Pese a que con el final del mes de septiembre el frenético ritmo en las escalas de buques de pasaje se ha ralentizado considerablemente, octubre no se está comportando nada mal en lo referente a este tipo de tráficos en los muelles herculinos. La muestra es que el primer día del mes ya contamos con un visitante llegado por vía marítima, el buque Rotterdam, y el pasado viernes día 4 tuvo lugar un nuevo doblete, esta vez protagonizado por los buques AidaMar y Marina. A ambos va dedicada la entrada de hoy.

Procedente de Bilbao el Marina fue el primero en llegar. Lo hizo a una hora muy temprana cuando el reloj marcaba las siete de la mañana y el lugar escogido para su atraque fue el muelle de Calvo Sotelo Sur debido a que las dimensiones de ambos navíos excedían la longitud del muelle de transatlánticos. Es la primera visita del año para este barco, propiedad de la naviera norteamericana Oceania Cruises.

El Marina durante su salida.
(Foto: Manuel Candal)

El AidaMar por su parte fue menos madrugador y surcaba aguas de la ría en busca de su punto de amarre sobre las 08:30 horas procedente de Le Havre. Para él fue destinado en exclusiva el muelle de transatlánticos. Se trata de la segunda escala del año para el buque germano tras la realizada el pasado 3 de mayo. En aquella ocasión el AidaMar coincidió con otros dos buques durante su estancia, el MSC Poesia y el Empress; puede ser una simple casualidad peroda la sensación de que al AidaMar no le gusta estar solo cuando atraca en nuestra ciudad y es que en las tres escalas realizadas hasta la fecha en A Coruña en todas ellas ha compartido atraque con alguna nave de crucero (en su debut allá por septiembre de 2012 estuvo acompañada del Aurora).

AidaMar. El barco que nunca quiere estar solo.

Centrándonos en los dos buques en conjunto a simple vista parece que, a excepción del nombre ambos navíos no guardan más parecido que el de dedicarse al mismo negocio aunque incluso aquí habría que poner algún «pero»; mientras el Marina se sitúa en un segmento premium del mercado con una oferta donde prima el lujo por encima de todo, el AidaMar es más (mundano), más para las masas con su estilo informal a bordo que no incluye ni elegantes cenas de gala con el capitán ni suntuosos espectáculos de Broadway en un gran teatro. Y es que una mirada a su casco tan «discretamente» decorado ya  nos sirve para hacernos una idea de que este buque y cualquiera de sus compañeros de flota, con los que comparte maquillaje, puede ser de todo menos de caracter serio.

Distintos en su carácter pero a la vez tan parecidos… porque pese a lo que pudiera parecer a simple vista estas dos naves presentan algunas semejanzas. Para empezar su tamaño; ambos buques son de dimensiones similares siendo el AidaMar un poquito más grande con sus 71.304 toneladas de registro bruto y sus 253 metros de eslora, 32´2 metros de manga y 7´3 metros de calado. El Marina por su parte se queda a menos de 5.000 toneladas y a 15 metros de alcanzar la longitud del primero mientras que calca las cifras de ancho y calado del buque alemán. Donde si varían es en los datos de capacidad; el AidaMar da cabida a 2.686 pasajeros en capacidad máxima a los que hay que sumar una dotación de 620 personas mientras que el Marina sólo alberga a 1.252 huéspedes atendidos por un total de 780 tripulantes.

 El pesquero Mar Abril espera pacientemente a que el Marina concluya 
la maniobra de desatraque.

Quizás llame la atención el hecho de que siendo tan similares en tamaño la diferencia en capacidad de pasaje sea tan grande y eso se debe a lo que les comentaba hace un momento: Aida Cruises ofrece un producto más informal y masificado frente al lujo de Oceania Cruises y uno de los rasgos que define el lujo a bordo de una nave de crucero es el servicio ofrecido por parte de la tripulación que será más personalizado cuanto menor sea el número de pasajeros que «toquen» por tripulante. Este parámetro, denominado ratio pasajero-tripulante se utiliza mucho en esta industria y sirve para establecer una especie de escala del lujo considerándose el 2 como la barrera entre lo que se puede considerar lujo de lo que no lo es (cuanto más baja es la cifra se considera más lujoso). Así el ratio pasajero-tripulante en el caso del AidaMar supera ampliamente el 4 cuando el barco va a plena capacidad, uno de los más altos de la industria crucerística, mientras que en el caso del Marina es de tan sólo 1´6, una cifra exhorbitante sobre todo si tenemos en cuenta que no se suele encontrar en naves de tamaño tan grande.

