(Foto: J. Daniel Díaz)

Este jueves tuvimos sesión crucerística de programa doble en el puerto herculino con la escala al unísono de los buques Voyager, de la naviera Voyages of Discovery y Silver Whisper, de la naviera Silversea. Dos por el precio de uno.

(Foto: José R. Montero)

Como es habitual cuando se dan estas coincidencias empezaré la crónica hablando por el más madrugador si bien en esta ocasión hay que decir que ambos navíos llegaron a la ciudad separados por muy poco margen de tiempo. Aún así el Voyager le ganó por unos minutos la partida a su compañero de atraque y a las seis y media de la mañana  transitaba a la altura de la Torre de Hércules a la búsqueda de práctico. Procedente de Lisboa el pequeño buque de bandera bahameña trajo a la ciudad a unos 500 turistas que disfrutan de una travesía de 13 días de duración con embarque en Gran Canaria y escalas en los puertos de Arrecife, Agadir, Safi, Casablanca y la citada capital lusa antes de tocar aguas gallegas. Tras la visita a A Coruña al buque le restará una parada en la ciudad francesa de St. Malo antes de poner fin a la singladura en Portsmouth, al sur de Inglaterra donde tiene su base de operaciones. Los pasajeros del Voyager no pudieron disfrutar a su llegada a nuestra urbe de unas condiciones climatológicas muy agradables pero afortunadamente con el paso de las horas la situación fue mejorando.

(Foto: José R. Montero)

La misma suerte corrieron los pasajeros del Silver Whisper que apenas media hora después del Voyager hacía su entrada en la dársena herculina procedente de Leixoes y tras maniobrar en aguas nteriores quedó atracado en el muelle de trasatlánticos popa con popa con su compañero de amarre. A bordo de esta lujosísima nave de cruceros llegaron unos 400 pasajeros que se encuentran en mitad de una travesía de 15 días de duración con salida desde el puerto de Montecarlo y escalas en Cartagena, Málaga, Portimao, Lisboa y Leixoes. Tras A Coruña le tocará el turno a los puertos de Gijón, Bilbao, Burdeos y St Malo antes de poner rumbo a Southampton, punto y final del viaje.

El lujosísimo Silver Whisper de nuevo en A Coruña.
(Foto: J. Daniel Díaz)

Pese a compartir amarre por unas horas, tener un tamaño parecido y realizar, al menos en este tramo final una ruta bastante similar, Voyager y Silver Whisper son dos buques muy distintos como quedará muy claro a continuación a la vista de unos cuantos datos sobre ambos.

(Foto: José R. Montero)

Construído aquí en España, en los ya desaparecidos astilleros Union Naval de Levante y puesto en servicio en el año 1990 como Crown Monarch, el actual Voyager es un navío de 15.271 con 152´5 metros de eslora, 20´6 metros de manga y un calado de 6 metros. En sus 7 cubiertas de pasaje este pequeño navío puede albergar a 556 pasajeros en capacidad máxima atendidos por 215 tripulantes. El Voyager es propiedad del grupo inversor All Leisure Group pero está explotado comercialmente por el operador Voyages of Discovery.

El Voyager durante su salida de la ciudad el pasado viernes con el castillo de San Antón en primer término.
(Foto: José R. Montero)

Construído en los astilleros T. Mariotti de la ciudad italiana de Génova y puesto en servicio en el año 2001, el Silver Whisper fue en su día el cuarto buque en incorporarse a la lujosa naviera monegasca Silversea, uno de los grandes nombres del sector más exclusivode los cruceros. Pese a tratarse de un barco de tamaño pequeño el Whisper fue en su día el navío más grande de la compañía con sus 28.258 toneladas de registro bruto y sus dimensiones de 186 metros de eslora, 24´8 metros de manga y un calado de 6´1 metros. En sus 7 cubiertas de pasaje el barco puede albergar a 396 pasajeros en capacidad máxima con una tripulación formada por 287 personas. Pese a ser un buque de tamaño sensiblemente mayor que el Voyager, el Silver Whisper tiene una menor capacidad de pasaje lo que se traduce en unos ratios de espacio por pasajero brutales, de los más altos de la industria crucerística, lo que habla bien a las claras de su mayor exclusividad.

El ratio espacio/pasajero del Silver Whisper es de 71´3, una cifra astronómica pocas veces vista en el sector.
 (Foto: J. Daniel Díaz)

Tras varias horas haciéndose mutua compañía a media tarde los protagonistas de la jornada en el muelle herculino se hicieron de nuevo a la mar. El primero en despedirse fue el Voyager que minutos después de las cinco de la tarde zarpaba rumbo a aguas inglesas aunque más que una despedida se trataba de un hasta luego ya que tras dejar a su pasaje actual en Portsmouth y embarcar al siguiente grupo de turistas la nave pondrá de nuevo rumbo a nuestra ciudad adonde llegará el próximo miércoles. El Silver Whisper por su parte decidió permanecer en su amarre hasta las seis de la tarde hora en la que puso fin a su estancia en la ciudad para dirigirse al puerto de Gijón. Al Whisper tardaremos más tiempo en verlo de nuevo por la ría coruñesa ya que su próxima escala en aguas de Marineda no está prevista hasta el próximo año.

A su salida el Voyager coincidió con la llegada del buque escuela polaco STS Pogoria.
(Foto: José R. Montero)

 Mis agradecimientos en esta ocasión a J. Daniel Díaz y a José R. Montero que han sido los encargados de ilustrar la entrada.