Cierre crucerístico al mes de agosto en A Coruña con la escala del imponente Britannia este pasado miércoles, un mes que ha tenido un bagaje bastante discreto en lo referente a este tipo de tráficos pero ya se sabe; aquí y al igual que hacen los malos estudiantes con las asignaturas, los cruceros los dejamos para septiembre, que es junto a mayo el mes crucerístico por excelencia en nuestra ría. Pero lo primero es lo primero y hoy toca ponernos en modo «british».

Agosto finaliza a lo grande con la presencia del buque Britannia.

Poco después de las ocho de la mañana el Britannia maniobraba majestuoso para atracar en el muelle de trasatlánticos sus 330 metros de eslora. Procedente de Bilbao en esta ocasión el buque insignia de la P&O trajo a nuestra ciudad a casi 3.500 pasajeros, británicos en su mayoría, que estos días se encuentran realizando una travesía de una semana de duración con salida desde el puerto de Southampton y escalas en La Rochelle, Bilbao, A Coruña, St. Peter Port y vuelta al punto de origen este sábado. Parece una singladura bastante sencilla pero tiene sus peculiaridades y sobre ellas gira la entrada de hoy.

Pese a lo que pudiera parecer, el itinerario que realiza estos día el Britannia es bastante curioso.

Por regla general los buques de crucero que hacen escala en la ciudad herculina llegan de algún puerto del norte (al menos situado más al norte que A Coruña) y tras pasar varias horas atracados en la ciudad zarpan en dirección sur hacia alguna localidad situada de Vigo hacia abajo. Existe la opción inversa; llegar desde el sur y tras dar la oportunidad a sus pasajeros  para que «desfoguen» en tierra, poner morro hacia el norte rumbo a algún puerto de la cornisa cantábrica, de la costa francesa o de las islas británicas. Esta pauta presenta además en A Coruña una marcada temporalidad siendo las rutas sur-norte (llegar del sur y zarpar hacia el norte) más habituales en el primer semestre del año mientras que las norte-sur se suelen dar en el segundo. Pocas rutas que toquen nuestra ciudad se salen de esta dicotomía norte-sur o sur-norte pero al igual que sucede con las meigas habelas haylas y la que precisamente se encuentra realizando nuestro protagonista de hoy  es una de ellas.

El Britannia no sirve para jugar al escondite.

La naviera P&O es en el 90% de los casos la encargada de protagonizar esta excepción que confirma la regla ya que es muy habitual que los buques de su flota que tocan el puerto coruñés realicen una poco habitual ruta norte-norte que tiene en aguas de Marineda su punto más meridional. La singladura norte-norte tipo que suele programar la naviera P&O es bastante similar a la que se encuentra realizando el Britannia y que anteriormente describí: cruceros cortos, de 6-7 días de duración, con salida y llegada a Southampton y paradas en varias dársenas francesas y españolas. Los puertos de escala suelen ser casi siempre los mismos: La Rochelle, Cherburgo (éste a veces se añade a mayores en la ruta o sustituye al anterior), Bilbao (imprescindeibol), Coruño City y… Saint Peter Port, que dependiendo en qué lugar lo veamos escrito aparecerá especificado como Guernsey o Channel Islands. Practicamente todos los nombres de esta singladura somos capaces de situarlos en un mapa o al menos hemos oído hablar de ellos sin embargo el último quizás nos suene más a chino (aunque en realidad sea  británico), por eso voy a comentar algunos datos sobre este destino crucerístico.

St. Peter Port o Port Saint Pierre es la capital de la isla de Guernsey, que junto a las de Jersey, Alderney, Sark, Herm, Jethou, Brecqhou y varios islotes inhabitados forman el archipiélago de las Channel Islands o Islas del Canal, situado en pleno Canal de la Mancha frente a la costa normanda francesa. Salvo Jersey, que va por libre incluso en el tema fiscal (de hecho es uno de los paraisos fiscales más conocidos del mundo) el resto de islas forman la Bailía de Guernsey, una organización dependiente de la corona británica pero que cuenta con funciones parlamentarias y judiciales propias. La principal fuente de ingresos de la Bailía de Guernsey son sus servicios financieros (al igual que Jersey aparece en el listado de paraísos fiscales si bien no es tan conocido) aunque el turismo también juega un rol importante en su saneada economía que permite  que entre sus 66.000 habitantes haya una tasa de paro de apenas el 1%.

El «helo» del servicio de guardacostas de Galicia Pesca 2 sobrevuela por encima del Britannia durante la salida del crucero el pasado miércoles. Si agudizamos un poco la vista St. Peter Port ya se puede ver en el horizonte.

El principal (que no único) punto turístico de este archipiélago es la capital de Guernsey, Saint Peter Port. Este pequeño enclave de apenas 16.000 habitantes cuenta con numerosos atractivos que atraen a miles de turistas cada año llegados por vía aérea o marítima. Destacan sus callejuelas estrechas y empinadas así como importantes edificaciones como el Palacio Real de Justicia, sede del Parlamento de Guernsey o el Castillo Cornet, la histórica fortaleza que protege la entrada al recinto portuario y que data del siglo XIII. El sector crucerístico también ha sabido ver el negocio en este diminuto punto geográfico y pese a las dificultades propias derivadas de su pequeño tamaño (los buques de pasaje no pueden atracar y fondean, llevando a los pasajeros a tierra en tenders) Saint Peter Port se ha hecho un nombre muy importante en el mundillo cruceril. De hecho las discretas dimensiones de esta peculiar villa no deben llevarnos al error de pensar que su peso en la industria crucerística es algo anecdótico; con 100 escalas previstas para este año Saint Peter Port recibirá más cruceros en 2016 que los que veremos atracados en A Coruña en todo el año. De ellas 7 estarán protagonizadas por el colosal Britannia.


Arriba: dos tenders del Queen Victoria dejan a los pasajeros en tierra durante la estancia del crucero británico en St. Peter Port. Fondeado junto a la «Reina» aparece también el Ventura.
Abajo: Uno de los reclamos turísticos más importantes de St. Peter Port es el Castilllo Cornet.
(Fuentes: guernseypress.com y visitguernsey.com)

Y rumbo a Saint Peter Port zarpó el pasado miércoles el megacrucero británico poco después de las seis de la tarde. La maniobra de salida, como todas las que realiza este impresionante navío, fue todo un acontecimiento que atrajo a multitud de curiosos apostados en los principales miradores de la costa para ver el espectáculo, esta vez acentuado por la banda sonora que llegaba desde las atestadas cubiertas de la nave; megafonía a todo volumen para que sus tres millares largos de pasajeros se dejaran la garganta entonando los principales hits patrioteros, desde el «You´ll Never Walk Alone» de Gerry & The Peacemakers que se ha convertido en el oficioso himno del Liverpool, hasta el imprescindible «God Save the Queen». El colmo del éxtasis británico en el más británico de los navíos de cruceros. Al Britannia le queda rendir una última visita a la ciudad herculina antes de que expire el presente año; será en apenas un mes, el próximo 29 de septiembre.

El Britannia volverá a finales de septiembre.
Salvo las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.