(Foto: José R. Montero)

Fueron 2 pero iban a ser 3 y eso, quieras que no, le quita brillo a la jornada. Una avería en uno de los buques llamados a ser protagonistas en la jornada del pasado martes privó al puerto de A Coruña de vivir la que hubiera sido su tercera escala triple del año, todo un récord a estas alturas del ejercicio y todo ello sin sumar la cuádruple visita del 3 de mayo. Con anulación o sin ella el día fue más que notable en materia «cruceril» gracias a los buques Balmoral y Navigator of the Seas.

(Foto: José R. Montero)

«A quien madruga Dios le ayuda», debió pensar el «capi» del Navigator of the Seas; minutos después de las 6 de la mañana se plantaba en las inmediaciones de la Torre de Hércules a la espera de recibir al práctico que lo conduciría al habitual punto de atraque en el muelle de trasatlánticos. A bordo del buque propiedad del gigante del sector Royal Caribbean, unos 3.000 pasajeros a los que esperaban en tierra una horda de buses para llevárselos a realizar las habituales excursiones. Muchos sin embargo prefirieron callejear y pasar la mañana descubriendo los rincones más atractivos de nuestra urbe.

No hay foto de la llegada del Navigator a A Coruña el pasado martes. Los shipspotters también tenemos derecho a dormir.
(Foto: José R. Montero)

En el Balmoral, segundo protagonista del día, parece que las cosas van a otro ritmo y no fue hasta el filo del mediodía cuando asomó tras el Castillo de San Antón procedente del puerto de Dover y con unos 1.000 cruceristas a bordo. Con la línea de atraque del muelle de trasatlánticos parcialmente ocupada por el gigante «of the Seas», el navío británico (de adopción pero de conveniente bandera bahameña) tuvo que dirigirse al discreto muelle de trasatlánticos para amarrar sus 218 metros de eslora y permitir bajar a tierra al grueso de su pasaje, británicos en su totalidad, que emularon a los que varias horas antes se apearon del buque atracado a unos metros de distancia

A media mañana el Balmoral divisó la emblemática Torre de Hércules.
(Foto: José R. Montero)

Con los dos buques comodamente instalados en la rada herculina faltaba el tercero para completar el triplete anunciado  pero éste nunca llegó. Ya lo sabíamos desde hacía horas. El teórico tercer integrante del grupo, el pequeño Corinthian, había anulado su escala en A Coruña debido a problemas técnicos. Con sus 89 exclusivos pasajeros ya a bordo, la tripulación del lujoso navío se dio cuenta de un problema mecánico el pasado sábado y pese a sus numerosos intentos por subsanarlo la gravedad del mismo obligó al capitán del buque tomar la decisión de anular la travesía, con el consiguiente prejuicio económico para la naviera al tener que indemnizar a sus acaudalados cruceristas. Ya sin pasaje a bordo el Corinthian zarpó de la capital lusa y se dirigió renqueante al punto de reparación elegido que no fue otro que las instalaciones de Navantia-Fene, en la ría ferrolana, adonde llegó el miércoles por la tarde. Pese a esta anulación sí que hay que aclarar que al final fueron tres los cruceros que surcaron aguas del golfo ártabro el pasado martes ya que el buque germano Amadea recaló en visita programada a la ciudad de Ferrol.



Arriba: Pese a los múltiples intentos de su tripulación el Corinthian tuvo que anular su actual crucero y poner rumbo a las instalaciones de Navantia, en plena ría ferrolana, para solucionar su problema mecánico.
Abajo: Mientras el Navigator y el Balmoral recalaban en A Coruña el Amadea hizo lo propio en Ferrol.

(Foto arriba: José R. Montero)
(Foto abajo: Fernando Allegue)

Nunca el nombre de la naviera norteamericana Royal Caribbean estuvo tan justificado como en la visita que esta semana realizó el Navigator of the Seas a la ciudad y es que el barco procedía realmente del Caribe. El navío finalizó hoy en Southampton una travesía de dos semanas de duración que ha supuesto su regreso al continente europeo tras pasar su temporada invernal en aguas más cálidas. Así el Navigator zarpó el 28 de abril del puerto de Miami iniciando una ruta trasatlántica  que tuvo una escala intermedia en Ponta Delgada (Azores) antes de alcanzar las costas del viejo continente, recalando en Lisboa. Desde allí partió para realizar la doble visita a tierras gallegas antes de poner rumbo a Le Havre, última escala de la singladura. Como curiosidad conviene mencionar que siendo la del Navigator la 25ª escala del año en A Coruña, es el primer crucero de 2017 que nos visita teniendo como procedencia el puerto de Vigo.

El Navigator of the Seas saliendo de la ría de Vigo antes de recalar en A Coruña. Muy pocas cosas pueden hacerle sombra a este espectacular navío; las Cíes son una de esas excepciones.
(Foto: Quique Blanco)

Por su parte la singladura que hace el Balmoral estos días es más «de cercanías»: un crucero de 8 noches de duración con embarque y desembarque en la ciudad inglesa de Dover y que ha tenido como paradas intermedias además de la dársena herculina, los puertos de Gijón, Santander y Bilbao. Todo un repaso a conciencia de la costa cantábrica

 Crucero con claro sabor español para el Balmoral.
(Foto: José R. Montero)

Pese a ser «sólo» dos los buques atracados las cifras de la jornada  fueron muy positivas y la ausencia del Corinthian no tuvo especial relevancia en lo relativo a los números, que no en el prestigio: un total de 4.000 cruceristas tuvieron la oportunidad de conocer nuestra ciudad. La visita doble de este pasado martes supuso además el pistoletazo de salida para una de las semanas con más actividad crucerística del añó en el puerto herculino como iremos viendo en las sucesivas entradas del blog.

