Aquí está otra vez, fiel a su cita de cada 8 días con nuestra ciudad. La de este pasado viernes constituye la quinta visita del año y el ecuador de sus 9 cruceros programados en A Coruña hasta mediados de septiembre. Y al igual que en las otras ocasiones el MSC Opera llegó puntual a su cita procedente de Bilbao y pasadas las 07:30 realizó el atraque tras girar a la altura del Castillo de San Antón incluyendo en esta ya habitual coreografía dos sonoros bocinazos a modo de «buenos días». Normalmente los capitanes prescinden de realizar este saludo al llegar a su destino y no se crean que es por falta de educación si no por todo lo contrario, y es que las siete de la mañana no son horas para armar jaleo.




Tras tantas entradas enseñando fotos de sus maniobras ya es hora de mirar más adentro y echar un vistazo a lo que se esconde dentro de esta gran obra musical así que si asumimos que las naves en inglés tienen género femenino permítanme plagiar a los geniales hermanos Marx y procedamos a ver como pasar «una noche en la Ópera».




Muchas pueden ser las opciones para pasar una buena velada a bordo del barco italiano. Yo les voy a proponer tres: Echar unos bailes en la discoteca, ir a ver un espectáculo al teatro o probar suerte a ver si podemos recuperar parte de lo invertido en el viaje apostando en el casino.

Discoteca Byblos.
(Foto. Grant Thomas)

Empezaremos por la opción más movida. La discoteca Byblos se encuentra a popa en la cubierta La Boheme, practicamente coronando la nave y tiene capacidad para unas 255 personas. Su exquisita decoración basada en colores violetas y plateados junto a su ubicación, que le otorga unas espectaculares vistas durante el día gracias a sus paredes acristaladas, hacen que esta estancia sea la más popular a bordo del MSC Opera.

Las espectaculares vistas hacen de la discoteca Byblos uno de los rincones
más populares a bordo del MSC Opera.
(Foto: autor desconocido)

Si queremos una opción algo más tranquila quizás debamos visitar el Teatro dell´Opera. Se encuentra a proa de la cubierta Aida (aunque realmente ocupa 2 cubiertas) y su ubicación es la habitual para este tipo de estancias en los cruceros, es decir la zona delantera de las cubiertas más bajas (es raro encontrarse un teatro a bordo de uno de estos buques por encima de las cubiertas 3 o 4). El Teatro dell´Opera cuenta con 713 butacas y todas sus plazas gozan de una excelente visión del escenario gracias a la ausencia casi total de columnas.

Teatro dell´Opera.
(Foto: Grant Thomas)

y como tercera y última opción podemos pasarnos por el Casino Montecarlo en el centro de la cubierta Otello con más de 400 metros cuadrados. Quizás su ambientación no es tan ostentosa como el típico casino de Las Vegas pero cuenta con un buen surtido de mesas para jugar al póker o el blackjack así como unas cuantas tragaperras para jugarse algo de dinero, pero ¡cuidado! no te vaya a salir el crucero más caro de la cuenta…

Casino Montecarlo.
(Foto: Kreuzfahrt.reise-cafe.de)

Hay muchas más opciones, por supuesto, pero tampoco es cuestión de verlas todas de una tacada, así que como tendremos oportunidad de ver al MSC Opera en las próximas semanas seguiré hablando de sus magníficas estancias más adelante. De momento marquen en la agenda el 20 de agosto, su próxima llegada a nuestra ciudad.



Las flechas señalan la ubicación de la discoteca Byblos a popa del MSC Opera.