Hablar de dos barcos en la misma entrada puede sugerir el hecho de que se haya producido una escala doble, pero en el caso que nos ocupa hoy habría que matizar que si bien los buques Crown Princess y Ocean Majesty visitaron la ciudad el mismo día, el pasado jueves, el hecho de que no llegaran a coincidir atracados nos impide hablar de un doblete en sentido estricto. Con todo se trató de una jornada muy provechosa para la ciudad en lo crucerístico y muy monárquica, a tenor del nombre de los dos protagonistas.

El pasado jueves anduvimos entre «majestades» y «princesas». Todo muy monárquico.

Así el gran protagonista de la jornada, que no el único, fue el Crown Princess; no sólo por tamaño sino porque fue el que durante más horas presidió la fachada marítima coruñesa con su descomunal estampa. Procedente de Bilbao, el buque de la naviera americana Princess Cruises llegó a la ciudad pasadas las 8 de la mañana para quedar atracado minutos más tarde y tras un giro de 180 grados en el habitual muelle de trasatlánticos, con su proa apuntando hacia el Castillo de San Antón. A bordo de la nave de bandera bermudeña llegaron a la ciudad unos 3.000 cruceristas.

El Crown Princess atracado y perfectamente camuflado tras unos árboles.

El itinerario que estos días ha realizado el Crown Princess y que lo ha llevado a visitar nuestra ciudad es una travesía «typical P&O«; no hay que olvidar que ambas navieras son practicamene hermanas y están englobadas en el gigante corporativo Carnival plc. La ruta, como muchas que realiza la naviera inglesa presenta la particularidad de tener a nuestra ciudad como punto más meridional de la misma en un crucero de una semana de duración con salida y llegada en Southampton, puerto base del Crown Princess hasta principios de septiembre, y paradas intermedias en Guernsey (Islas del Canal), Le Verdon (Francia) y la mencionada Bilbao.

Pese a lo que el logo de Princess Cruises pueda sugerir, el pasado jueves no hizo tanto viento.

Unos cuantos datos sobre esta gigantesca princesa: Construído en los astilleros italianos Fincantieri y puesto en servicio en junio de 2006, el Crown Princess es un barco de 113.561 toneladas de registro bruto que tiene unas dimensiones principales de 289´8 metros de eslora, 35,9 metros de manga (48 metros si la medimos entre las alas del puente), una altura de 59 metros desde la línea de flotación hasta el «top» de la chimenea y un calado de 7´9 metros. En sus 19 cubiertas, 15 dedicadas al pasaje, el buque puede albergar a 3.114 pasajeros en régimen normal en sus 1.557 camarotes, de los que algo más de la mitad presentan balcón privado. La tripulación la componen un total de 1.201 personas.

Pese a no ser uno de los más habituales por nuestra ría, la silueta de este navío se nos hace más que conocida debido a que el Crown Princess pertenece a una de las familias de buques más prolífica y exitosa de la industria crucerística moderna, la Grand-Class, en la que se engloban unidades como el Ventura o el Azura. Al ser una serie tan numerosa, los barcos de esta clase se agrupan en subgrupos en función de las diferencias que tengan respecto al esquema original (el del Grand Princess, el primer Grand-Class en ver la luz). Así el Crown Princess da nombre a su propia subclase y engloba a dos gemelos, el Emerald y el Ruby Princess, que han visitado A Coruña en alguna que otra ocasión. Salvo por los colores corporativos los mencionados Ventura y Azura copian el diseño de nuestro protagonista de hoy pero se consideran una subclase distinta por haber sido proyectados para una naviera distinta.

Salvo por los colores corporativos el Crown Princess podría ser perfectamente confundido con el Ventura.

Tras pasar toda la mañana atracado en la ciudad el Crown Princess debía partir a primera hora de la tarde rumbo a su siguiente destino, y digo debía porque una incidencia a bordo desbarató estos planes; la indisposición de uno de sus pasajeros hizo que se hiciera necesaria su evacuación médica hasta el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña lo que retrasó la salida hasta las seis y media de la tarde, hora a la que el navío zarpó  finalmente con rumbo a Southampton, punto y final de su actual ruta. Las rotaciones periódicas que suelen hacer las navieras en sus buques provocarán que el Crown Princess sea sustituido en 2018 por el cuasigemelo Sapphire Princess como representante de la compañía norteamericana en la ciudad herculina.

En 2018 el Sapphire Princess tomará el relevo del Crown Princess en A Coruña.