Mucho movimiento de cruceros estos días por la dársena coruñesa.
(Foto: José R. Montero)

A falta de triplete, el Navigator of the Seas acaparó todas las miradas. Lo cierto es que habría sido exactamente igual si el Corinthian  hubiese hecho acto de presencia y es que la colosal silueta del buque de Royal Caribbean eclipsa todo a su alrededor allí donde atraca gracias a unos números que asustan. Con un registro bruto de 139.570 toneladas se trata del segundo navío de pasaje más grande que ha visitado la ciudad en lo que llevamos de año, sólo superado y por muy poco por el grandioso Britannia. Sus dimensiones generales son de 311´1 metros de eslora, 38´6 metros de manga en la línea de flotación que alcanzan los 48 metros entre las alas del puente, y un calado de 8´6 metros. En sus 15 cubiertas puede albergar a 3.807 pasajeros en capacidad máxima a los que hay que sumarles su tripulación formada por 1.185 personas. Para propulsarse el Navigator of the Seas utiliza tres pods (nada de timones) de 14.000 KW cada uno, de los cuales el central es fijo y los de los extremos son azimutales, es decir que pueden girar 360 grados. 4 KAMEWAS a proa de 3.000 KW cada una ayudan a esta «criaturita» a revirar como una peonza durante las maniobras de atraque y desatraque sin necesidad de ayuda externa de ningún tipo.

Detalle de la proa del Navigator of the Seas con sus hélices de proa en plena acción para revirar la nave durante su maniobra de salida de la ciudad.
(Foto: José R. Montero)

 Pese a estas colosales medidas que lo convierten actualmente en el 21º buque de cruceros más grande del mundo lejos quedan los tiempos en los que los buques de la Clase Voyager, serie a la que pertenece el Navigator, asombraran al mundo con sus impresionantes dimensiones y que les convertían en los buques de pasaje más grandes de la industria crucerística con una diferencia sideral respecto a sus más inmediatos perseguidores, si bien hay que aclarar que cuando nuestro protagonista de hoy vio la luz (diciembre de 2002) en los entonces astilleros franceses Chantiers de l´Atlantique de Saint Nazaire se estaba gestando el que es hoy por hoy el más mediático de cuantos barcos surcan las aguas, el afamado Queen Mary 2, y que les arrebató a los buques de la Voyager Class el cetro de gigantes de los mares.

El Navigator of the Seas fue en su día el buque de pasaje más grande del mundo.
(Foto: J. Daniel Díaz)

Frente a estos números los del Balmoral pueden parecer ridículos pero todo depende de la escala a que los midamos Si utilizamos los ratios de su propia naviera, la Fred. Olsen Cruise Lines, como vara de medir encontraremos en este buque a todo un leviatán siendo el navío más grande de la flota en toda la historia de la compañía. De hecho a la naviera británica le debió parecer pequeña su nueva adquisición ya que durante el proceso de conversión a Balmoral (antes se llamaba Norwegian Crown) el buque fue alargado en los astilleros Lloyd Werft mediante la adición de una sección central de 30 metros de longitud. Otra característica para presumir es que a diferencia de su compañero de atraque del pasado martes el Balmoral es único en su especie y no cuenta con buques gemelos.

No será tan grande como el Navigator pero  el Balmoral es sin lugar a dudas uno de mis barcos preferidos.
(Foto: José R. Montero)

Tras pasar casi 10 horas amarrado a puerto, el Navigator puso fin a su estancia en la ciudad el pasado martes partiendo a las seis de la tarde rumbo a su siguiente destino, la ciudad francesa de Le Havre, la habitual escala que realizan este tipo de barcos para que sus cruceristas puedan visitar París. El «Navegante de los Mares» regresará a A Coruña el próximo 12 de septiembre.

Giro en el sentido de las agujas del reloj y puntual como un ídem.
(Foto: José R. Montero)



El Balmoral por su parte prolongó bastante más su parada en tierras herculinas y no fue hasta las 9 de la noche cuando soltó amarras y se puso lentamente en movimiento. Una vez superado el dique de abrigo la nave aumentó revoluciones y enfiló la canal norte. Por la proa una corta travesía hasta su siguiente escala en el puerto de Gijón. Próxima visita del buque de Fred. Olsen a A Coruña, el 13 de julio.

El Balmoral zarpó con las últimas luces del día.
(Foto: José R. Montero)

Antes de acabar la entrada toca el capítulo de agradecimientos, capítulo que en esta ocasión es muy extenso por los muchos compañeros que, con sus fotos han ayudado a la realización de este post: Fernando Allegue, Quique Blanco, Manuel Candal, J. Daniel Díaz y José R. Montero. Gracias a todos.

(Foto: José R. Montero)