El protagonista de la historia de hoy es el Ventura. Ya sé que no nos ha visitado estos últimos días (su última visita fue en junio), pero es que navegando por la red me he encontrado un vídeo «la mar» de bonito.
Quien lo haya visto en alguna de las 5 escalas que ha realizado hasta ahora en A Coruña habrá comprobado que se trata de un buque espectacular, y sus cifras no lo son menos: casi 110.000 toneladas de registro bruto, 290 metros de eslora, 36 de manga y la ristra de números colosales se incrementaría hasta el infinito. En fin, que una imagen vale más que mil palabras así que un vistazo a la foto del encabezamiento les servirá para ver la magnitud del «angelito».
Ahora fíjense en la siguiente foto:

No es de las mejores que he sacado pero es la que ilustra bien lo que quiero darles a entender: Ahora claven su mirada en la cubierta que discurre bajo los botes salvavidas, la cubierta 3 y que recibe el nombre de cubierta promenade porque, empezando a contar desde abajo es la primera que permite el acceso al exterior. Es un excelente lugar para ver las maniobras de atraque o como el barco navega suavemente en mitad del océano. Un mirador tranquilo, diáfano y seguro.
¿Seguro?. Con una altura de aproximadamente 20 metros sobre el nivel del mar cabría pensar que si, pero en mitad del golfo de Vizcaya y con temporal toda precaución es poca; si no que se lo digan a este grupo de personas que contemplaban el espectáculo del mar embravecido y que desde ese día tienen una buena anécdota que contar a sus conocidos.
Lo curioso es que tras el susto ni se apartan. Definitivamente hay gente que no aprende.