difícil desprenderme pues tras pasar varios años al servicio de Radisson, el Diamond fue vendido en 2005 a intereses asiáticos para ser utilizado como casino flotante en Hong Kong. Por allí navega actualmente bajo el nombre de China Star.

Esta vista de proa sirve para apreciar la sorprendente morfología del curioso Radisson Diamond
(Foto: Javier Bueno Iturbe)

En 2006 la salida del accionariado del grupo hotelero Radisson provocó que la naviera  cambiara su nombre al de Regent Seven Seas que porta en la actualidad y en 2008 la compañía fue adquirida por el grupo inversor Apollo Management, propietaria de la naviera Oceania Cruises. Ambas quedaron englobadas bajo la marca Prestige Cruise Holdings aunque continuaron operando como productos separados. En 2014 Prestige Holdings fue comprada por Norwegian Cruise Lines que no modificó el status de ambas compañías, con  Regent posicionada en un segmento más exclusivo del mercado y Oceania justo por debajo, en lo que podríamos denominar «upper premium».  Regent siempre se ha caracterizado además de por este elevado estándar de calidad por operar con buques de pequeño medio tamaño dentro de una reducida flota que nunca ha sobrepasado las cuatro unidades. El primer buque construído ex-profeso para la compañía fue en 1999 el Seven Seas Navigator, una unidad con un pasado rocambolesco puesto que su casco estaba destinado a ser un buque de coimunicaciones soviético. Posteriormente llegaron el Seven Seas Mariner (2001), el primer barco del mundo en el que todos sus alojamientos llevaban terraza privada y en 2003 el Seven Seas Voyager, una evolución del anterior. Desde ese ya lejano 2003 la naviera no había vuelto a presentar ninguna otra novedad pero no hay que llevarse a engaño; el silencio no siempre indica inactividad. La idea de construír el navío más suntuoso que jamás hubiera surcado los mares llevaba ya varios años rondando en la mente de los dirigentes de la compañía.

Regent Seven Seas Cruises se ha hecho con el paso de los años un nombre con mucho peso dentro del sector más exclusivo de la industria del crucero.

Se lo tomó con tiempo Regent conciente de que los mejores platos se cocinan a fuego lento. En verano de 2013 Regent anunció la construcción de un nuevo buque de tamaño medio y un aforo de tan sólo 700 pasajeros llamado a ser el buque de cruceros más lujoso de todos los tiempos. No era la primera vez que oíamos estas palabras en boca del mandamás de una naviera pèro esta vez parecía distinto. Los trabajos del futuro Seven Seas Explorer comenzaron en enero de 2015 en los astilleros italianos Fincantieri, en su sede de Sestri Ponente en Génova y duraron algo más de 17 meses. El 13 de julio de 2016 el buque celebró su ceremonia oficial de bautismo con toda la pompa y el boato requeridos para la ocasión y con una madrina a la altura del evento, la Princesa Charlene de Monaco. No se escatimó El cantante Andrea Bocelli interpretando el célebre «Nessun Dorma» de Puccini y tres líderes religiosos dándole las bendiciones a la nave para augurarle un futuro lleno de éxito y dicha. Esa misma tarde el Explorer zarpó en su viaje inaugural, un crucero de dos semanas de duración por el Mediterráneo para el que obviamente todos los billetes estaban vendidos desde hacía varios meses.

La princesa Charlene de Mónaco fue la encargada de bautizar oficialmente el Seven Seas Explorer durante una fastuosa ceremonia en la que no se reparó en gastos.
(Fuente: Regent Seven Seas)

Unas cuantas cifras ahora sobre este firme aspirante a «Rey de los Cruceros»: el Seven Seas Explorer es un buque de 55.254 toneladas de registro bruto, con unas medidas principales de 224 metros de eslora, 31´1 metros de manga y un calado de 7´1 metros. El buque tiene un total de 13 cubiertas, 10 de las cuales están dedicadas en exclusiva al pasaje que puede llegar a alcanzar las 750 personas en acomodación normal gracias a los 375 camarotes, o mejor dicho suites, que posee el Explorer. La propulsión del navío es la habitual diésel-eléctrica de este tipo de unidades, con dos hélices de paso fijo que empujan al barco hasta velocidades máximas de 23´5 nudos. El Seven Seas Explorer es el primer buque de Regent Seven Seas Cruises en navegar bajo pabellón de las Islas Marshall, con Majuro como puerto de registro y su coste de construcción está estimado en unos 400 millones de euros.

La reducida cifra de pasajeros unida al tamaño general de la nave y a la alta cifra de tripulación le otorgan al Explorer los ratios relativos al pasaje más altos de la industria. Hablamos de dos de las medidas utilizadas para cuantificar de alguna medida el grado de exclusividad de un barco, por un lado el ratio pasajero/tripulante, que trata de cuantificar la calidad de servicio ofrecida a bordo y por otro el ratio espacio/pasajero, que es una manera de expresar «cuanto» buque le toca a cada crucerista. El  Seven Seas Explorer alcanza un ratio espacio por pasajero de 74.6, sólo superado por el exhorbitante 83.0 que consigue «El Rey» Europa 2, si bien supera ligeramente a los gemelos Silver Shadow y Silver Whisper (72.8), el póker de buques de nueva generación de Seabourn (71.1) y al Europa (70.4). En cuanto al ratio pasajero por tripulante, donde lo interesante es estar lo más cerca posible del 1, nuestro protagonista de hoy alcanza el 1.3 consiguiendo la proeza de igualar, aquí sí, al Europa 2 aunque eso no le permita alcanzar el top 3: el honor es para los pequeños megayates SeaDream I y II (1.2) y por encima de ellos un invitado inesperado, el bellísimo velero de 1931 Sea Cloud que no contento con ser el buque de pasaje más longevo es también el que ofrece una equivalencia casi perfecta entre tripulación y pasaje: 1.1. 

El Sea Cloud con el mejor ratio pasajero por tripulante de toda la industria. practicamente tiene un miembro de la tripulación por cada crucerista.

Éstas son tan sólo unas pinceladas acerca del considerado por muchos buque más lujoso del mundo pero todavía nos queda por ver todo lo que este impreisonante navío ofrece a todos los que navegan en él. Eso lo veremos en la segunda parte de este post especial dedicado al Seven Seas Explorer.

El Seven Seas Explorer zarpando de A Coruña el pasado 30 de mayo con el yate Tumberry C atracado en primer término.
Salvo las que así lo indiquen las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.