El pasado 27 de mayo tuvo lugar una de las últimas escalas del histórico mes de mayo en el puerto de A Coruña. Histórico porque siendo habitual que este mes sea el más pródigo en este tipo de tráficos, el de 2013 está batiendo todos los récords. La recalada del pasado lunes sumaba la número 17 del mes y con ella su protagonista, el Crown Princess, realizaba su escala debut en los muelles herculinos. El espectacular buque, propiedad de la naviera Princess Cruises, llegó a la ciudad poco antes de las 07:00 horas procedente del puerto de Southampton para amarrar su impresionante eslora minutos más tarde en el muelle de transatlánticos. Al tratarse como digo de la primera escala de este buque en A Coruña tuvo lugar  la protocolaria  recepción a bordo de la nave con representantes de diversas instituciones de la ciudad y donde se produjo el ya habitual intercambio de metopas entre el capitán del Crown Princess, Tony Yeomans y el presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada.

(Foto: Jose R. Montero)

Construido en el año 2006, el Crown Princess pertenece a una gran familia (nunca mejor dicho), la Grand Class, que a día de hoy está formada por un total de 11 unidades siendo las más conocidas por aguas coruñesas, el Ventura y el Azura. Se trata de una familia muy numerosa pero no todos sus miembros son gemelos si no que se agrupan en diferentes subclases; así nuestro prota da nombre a una de esas subclases y es gemelo del Emerald y el Ruby Princess que en esencia se diferencian de los demás Grand Class por su distinta distribución en algunas zonas públicas así como por la adición de una cubierta más que le permite una mayor capacidad de pasajeros.

(Foto: Manuel Candal)

 El Crown Princess fue construido en los astilleros italianos de Fincantieri por un coste aproximado de unos 380 millones de euros. Tiene 113.561 toneladas de registro bruto, 290 metros de eslora, 36 metros de manga suficientes para no permitirle atravesar el Canal de Panamá y un calado de 8.5 metros. En sus 15 cubiertas de pasaje esta megaciudad flotante puede albergar a un total de 3.782 pasajeros en capacidad máxima atendidos por una tripulación de 1.163 personas y como buen ejemplar de lo que sus detractores han dado en llamar peyorativamente como «cajones flotantes», un buen porcentaje de sus 1.557 camarotes presentan balcón privado; en concreto el 57% lo llevan.

Princess Cruises. Una naviera a la que se le ve poco el pelo por A Coruña. 
El Crown Princess, al igual que el resto de la flota Princess Cruises y los barcos de su compañía matriz, la P&O, está abanderado en Bermudas lo cual le sirve a su naviera para obtener suculentas ventajas fiscales y para poder celebrar bodas a bordo en su coqueta capilla llamada «Hearts & Minds» y que pueden ser vistas vía internet por los familiares de los contrayentes (pudiéndonos ahorrar de esta manera el regalo).



(Foto: Jose R. Montero)

Se trata sin duda de un navío soberbio, una obra maestra de ingeniería de proporciones colosales pero mal que le pese, el Crown Princess siempre es y será recordado por ser el protagonista de uno de los accidentes más graves de una nave de pasaje en los últimos tiempos si no contamos claro está con la clase de submarinismo avanzada protagonizada por el Sea Diamond en Santorini y el particular y chapucero atraque del Capitán Schettino y su Costa Concordia en Isola di Giglio. 

(Foto: Jose R. Montero)

El 18 de julio de 2006 el Crown Princess partía de Puerto Cañaveral (Florida) rumbo a  Nueva York donde tenía previsto concluir una travesía de 10 días por el Caribe. Tras una hora de navegación y ya camino de Brooklyn el sistema del piloto automático del Crown Princess inició un giro a baborEn un esfuerzo por contrarrestar los efectos de un giro percibido como demasiado brusco, el segundo oficial de la nave, el oficial de guardia en el puente en ese momento, desactivó el modo de control automático del sistema integrado de navegación del buque y tomó el control manual de la dirección e instintivamente viró todo a babor y luego movió los mandos de babor a estribor varias veces, causando al Crown Princess una fuerte escora que se calcula alcanzó un máximo de 24° a estribor.  

 Afortunadamente el buque no sufrió daños estructurales pero en el interior la maniobra del siglo tuvo bastantes consecuencias y todo aquello que no estaba trincado (pasajeros y tripulación incluida) emprendió su particular e improvisado viaje. Resultado: 14 heridos graves y 284 leves. Fue una auténtica suerte que nadie muriese en el accidente.

 (Foto: Jose R. Montero)

La NTSB, el organismo norteamericano que se encarga de estudiar todos aquellos accidentes ocurridos en los medios de transporte, determinó como la causa del accidente del Crown Princess las incorrectas maniobras ejecutadas por el segundo oficial, realizadas primero para contrarrestar la alta tasa de giro imprevisto y después para contrarrestar la escora del buque. Al accidente también contribuyó la alta velocidad que llevaba el buque en aguas relativamente poco profundas y la inadecuada formación de los miembros de la tripulación en el uso de sistemas de navegación integrados.

Proa al norte (y sin escorarse).

Explicado con palabras quizás suene a un incidente menor; si vemos las cifras de heridos con los que se saldó el accidente ya nos damos cuenta de su gravedad; pero si lo vemos en imágenes la cosa pone los pelos de punta y nos da una idea de lo mal que lo debieron de pasar a bordo. A buen seguro a muchos de los pasajeros se les quitaron las ganas de repetir experiencia. A Continuación os dejo uno de los muchos vídeos que hay del momento de la desastrosa maniobra grabado por una de las cámaras de seguridad en el interior del Crown Princess.

Tras pasar toda la mañana atracado en el muelle de transatlánticos, cuando el reloj marcaba las 16:00 horas el Crown Princess puso punto y final a su primera escala en A Coruña y soltó amarras para dirigirse a su siguiente destino, el puerto de Bilbao. Confieso que mientras disparaba con mi cámara de fotos desde el faro de Mera miraba de reojo la maniobra del Princess virando a la altura del dique de abrigo por si se producía una inesperada escora, pero por fortuna no fue así y la «princesa coronada» se despidió de la ciudad sin sufrir ningún contratiempo. No hay prevista más escalas del Crown Princess en A Coruña en un futuro próximo pero como mal menor en 2014 tendremos por aquí a uno de sus hermanos gemelos, el Emerald Princess.

(Foto: Manuel Candal)

Por último dar los agradecimientos de rigor tanto a Jose Montero como a Manuel Candal por el suministro habitual de estupendas fotos para la elaboraciónn del post.

 (Foto: Jose R. Montero)