Este martes el buque Le Lapérouse ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a una de las semanas más importantes del año en el puerto coruñés en lo que respecta a trafico crucerístico y es que en tan sólo 7 días (o séis si descontamos el lunes) llegarán a la ciudad nada más y nada menos que 7 buques de pasaje. Comenzamos el repaso a esta frenética semana con el resumen de la escala realizada por este elegante buque de exploración francés, que además supuso su estreno en la rada herculina.
Debut de postín en el puerto herculino a cargo del Le Lapérouse.

Con 178 pasajeros a bordo el Le Lapérouse arribó a aguas coruñesas a las 11 de la mañana y cuando la espesa niebla que cubría la ciudad aún no se había disipado. En su estreno en aguas coruñesas el buque de bandera francesa llegó procedente de Bilbao, escala que formaba parte junto a A Coruña de una singladura de 8 días iniciada en Londres y que terminará esta semana en Lisboa tras tocar tierra en otros atractivos destinos como Caen o St. Malo. Finalizada la operación de atraque en el muelle de trasatlánticos comenzó la operación desembarco de pasajeros con destino a sus respectivas excursiones que en esta ocasión se realizó de manera rápida debido al tamaño de la nave. A media mañana tuvo lugar a bordo la ceremonia de bienvenida  habitual cuando un barco toca la ciudad por primera vez. En el acto se realizó el ya tradicional intercambio de metopas entre el capitán de la nave y una comitiva formada  por representantes de la Autoridad Portuaria y la consignataria del buque.
El del Le Lapérouse es el quinto estreno de una nave de cruceros en A Coruña en lo que llevamos de año.
Fundada en 1988 la naviera del Le Lapérouse es la francesa Ponant, anteriormente denominada Compagnie des Iles du Ponant y por aquel entonces perteneciente al gigante francés del transporte  marítimo CMA CGM. Orientada en sus inicios en exclusiva hacia el mercado francófono, su primer buque y que aún sigue en nómina, fue el Le Ponant, barco que muy pocos asociarían a la industria crucerística al verlo entrar en puerto. Se trata de un (en su día) hipermoderno navío a vela diseñado para albergar a tan sólo 64 huéspedes en un ambiente exclusivo y que gracias al pequeño tamaño del barco pueden disfrutar de originales itinerarios vetados para la gran parte de los buques que componen la flota crucerística mundial. A principios de 2010 Ponant inició su primera gran expansión con la entrada en servicio del primero de sus navíos de nueva generación, el  exquisito Le Boréal, al que le siguieron tres gemelos, el L´Austral (2011), el Le Soléal (2013) y el Le Lyrial, que cerró la serie en 2015.
Ponant es una naviera con importante presencia en A Coruña desde 2010 gracias a sus buques de la Boréal Class como el que le da nombre a esta familia, el Le Boréal, al que podemos ver en esta foto saliendo de la ciudad.
En 2016 la naviera gala inició una nueva etapa comercial dando la orden de construír sus buques de segunda generación y de los cuales nuestro protagonista de hoy es la primera unidad en ver la luz. En un principio los planes de Ponant eran los de construír 4 unidades de la nueva Explorer Class, nombre genérico de la serie, pero a principios de este año se decidió ampliar el proyecto con dos buques adicionales de manera que serán 6 los construídos. Los barcos serán en orden de aparición el Le Lapérouse y el Le Champlain (2018), Le Bougainville y Le Dumont d´Urville (2019) y por último el Le Bellot y el Le Surville (2020). Dos de ellos ya han confirmado su estreno en A Coruña en 2019 y 2020 respectivamente.

Todos los navíos de la Explorer Class serán bautizados con los nombres de afamados exploradores y navegantes franceses. Así el Le Lapérouse debe su nombre a Jean François Galaup, Conde de La Pérouse (1741-1788?), un célebre navegante y oficial naval galo que realizó numerosas expediciones al servicio del Rey Luís XVI. La más famosa de todas ellas fue la expedición que lo llevaría en 1785 a aguas del Océano Pacífico con el objetivo de completar los descubrimientos realizados por el navegante británico James Cook. Durante dicha expedición, llevada a cabo con los históricos navíos La Boussole y L´Astrolabe, Lapérouse desapareció junto con toda su tripulación en 1788 cerca de las Islas Salomón sin que hasta la fecha se sepa el motivo.
Retrato del navegante francés Jean François Galaup, Conde de La Pérouse.
(Fuente: wikipedia)
 

