Hay una frase ya muy aceptada a nivel general que afirma que la lluvia en Galicia es arte (en muchos casos se refiere a la ciudad de Santiago de Compostela en concreto pero pienso que debería hacerse extensible a toda la comunidad). Partiendo de esta premisa con la que un servidor no podría estar más de acuerdo podríamos continuar diciendo entonces que el sonido de cada gota de agua cayendo es más que un leve rumor y su choque acompasado contra el suelo crea un lenguaje propio que deja de ser un simple murmullo para convertirse en pura poesía.

Lluvia y poesía; he aquí los dos ingredientes fundamentales para la entrada de hoy y que estuvieron presentes el pasado jueves 18; por un lado el tan impresionante en belleza como en tamaño MSC Poesia, propiedad de la naviera italiana MSC Cruises. Por otro lado la lluvia; impresionante también pero en lo negativo. Y es que el día que recibió a los más de 2.500 pasajeros que iban a bordo del crucero italiano era auténticamente invernal, lo que arruinó los planes (o al menos los deslució) de aquellos que bajaron a tierra a realizar las correspondientes excursiones o bien a callejear por el centro de la urbe coruñesa.

Procedente de Zeebrugge (el puerto de Brujas) el MSC Poesia llegó a A Coruña poco antes de las 08:00 horas en su primera y única escala del año en nuestra ciudad. Su visita se enmarca dentro de una travesía de 10 días con salida en Warnemunde (Alemania) y escalas en Zeebrugge, A Coruña, Lisboa, Gibraltar, Barcelona, Marsella y desembarco en tierras italianas en el puerto de Genoa. Una magnífica singladura que los afortunados huéspedes de este navío pudieron disfrutar a cambio de un desembolso económico que partía de los 900 euros (tasas aparte) por un camarote interior, los más asequibles que ofrece esta impresionante ciudad flotante.

El MSC Poesia atracado durante su escala inaugural en la ciudad en mayo de 2010. Aquella jornada la lluvia también le restó protagonismo al navío italiano.

El MSC Poesia es el tercero de un cuarteto de buques gemelos englobados bajo el nombre genérico de Clase Música cuya puesta de largo tuvo lugar en 2006 con el MSC Musica y finalizó con la botadura del MSC Magnifica en 2010; precisamente el último integrante de la serie visitó A Coruña el pasado mes de abril. El Poesia es un buque de 92.627 toneladas de registro bruto, 293’8 metros de eslora, 32´2 metros de manga y 8 metros de calado. En sus 13 cubiertas de pasaje este barco de bandera panameña tiene cabida para 3.605 pasajeros en capacidad máxima a los que hay que sumar una dotación formada por 987 personas.

El MSC Magnífica (en la foto durante su maniobra de atraque en A Coruña el pasado 12 de abril) es el último integrante de la Clase Musica pero difiere un poco de
nuestro protagonista de hoy con unas dimensiones algo mayores.

La escala del MSC Poesia del pasado jueves en la ciudad fue bastante breve y a las 15:00 horas la enorme nave soltó amarras para poner rumbo a tierras portuguesas. La lluvia, como no podía ser de otra manera, acudió también a la salida del espectacular crucero para acabar de frustar la jornada a los pasajeros del navío italiano y de paso a los shipspotters locales que habían acudido a la costa para inmortalizar el momento. Quizás estos últimos se lo tomaron con más resignación porque conocen de sobra la moraleja que encierra esta historia; nadie le roba el protagonismo a la lluvia en Galicia, ni siquiera una gigantesca mole flotante de casi 300 metros de largo. Por algo aquí la lluvia es arte. Por algo aquí la lluvia es poesía.

El MSC Poesia durante su llegada a la ciudad el pasado jueves con las primeras luces del (lluvioso) día.