 (Foto: Manuel Candal)

No sólo guardan relación en su tamaño; su fecha de nacimiento también es muy similar. El AidaMar fue completado en mayo de 2012 mientras que el Marina entró en servicio en enero de 2011. En lo que si varían es en el lugar donde fueron construidos: el AidaMar vio la luz en los astilleros Meyer de Papenburg (Alemania) mientras que el Marina lo hizo en Sestri Ponente, un área industrial de la ciudad de Génova donde los astilleros italianos Fincantieri tienen una de sus sedes.

(Foto: Manuel Candal)

Esos son sus países de origen pero en realidad la nacionalidad de estos dos enormes trotamundos es distinta; por una de esas casualidades el AidaMar, pese a haber nacido y trabajar para una naviera alemana  luce como bandera la italiana y su puerto de registro es precisamente el lugar de nacimiento del Marina; Génova. Otro rasgo que los une. Sin embargo el Marina poca relación tiene con el país que lo vio nacer puesto que trabaja para una naviera norteamericana y luce en su popa bajo su propio nombre uno de esos lugares que no sabríamos situar en el mapa aunque nos fuese la vida en ello. Y es que este navío, al igual que el resto de la flota de Oceania Cruises está abanderado en el conveniente pabellón de las Islas Marshall y su puerto de registro es el de su capital, Majuro.

Una bandera no muy conocida. A popa el Marina luce la bandera de las Islas Marshall 
y sobre su nombre podemos leer el de su puerto de registro, Majuro.

Los dos protagonistas de la jornada del pasado viernes no quisieron terminar el día sin una coincidencia más, la de su hora de salida y a eso de las 19:30 horas el primero en llegar al puerto fue el primero en ponerse en movimiento. Por lo complejo de la maniobra debido a su especial ubicación la operación de desatraque del Marina se alargó más de lo habitual provocando en la zona de la dársena un inusual atasco de buques pesqueros que esperaron pacientemente a que el crucero, ayudado por un remolcador, finalizara la operación. Bueno, la realidad es que no todos tuvieron paciencia; un pesquero (del que no diré el nombre) decidió no esperar a que la enorme ciudad flotante acabara de maniobrar y el resultado fue un mal cáculo de distancias con el consiguiente susto al ver abatirse la enorme mole del Marina contra el vulnerable buque de pesca. Afortunadamente el pesquero abortó la maniobra a tiempo y todo quedó en una mera anécdota pero nunca está de más hacer hincapié en el cumplimiento estricto de las normas de seguridad para evitar disgustos. El hundimiento del pesquero Tabar está aún demasiado cercano en el tiempo como para que los coruñeses hayamos olvidado tan doloroso recuerdo.

(Foto: Manuel Candal)

Tras realizar con éxito el desatraque el Marina dobló la punta del dique y enfiló la canal oeste poniendo rumbo a su siguiente destino, el puerto de Leixoes. El AidaMar decidió no esperar mucho más que su compañero de escala y cuando el Marina desfilaba todavía a la altura del Castillo de San Antón la nave alemana soltaba amarras en una rápida maniobra debido a su menor complejidad y al rato «perseguía» al buque de Oceania Cruises por aguas de la ría coruñesa de camino también a tierras lusas, aunque con distinto objetivo; Lisboa era su destino. Ambos buques tienen ya confirmada su presencia en aguas gallegas para 2014 pero mientras el Marina lo hará en nuestro puerto (será previsiblemente por el mes de septiembre) el AidaMar cambiará de aires y se irá a Ferrol, puerto que el próximo año experimentará un enorme aumento en el tráfico de cruceros.

(Foto: Manuel Candal)

Por último quiero dar las gracias a Manuel Candal por el suministro de sus fotos para este post.