El Le Lapérouse es un buque de 9.900 toneladas de registro bruto y que presenta unas dimensiones principales de 128 metros de eslora, 18 metros de manga y un calado de 4´7 metros. En sus 5 cubiertas de pasaje (de la 3 a la 7) el buque galo puede acomodar a 184 pasajeros gracias a sus 92 camarotes, todos ellos con balcón o terraza, según la categoría. Su tripulación la componen 110 personas. Al igual que el resto de la flota Ponant el buque está abanderado en Francia con Mata-Utu (Islas Wallis y Futuna) como puerto de registro. Una curiosidad entorno a la figura de este buque es que su construcción se llevó a cabo en dos lugares distintos, iniciándose los trabajos en la factoria que los astilleros VARD poseen en la localidad rumana de Tulcea. Una vez finalizado el casco éste fue remolcado a la sede que la factoría tiene en Alesund (Noruega), donde se finalizaron los trabajos en primavera de este mismo año.
El Le Lapérouse fue construído en dos localizaciones distintas. Su casco fue realizado en Rumania, navegando en diciembre de 2017 hacia Noruega donde posteriormente fue finalizado.
(Fuente: Ponant Cruises)
En el apartado mecánico el Le Lapérouse cuenta con una propulsión
diesel-eléctrica a cargo de 4 generadores Wärtsilä 8L20 que rinden una potencia
de 6.400 KW y equipa dos hélices convencionales en lugar de los cada vez más usados pods. A mayores una hélice a proa de 800 KW facilita las maniobras de atraque y desatraque. El navío es uno de los primeros buques de su clase y tamaño en cumplir con la norma de seguridad SRTP (iniciales de Safe Return To Port), que se basa en la duplicación de sistemas de propulsión y generación de energía a bordo para garantizar que en caso de avería o accidente el barco pueda navegar por sus propios medios.

Curiosamente la nueva generación de buques de Ponant es ligeramente más pequeña que la serie precedente, algo poco habitual en la industria del crucero, acostumbrada siempre a construír bajo el lema de «mejor y más grande». En el apartado estético el Le Lapérouse es quizás un poco menos agraciado que los coquetos Le Boréal o Le Soléal pero todo tiene un por qué. Sus formas están estudiadas al milímetro para conseguir la mayor eficiencia energética y la máxima optimización de sus equipos. Uno de los aspectos que más llama la atención de su estampa marinera es la posición de sus dos botes salvavidas, situados muy altos en relación al tamaño de la nave; de hecho su ubicación, a 18 metros sobre la línea de flotación, excede en 3 metros lo exigido por los reglamentos de seguridad de la Organización Marítima Internacional (OMI). Ponant y los astilleros VARD consiguieron que se admitiera esta excepción tras demostrar que los sistemas de evacuación de la nave son igual de eficaces con este emplazamiento alternativo, con el que la naviera consiguió además incluír más camarotes con balcón.
Los botes salvavidas van colocados muy arriba en el Le Laperóuse, lo que le confiere al buque un aspecto muy peculiar.
En el interior del Le Lapérouse el crucerista se encontrará con el mismo ambiente vanguardista y «chic» que en los otros buques de Ponant. Los navíos de la compañía gala no destacan por la gran variedad de ocio ofrecido a bordo pero aún así nuestro protagonista cuenta con una serie de primicias que vale la pena describir brevemente. La más destacada de ellas es sin lugar a dudas el Blue Eye, en esencia el primer salón/mirador submarino a bordo de un buque de cruceros. Situado bajo la línea de flotación la estancia tiene dos amplios ojos de buey de forma elíptica que permiten ver el fondo marino. La forma de dichas ventanas no es casual ya que simbolizan los ojos de un cetáceo. La decoración de la sala, con líneas verticales a modo de barbas, busca crear la sensación de hallarnos en el interior de una ballena. Además de la visión directa un grupo de cámaras situadas junto al bulbo permiten proyectar imágenes en las paredes de la sala. La experiencia en el interior del Blue Eye es multisensorial; además de todo lo que se puede ver también se pueden escuchar los sonidos del mar gracias a unos hidrófonos situados bajo la quilla del Le Lapérouse, pudiendo oírse en algunas ocasiones los sonidos de la ballenas. Crear una estancia como el Blue Eye no fue nada fácil ya que hubo que buscar soluciones de ingeniería nunca antes vistas en un buque de pasaje para garantizar la seguridad de la estructura. Así el vidrio de los ventanales, de varios centímetros de grosor y a prueba de balas, es capaz de soportar el impacto de bloques de hielo, algo que puede ser habitual en las rutas que frecuentará el barco. Tal es el refuerzo de estos cristales que diversos estudios han demostrado que son tan resistentes como el propio casco de acero de la nave.
En el interior del sorprendente Blue Eye, el salón / mirador submarino a bordo del Le Lapérouse.
(Foto: L. Patricot)
Otra de las novedades del Le Lapérouse la encontramos a popa. Allí el buque puede desplegar una plataforma hidráulica ajustable en altura y que puede funcionar a modo de embarcadero para subir en alguna de las 10 zodiacs que equipa el navío y que se utilizan  durante ciertas excursiones. La estructura también puede usarse a modo de marina, para nadar en el mar o para la práctica de ciertos deportes acuáticos como el kayak o el paddle surf. 


Arriba: La piscina, situada a popa es de tipo panorámico, con una de sus paredes acristaladas y presenta un sistema que permite nadar contracorriente.
Abajo: Diagrama de la plataforma telescópica de popa desplegada y que permite practicar diversas actividades.

(Foto abajo: Ponant)

Tras una escala que se prolongó por espacio de 7 horas, minutos después de las séis de la tarde el Le Lapérouse se hacía de nuevo a la mar para dirigirse hacia su siguiente destino, la dársena de Leixoes. Sin más escalas previstas a corto plazo los coruñeses tendremos que contentarnos con ver los debuts de sus buques gemelos, el Le Dumont d´Urville y el Le Champlain, durante los dos próximos años.

Las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.