(Foto: José R. Montero)

El pasado domingo nos visitó el pequeño y exclusivo buque de cruceros Clio.

Un buque con nombre de diosa… o de coche.

Temprano, muy temprano se presento el coqueto navío en aguas de A Coruña y pasadas las 06:00 horas maniobraba ya para quedar atracado en el muelle de trasatlánticos. A bordo del navío de bandera maltesa llegaron apenas 90 pasajeros, norteamericanos en su mayoría. Es la segunda escala de este barco en la ciudad donde debutó hace apenas un año, concretamente el 10 octubre de 2016.

Estética muy atractiva la de este barco de cruceros con aspecto de megayate.
(Foto: José R. Montero)

Los afortunados cruceristas que viajan a bordo del Clio se encuentran realizando un viaje de 18 días de duración que partió de Poole, en el Reino Unido, y que ha visitado las localidades de St. Malo, Lacronan, La Pallice (para visitar La Rochelle) y Burdeos antes de arribar a nuestra ciudad. Tras A Coruña fue el turno para las paradas en Vigo y Leixoes antes de finalizar la singladura hoy en el puerto de Lisboa. La llegada a la capital lusa no supondrá sin embargo el final del viaje puesto que éste incluye 3 días de estancia en la ciudad lisboeta al igual que antes de embarcar donde los cruceristas pudieron disfrutar de otros tres días adicionales en Londres. En total la ruta del Clio cubrió 1.316 millas nauticas.

El Clio transitando por delante de los faros de Mera durante su salida de la ciudad el pasado domingo.
(Foto: José R. Montero)

 Construído en los astilleros Leroux & Lotz situados en la ciudad gala de St. Malo y puesto en servicio en 1998 con el nombre de Le Levant, el actual Clio es un buque de apenas 3.504 toneladas de registro bruto y unas dimensiones principales de 100´3 metros de eslora, 14 metros de manga y un calado de 3´5 metros. En sus 5 cubiertas de pasaje este buque de cruceros con aspecto de megayate de millonario puede albergar a 95 pasajeros a los que hay que sumarles su tripulación formada por 60 personas. El Clio opera para la naviera norteamericana Grand Circle Cruise Line, especializada en ofrecer cruceros oceánicos y fluviales en buques exclusivos de pequeño tamaño.

(Foto: José R. Montero)

Tras una estancia de aproximadamente 11 horas, a las cinco de la tarde el Clio se hizo de nuevo a la mar para completar el corto trayecto que lo separaba de su siguiente destino, el puerto de Vigo. Sin más escalas en A Coruña por este año habrá que esperar hasta el segundo semestre de 2018 para volver a ver a este sofisticado navío surcando aguas herculinas.

El Clio se despide de aguas herculinas hasta el próximo año.
(Foto: José R. Montero)

Agradecimientos a mi buen amigo José R. Montero, autor de las preciosas fotos que ilustran la entrada de hoy.