Es de agradecer la visita este verano de un barco cuyo nombre no empiece por MSC. No me interpreten mal; no tengo nada en contra de esta naviera, pero es que el MSC Opera, cuya visita siempre es bien recibida y más este año al elegir nuestra ciudad como puerto de embarque, comienza a resultar demasiado repetitivo por lo numeroso de sus escalas y el breve espacio de tiempo en el que las ha realizado (lleva 4 en menos de un mes), y es que los que nos dedicamos simplemente a ver las maniobras de estos buques y a tirar unas cuantas fotos no le damos tanta importancia al negocio como a la variedad de tales protagonistas.

Y no es que el Oceana sea una gran novedad, de hecho este año está siendo especialmente frecuente por nuestras costas y con la de este 11 de agosto suma ya su tercera recalada en aguas coruñesas, pero es que el que escribe siente una especial predilección por este navío al igual que por sus compañeros de flota; digamos que soy fan de la P&O, o si me permiten el chiste malo se me puede considerar un «supp&orter» de esta naviera (lo siento pero con «hooligan» no quedaba bien). Son barcos que me atraen por su imagen externa pero tambien por sus cuidados interiores, alejados de las coloridas y muy cargantes estancias típicas de otras navieras (casi todas ellas con la firma del controvertido Joe Farcus). En el Oceana sin embargo, al igual que en el resto de la flota P&O se respira un ambiente distinto, más conservador, una atmósfera que podíamos denominar tipicamente «british».

El atrio central del Oceana.
(Foto: David Jewkes)

Y si en una zona se puede apreciar la verdadera esencia de una nave esa es en los atrios. La zona de encuentro y auténtica carta de presentación para los pasajeros que suben por primera vez a bordo suele ser tambien una de las estancias más cuidada por parte de los decoradores conscientes de que es allí donde se resume el verdadero espíritu de la nave.

(Foto: P. Massey)

En el caso del Oceana el atrio central refleja ese ambiente que se respira a lo largo de todo el buque; una elegancia sobría sin excesivos ornamentos y muy perdurable en el tiempo. Desde la base del atrio central del Oceana nacen las escaleras principales que sirven para comunicar entre si las 10 cubiertas del barco (no se preocupen que también hay ascensores)

(Foto: P. Massey)

Tras la parada de este pasado día 11 el Oceana volverá a A Coruña el próximo 11 de noviembre finalizando así su programa de escalas para este 2011. Para 2012 la naviera inglesa tiene previsto volver a repetir con esta nave en nuestra ciudad así que no será un adiós si no un hasta luego. Hoy lo dejamos aquí pero el goteo de barcos sigue en este atípico verano por la abundancia de cruceros. Por cierto, la próxima escala vuelve a ser del MSC Opera….
(Postdata: Lo confieso; como la salida me pilló a contrapie me he visto obligado a usar para esta entrada  fotos del Oceana correspondientes a la escala realizada en abril de 2009).

El Oceana abandonando A Coruña el pasado jueves. Una de las pocas fotos 
que pude sacar tras un espectacular sprint de 200 metros que dejó en 
evidencia mi nula preparación para los próximos mundiales de atletismo.