El relevo en la ciudad de la enorme princesa que acababa de partir lo tomó «su majestad de los oceanos», el Ocean Majesty, que con el Crown Princess alejándose por la canal norte, asomó en el horizonte a la búsqueda del práctico que lo guiara hasta su amarre en el puerto herculino. Lugar de procedencia: Vigo.

 Sobre las siete de la tarde el Ocean Majesty asomó la proa tras el cementerio moro.

A bordo del Ocean Majesty llegaron a la ciudad unos 500 pasajeros, alemanes en su totalidad por ser éste el mercado hacia el cual se orienta el touroperador Hansa Touristik, que explota comercialmente la nave desde el año 2013. El extraño horario de entrada en la ciudad obedece a que la parada en A Coruña era una escala técnica para recoger al pasaje que a primera hora de la tarde el Ocean Majesty había desembarcado en Vigo para realizar las excursiones contratadas. Son varias las navieras que utilizan este modelo cuando sus buques recalan en  nuestra ciudad: hace poco más de un mes la francesa Ponant tiró de este sistema en la escala del buque Le Soleal (hizo el desembarque en Cee en lugar de en Vigo) y hasta no hace mucho éste era el método utilizado por los barcos de la archifamosa Costa Cruceros cuando paraban por aquí.

La travesía que estos días realiza el Ocean Majesty es una singladura de 15 días de duración iniciada el pasado 3 de mayo en el puerto de Génova y que antes de la doble (y breve) parada en tierras gallegas visitó St. Tropez, Barcelona, Ibiza, Formentera, Gibraltar, Cádiz y Lisboa. Tras A Coruña al buque le quedan todavía dos paradas más en las dársenas francesas de St. Nazaire y Honfleur antes de arribar a Kiel (Alemania) el próximo 17 mayo y poner fin al viaje. Como ocurre normalmente con los buques de pequeño tamaño los precios no están al alcance de cualquier bolsillo. Para este viaje en concreto oscilaban entre los 2.000 euros del alojamiento más asequible hasta los 4.950 de las suites.

Pequeño pero no barato.

Salvo la referencia monárquica en sus nombres está claro que el Crown Princess y el Ocean Majesty se parecen como a un huevo a una castaña. Sus formas, que no sus tamaños, ya sugieren que el pequeño buque que nos visitó el jueves pertenece a una época pretérita…  y tan pretérita: fue puesto en servicio en 1966 y construído en nuetro país, en los afamados y ya desaparecidos astilleros valencianos Unión Naval de Levante. Entonces no era un buque de cruceros sino un ferry, el Juan March, uno de los navíos más conocidos con los que contó la naviera Transmediterránea a lo largo del siglo XX. Hoy poco queda de aquel famoso barco: el buque fue completamente reformado a mediados de la década de los 90 del pasado siglo en un astillero griego reconvirtiéndose en el actual Ocean Majesty, un buque donde resulta practicamente imposible ver cualquier atisbo del elegante Juan March por culpa de unos trabajos que si bien dieron lugar a una nave con muchas virtudes pero entre las cuales no figura su acertada estética, con un aspecto amazacotado por la superposición excesiva de cubiertas, sobre todo a popa. Con motivo de su reciente 50 aniversario el año pasado publiqué una serie de posts especiales donde cuento la vida obra y milagros de este navío tan peculiar. Si estáis interesados en leerlo, aquí os dejo el enlace a la primera parte:

Pese a que la perspectiva juega a favor del Ocean Majesty en esta foto, hay una radical diferencia de tamaño entre éste y el Crown Princess.

Pese a lo que la foto de arriba pueda sugerir el Ocean Majesty no es ni minimamente comparable en dimensiones al Crown Princess (es 11 veces más pequeño en volumen que éste último). Se trata de una nave de 10.417 toneladas de registro bruto con unas dimensiones principales de 135´3 metros de eslora, 19´2 metros de manga y un calado de 5´9 metros. En sus 8 cubiertas de pasaje puede albergar a 623 pasajeros en capacidad máxima a los que hay que sumar su tripulación formada por 235 personas. El Ocean Majesty navega en la actualidad bajo pabellón portugués, con Madeira como puerto de registro.

 En la actualidad el Ocean Majesty es explotado comercialmente por el touroperador germano Hansa Touristik.

Tras una breve parada en A Coruña y ya con todo su pasaje de regreso a bordo, el Ocean Majesty zarpó a las once de la noche continuando con su ruta programada rumbo al puerto galo de Saint Nazaire. A este pequeño y peculiar barco lo volveremos a ver por la ciudad en 2018.

Las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.